Hacemos en esta ocasión una excursión en la región de Castilla – La Mancha, como base la ubicación será la población de Belmonte (Cuenca).
GPS: 39.560011, -2.702522
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Belmonte es una población de la llanura manchega, en la provincia de Cuenca, a 96 km de su capital. Aquí nació el poeta agustino Fray Luis de León. Destaca en Belmonte la Colegiata de San Bartolomé, que se construyó sobre una parroquia visigótica del siglo V que fue descubierta en una restauración en 1976. Fue el marqués de Villena, Don Juan Pacheco, quien hace edificar la iglesia, transformándose en Colegiata en 1459. En 1943 fue declarada Monumento Nacional.
La puerta de los Perdones, está flanqueada por dos arcos germinados y rebajados, cobijados bajo otro ligeramente apuntado, en cuyo tímpano y sobre el parteluz surge la figura solemne y majestuosa de San Bartolomé.
La puerta del Sol, orientada al mediodía, está cercada por dos pináculos góticos. El hueco de la puerta es un arco rebajado e inscrito dentro de otro trilobulado del gótico florido. El tímpano sufrió una transformación en el siglo XVI, adosando elementos platerescos en su decoración. En la hornacina se cobijaba una imagen de la Virgen que desapareció en 1936, por lo que en 1973 se incorpora una imagen gótica de San Andrés, traída del hospital de la Villa del mismo nombre.
Otro monumento de relevancia es el Castillo de Belmonte, se encuentra un poco alejado de las casas, en el cerro de San Cristóbal. Aquí tenemos otra obra mandada construir por Don Juan Fernández Pacheco y Téllez Girón, marqués de Villena en 1456. En el año 1931 fue declarado Monumento histórico artístico. Actualmente es propiedad de la casa ducal de Peñaranda descendientes de la duquesa de Alba, María Francisca de Sales Portocarrero. Desde los primeros años del siglo XXI se ha ido dotado al castillo con diversos contenidos culturales y didácticos que recrean la historia del castillo y de sus moradores. El castillo ha servido como marco para varias escenas de películas, El Cid (1961), Las hijas del Cid (1962), Los señores del acero (1985), Juana la Loca (2001), El caballero Don Quijote (2002) y El Señor de los Anillos (1978).
Estando en La Mancha no podían faltar en Belmonte los molinos de viento, En uno de los cerros hay tres, no están encalados de blanco como otros que vemos, aquí la piedra está a la vista. Uno de ellos es el llamado “Molino El Puntal” que conserva toda la maquinaria y que se puede visitar, hacen moliendas y tiene una exposición de tejas artesanales.
Belmonte está lleno de bonitos detalles, de ellos dejo una muestra en estas fotografías.
El humedal que conocemos como Las Tablas de Daimiel fue declarado Parque Nacional en el año 1973 y Reserva de la Biosfera en el año 1981. Se encuentra situado en los términos municipales de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, en la provincia de Ciudad Real.
GPS: 39.137380, -3.696418
Pertenece a un ecosistema denominado tablas fluviales, formación que se produce por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Gigüela, favorecido por la escasez de pendiente en el terreno. La riqueza de la fauna hace que su observación sea un privilegio en las condiciones adecuadas. Aquí podemos observar somormujos, garzas, patos, fochas, rascones, escribanos, ruiseñores, cigüeñas y muchos más que sería muy largo de enumerar. Dependiendo de la época, invierno o verano veremos unos u otros.
La flora que vemos es la de un clima extremo, el suelo es de turba y limo y el agua con contenido salino que aporta el río Gigüela. Debido a su contenido, estas zonas han sido declaradas hábitat de protección especial. Desde las pasarelas de madera podemos ver los fondos con algas acuáticas. Abunda mucho la masiega y como pudimos ver en la visita estaban segando algunas orillas y transportándola en barcas.
El taray es el único árbol dentro de las tablas y en algunas zonas se pueden ver ejemplares centenarios con formas caprichosas. Las visitas al Parque Nacional son gratuitas durante todo el año.
La Ciudad Encantada de Cuenca es un parque turístico en un paraje natural que se encuentra en el término de Valdecabras (Cuenca). Está reconocido como Sitio Natural de Interés Nacional desde 1929.
GPS: 40.206714, -2.005223
Estas formaciones rocosas que podemos ver son de modelado kárstico, cuyo origen se remonta al periodo Cretácico, hace aproximadamente 90 millones de años. En este periodo el mar de Thetis cubría gran parte de lo que actualmente es la península ibérica y la zona que hoy conforma la Ciudad Encantada formaba parte del fondo. Era una zona de aguas tranquilas donde existió una importante deposición de sales, principalmente carbonato cálcico, provenientes de los esqueletos de los animales de la zona y de la porción disuelta en el agua.
Al final del Cretácico se elevó el terreno, parte de la zona sumergida quedó en la superficie, los bancos de carbonato cálcico convertidos en piedra caliza quedaron expuestos a los agentes atmosféricos, como la lluvia, los cambios de temperatura, y a los agentes biológicos, como la acción de los diferentes seres vivos, que fueron progresivamente erosionando la roca. Siendo la roca caliza muy permeable permitió la infiltración del agua de lluvia. Esta agua, junto con la acción del dióxido de carbono, disuelve la roca caliza, aumentando aún más su porosidad y formando en su interior galerías, dando como resultado las formaciones de karst.
Las rocas más resistentes son las que ahora vemos y que tienen formas caprichosas, nuestra imaginación les da nombre, como los barcos, el perro, la cara de hombre, la foca, el tobogán, el puente romano, el mar de piedra, los osos, los amantes de Teruel, etc. Es un recorrido circular de 3 kilómetros de longitud.
Recibe el nombre por ser el lugar donde el demonio realizaba sus sesiones de brujería y empujaba al abismo a quienes se asomaran por las ventanas al vacío. Una leyenda que le encaja a la perfección a este curioso mirador natural, que la erosión kárstica sobre la roca caliza ha moldeado a capricho, quedando un punto turístico emblemático en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Este mirador también da nombre al barranco del río Júcar, donde se realiza la actividad del barranquismo acuático, y a la famosa vía ferrata del Ventano del Diablo, que permite ver los cortados del Júcar de una forma única.
Cuenca es la capital de la provincia del mismo nombre, perteneciente a la comunidad de Castilla – La Mancha.
GPS: 40.081985, -2.123720
En origen, Cuenca es fundada por los árabes cuando construyen una fortaleza a la que llaman Qūnka. Conserva el recinto histórico amurallado con empinadas calles empedradas. Pero lo que más destaca en Cuenca son sus “Casas Colgadas”, levantadas sobre las rocas calcáreas sobre los ríos Júcar y Huécar. Desde 1996 su casco antiguo es patrimonio de la humanidad. Accedemos a la ciudad desde la Calle Larga y comenzamos a descender, a nuestra izquierda, del otro lado del río Huécar veremos el Mirador del Cerro del Socorro, en el que está la gran escultura del Sagrado Corazón de Jesús. Desde aquí se tienen unas bonitas vistas de la ciudad.
Luego nos encontraremos con la Iglesia de San Pedro. Fue levantada sobre una antigua mezquita árabe en el siglo XIII. En la actualidad se observan en esta iglesia cuatro estilos, del románico quedan restos en las fachadas laterales; el ajimez es gótico; la fachada principal posee restos barrocos y el neoclásico aparece en diversos puntos del edificio.
A lo largo de esta calle encontraremos varios edificios nobles hasta llegar a la Plaza Mayor, donde se encuentra la Catedral de Santa María y San Julián. En 1177 Alfonso VIII conquista la ciudad y se constituye como sede episcopal en el año 1183. La esposa de Alfonso VIII, es Leonor de Aquitania y Plantagenet, hija del rey de Inglaterra, hermana de Ricardo Corazón de León y además condesa de Gascuña. Con ella vienen caballeros normandos que serán los que ejercerán su influencia sobre la fábrica de la catedral, dándole un aire nórdico al estilo románico y gótico que prevalecía en aquellos tiempos. Dio comienzo su construcción entre los años 1182 y 1189, continuando las obras durante todo el siglo XIII. En la parte más alta encontramos una imagen de San Julián que curiosamente es la única imagen que existe en toda la fachada.
Al final de la Plaza Mayor se encuentra el edificio del Ayuntamiento de Cuenca, es uno de los edificios más representativos del barroco en la ciudad. Es de planta rectangular, con dos cuerpos a ambos lados.
Por un lateral de la catedral vamos a descender hasta el Puente de San Pablo, que es un lugar imperdible para lograr unas buenas vistas de las casas colgadas. Este puente fue edificado en piedra a mediados del siglo XVI, estaba formado por cinco arcos apoyados en pilares, de los que aún quedan en pie algunos restos. Fue construido para comunicar el Convento de San Pablo, de la Orden de Santo Domingo, con la ciudad. El deterioro provocó su demolición a finales del XIX. El actual puente es de hierro. Empezaron sus obras en 1902, proyectadas por el ingeniero de caminos valenciano José María Fuster y Tomás, y erigido por George H. Bartle, cuya fundición, también valenciana, contaba con gran renombre por aquella época, quedando inaugurado el 19 de abril de 1903. Es un ejemplo significativo de la arquitectura del hierro tipo Eiffel propia de la época. Tiene una altura de 40 metros y una longitud de 110 metros.
Desde aquí podemos observar las casas colgadas y la forma de construcción tomando como cimientos las rocas. Realizadas en mampostería con sillares en las esquinas y asentadas en ménsulas, se asoman al río desde sus balcones voladizos de madera sobre el acantilado. Del conjunto de estas casas solo tres son visitables: la casa de la Sirena, que aloja un mesón donde degustar las comidas tradicionales, y las Casas del Rey, que permiten observar elementos originales de construcción en su interior, como las vigas de madera y que albergan el Museo de Arte Abstracto Español. La primera noticia documental sobre las Casas Colgadas de Cuenca data del año 1481, lo que indica que existían ya en el siglo XV (Baja Edad Media).
Para el regreso a casa hacemos una visita relámpago a Aranjuez, es una ciudad que se encuentra al sur de Madrid, a orillas del río Tajo, esto ha propiciado que sea sus huertas muy conocidas desde la antigüedad y sus productos afamados donde destacan las fresas y los espárragos. Aranjuez ha sido un lugar de descanso para los monarcas a lo largo de los años. Así tiene mucha importancia su palacio y los jardines, el del Príncipe, el de la Isla, el del Parterre y el de Isabel II. También sus edificios como la Casa de Caballeros y Oficios, la Casa de Infantes, la Iglesia de San Antonio y el Convento de San Pascual, todo ello declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
GPS: 40.035058, -3.611678
El Palacio Real de Aranjuez fue mandado a construir por Felipe II sobre el emplazamiento del antiguo palacio de los maestres de Santiago, debe su arquitectura a Juan Bautista de Toledo, que lo inició en 1564, y a Juan de Herrera, quien solo llegó a terminar una mitad. El plan original fue continuado por Felipe V en 1715, pero no terminado hasta 1752 por Fernando VI. Merece la pena detenerse en Aranjuez y hacer una visita con calma a todo lo que puede ofrecer, que es mucho. Nosotros nos limitamos a realizar el recorrido en el llamado “chiqui-tren”, ya que el tiempo no daba para más.