martes, 30 de agosto de 2022

Castillos y Molinos

Imagen de Consuegra - Toledo

Se cree que en España hay unos 20.000 castillos, no bien conservados todos. Por parte de la Asociación Española de Amigos de los Castillos hay unos 10.200 contabilizados. La mayor parte de estos castillos se encuentran en Castilla, de ahí proviene su nombre, Cataluña, Aragón y Jaén. Aprovechando nuestro viaje de regreso de Granada decidimos visitar algunos de estos castillos, así como los molinos de viento que se encuentran en las provincias de Ciudad Real y Toledo y otros lugares de interés en el camino.

Acueducto de Cijancos

Acueducto de Cijancos

Acueducto de Cijancos

Acueducto de Cijancos

Empezamos por un lugar bastante olvidado, el Acueducto de Cijancos. Se encuentra en el municipio de Villamena en la Comarca del Valle de Lecrín en la provincia de Granada. Es una obra de finales del S. XIX que regula el desnivel de la Rambla de Cijancos circulando por antiguos campos de cereal y olivares de Cozvíjar. Se encuentra rodeado de almendros y olivos, tristemente acompañado también de escombros de obras, merece una visita cuando esos almendros se encuentren en flor.

Mirador de Cónchar

Mirador de Cónchar

Cónchar

Cónchar

Cónchar es un municipio de la provincia de Granada. Pertenece al municipio de Villamena, se encuentra en el Valle de Lecrín o “Valle de la Alegría” (nombre dado por los árabes cuando estuvieron asentados en él). Situado al pie de la Sierra de las Albuñuelas – a 679 m. de altitud- y junto al río Dúrcal. Es un lugar rural con 360 habitantes repleto de naranjos, limoneros, viñedos, almendros, granados, olivos y otros árboles frutales.

Torreón de Albolote

Torreón de Albolote

Torreón de Albolote

Torreón de Albolote

Torreón de Albolote

Seguimos el camino hasta el Torreón de Albolote que se encuentra sobre una de las cimas de la Sierra de Elvira, a unos 2,5 kilómetros al noroeste de la localidad de Albolote, provincia de Granada. Es una atalaya árabe del siglo XII cuya función era la vigilancia sobre la Vega de Granada, incluida la propia ciudad de Granada. Era un punto de referencia general para muchas fortificaciones granadinas. Dependía de la Alhambra de Granada por su proximidad geográfica a la capital. El Torreón de Albolote dispone de una torre de planta circular y estructura cilíndrica con base taluzada (hoy día semidestruida). En la cara oeste se abre una ventana-puerta con arco de medio punto a unos 7 metros de altura. En la cara sur (dirigida hacia la Alhambra) cuenta con otra ventana muy destruida, aunque se pueden ver las jambas en la parte izquierda. Seguramente la torre estaba hueca solo en su tercio superior, donde están las ventanas, quedando los dos tercios restantes macizos. Desde aquí tenemos unas buenas vistas de toda la Vega y del Embalse de las Cubillas.

Museo de Hitos de Carreteras de La Cerradura

Museo de Hitos de Carreteras de La Cerradura

Museo de Hitos de Carreteras de La Cerradura

Museo de Hitos de Carreteras de La Cerradura

Museo de Hitos de Carreteras de La Cerradura

Cambiamos de provincia y ahora nos encontramos en la de Jaén. Aquí encontramos el Museo de Hitos de Carreteras de La Cerradura. Se inauguró en 2010 y en él se exhiben una relación de hitos que se ubicaban en los caminos, muestra de un período de veinte siglos de caminería, que nos da una visión general de caminos, caminantes y su entorno. A través de ellos se trasmite la historia en movimiento, de tránsito de arrieros, pastores, viajeros y de gentes en general, pues el viajar ha sido una constante en la historia. A pie, a lomos o a tracción de bestia, grupos humanos han transitado los caminos y establecido comunicación con otros grupos. Desde época romana, cuando se estableció una red de comunicación por todo el imperio, y hasta mediados del siglo XVIII apenas hubo modificación en la red viaria. El movimiento ilustrado inició mejoras en las comunicaciones, que se incrementaron en el siglo XIX con la difusión de las ideas liberales y el desarrollo del ferrocarril, alcanzando su pleno desarrollo en el siglo XX, cuando la automoción revolucionó la caminería sustituyendo la tracción animal. El Centro de Interpretación de la Caminería se ha instalado en un tramo abandonado de la antigua carretera nacional Bailén - Motril (N-323), al final de la que hoy es calle principal de La Cerradura.

Museo de Hitos de Carreteras de La Cerradura

Museo de Hitos de Carreteras de La Cerradura

Museo de Hitos de Carreteras de La Cerradura

Museo de Hitos de Carreteras de La Cerradura

Su ubicación en La Cerradura no es casual. El lugar ha sido desde la más remota antigüedad zona de paso. Así lo atestiguan los diversos miliarios romanos que la erosión del río dejó aquí al descubierto, recuerdo de la importante vía de comunicación que desde Cástulo (cerca de Linares) se dirigía a Acci (Guadix) y Cartagonova (Cartagena). Y también lugar de descanso del viajero, donde se ubicaron ventas de parada y cambio de postas que serían el germen de la aldea actual. Las piezas originales se conservan en el Museo de Jaén (antiguo Museo Provincial de Jaén).

Miliario romano de Adriano

Replica del miliario romano de Adriano, siglo II d.C., realizado en piedra caliza procedente de las canteras del Mercadillo (La Cerradura). Localizado en 1966 junto con otros cuatro en la margen izquierda del río Gudalbullon a su paso por La Cerradura. Contiene la siguiente inscripción: “El Emperador Cesar Trajano Hadriano Augusto hijo del divino Trajano Partico nieto del divino Nerva pontífice máximo con potestad tribunicia año XX cónsul año III. Padre de la patria restauró (esta vía)”.

Miliario romano de Crispo

Replica del miliario romano de Crispo, entre 317 y 326 d.C., realizado en piedra caliza procedente de las canteras del Mercadillo (La Cerradura). Contiene la siguiente inscripción: “A nuestro señor Crispino nobilísimo César”.

Miliario romano de Augusto

Replica del miliario romano de Augusto, siglo I a.C., realizado en piedra caliza procedente de las canteras del Mercadillo (La Cerradura). Probablemente, formó parte del grupo de miliarios de La Cerradura y arrastrado por la erosión hasta el término de La Guardia, donde apareció. Contiene la siguiente inscripción: “El Emperador César Augusto hijo del divino César cónsul año XI con potestad tribunicia año XVI imperator año XIII. Pontífice máximo”.

Cruz de Término

Replica de Cruz de Término, Edad Moderna, material piedra. El original denominado Cruz del Pulgón se encuentra en Mancha Real, al comienzo del camino hacia Torres.

Leguario

Replica de leguario, siglo XIX (reinado de Isabel II), realizado en piedra caliza procedente de las canteras de Herrera (La Cerradura). El original se encuentra en la margen derecha de la carretera de Granada a su entrada en Jaén.

Hito de intersección

Hito de intersección de dos carreteras, en la intersección de la N-IV con la J-503 "Ramal de N-IV a La Aliseda". En la inscripción dice: CARRETERA DE MADRID A CADIZ 264 Kms, 593 Ms. Y en la otra cara: CARRETERA DE ESTACION DE VILCHES A LA ALISEDA 18 Kms, 160 Ms.

Hito de intersección

Hito de intersección de dos carreteras, en la intersección de las carreteras J-314 de "Torreperogil a Peal de Becerro" y J-320 "Enlace de C-326 a J-314". En la inscripción dice: TORREPEROGIL A HUESCAS. Y en la otra cara: AHORCACOPOS AL PUENTE DE LA CERRADA.

Miriámetro

Hito de agradecimiento a la Guardia Civil

Hito de agradecimiento a la Guardia Civil por los 175 años guardando los caminos de España.

Hito Miriamétrico

Hito Miriamétrico, siglo XX (Dictadura de primo de Rivera), material piedra. Procede del Puerto del Onitar, P.K. 390 de la carretera nacional Madrid – Granada – Iznalloz (Granada).

Hito Miriamétrico

Hito Miriamétrico, siglo XX, material piedra. P.K. 400, plan 1926 (Primo de Rivera). Procede de la N-323, Iznalloz (Granada).

Hito Kilométrico

Hito kilométrico correspondiente al kilómetro 395, siglo XX, material piedra. (Dictadura de Primo de Rivera). Procedente del Puerto Carretero de la carretera nacional Madrid – Granada – Iznalloz (Granada).

Hito Kilométrico

Hito kilométrico correspondiente al kilómetro 395, siglo XX, material piedra. (Plan Peña o Plan General de Carreteras 1939 – 1941). Procedente del Puerto Carretero de la carretera nacional 323 Bailen – Motril – Iznalloz (Granada).

Hito Kilométrico

Hito kilométrico correspondiente al kilómetro 376, siglo XX (década de 1950), material piedra. Procedente del Puerto Carretero de la carretera nacional 323 Bailen – Motril – Campillo de Arenas (Jaén).

Castillo de la Guardia de Jaén

Castillo de la Guardia de Jaén

Castillo de la Guardia de Jaén

Castillo de la Guardia de Jaén

Ahora nos vamos al Castillo de la Guardia de Jaén. Está erigido sobre el Cerro San Marcos, fue una de las primeras fortificaciones árabes, cuyas primitivas estructuras fueron devastadas en el año 741 por Tariq tras su desembarco en la península. En el conjunto defensivo se edificó un amplio recinto de tapial, que fue muy transformado en las reformas realizadas durante el siglo XII. Este recinto se encuentra estructurado en dos espacios bien definidos: El Alcázar y la Alcazaba. Tras la conquista cristiana, el Alcázar se reestructura sufriendo amplias transformaciones. A finales del siglo XIV, el castillo de La Guardia de Jaén se convierte en residencia palaciega de la familia Messia. En el recinto exterior se adorna la puerta de acceso con la construcción de una portada ornamentada con los escudos heráldicos de la Casa de Los Messia. También se construirá la Iglesia de Santa María, en el sector Noreste del recinto exterior. El paso de las tropas francesas por La Guardia en 1812 fue determinante para la historia del castillo, pues un incendio intencionado causó grandes estragos en su estructura (algunos de los cuales se pueden observar en la actualidad). Ya en el siglo XX, concretamente durante la Guerra Civil española, el castillo volvió a ser utilizado, esta vez como albergue temporal de soldados que pasaban por el municipio, pues así lo atestiguan toda una serie de dibujos realizados en la bóveda que cubre la planta baja de la Torre del Homenaje. En la actualidad, el castillo supone un importante reclamo turístico para el municipio, lo que favoreció que en el año 2013 fuese restaurada la Torre Campanario. No lo pudimos visitar por dentro al encontrarse cerrado.

Torre de Mengíbar

A 32 kilómetros podemos ver la Torre de Mengíbar que es la torre del homenaje del antiguo castillo de Mengíbar, en la provincia de Jaén, siendo lo único que se ha conservado de dicho castillo del siglo XIII. Se sitúa en el casco antiguo de dicha localidad, en la Plaza de la Constitución. Fue restaurada en el año 1982 y tiene más de 20 m de altura. Por una puerta de entrada al Este se accede a una habitación cuadrada cubierta con bóveda vaída de ladrillo. Un poco desviado del centro, en el suelo, se abre un pozo de agua del aljibe que es circular, excavado en la roca. Por una escalera empotrada en los muros norte y Oeste se accede a la primera planta que encierra una habitación cuadrada de 7,45 metros de lado. Se cubre con una bóveda de ladrillos iguales, ligeramente apuntada, que apoyan sus perfiles en dos arcos apuntados, de piedra y ladrillo. Estos se estriban en los muros Norte y Sur. La luz se recibe de saeteras abiertas en el centro de cada muro. Empotrada en el muro sur asciende la escalera que va a la segunda planta. Es idéntica en disposición a la primera, si bien los arcos se apoyan en los muros Este y Oeste. En el muro Este hay un balcón, antes amatacanado, que cuidaba la entrada de la torre que queda en su vertical. A este balcón se accedía por dos estrechos pasillos adintelados que presentan falso arco de ladrillo apuntado en el interior. En el suelo de la primera planta, cerca de los rincones, empotrados en el suelo, hay cuatro grandes tinajas cerámicas de 1,20 metros de profundidad. Están metidas en el espesor de la bóveda subyacente, que es la cubierta de la planta baja. En la segunda planta hay otras cuatro tinajas, de menor tamaño que las anteriores. Todas ellas sirvieron para almacenar granos o líquidos.

Castillo de Baños de la Encina

Castillo de Baños de la Encina

Castillo de Baños de la Encina

Seguimos en la provincia de Jaén y visitamos el Castillo de Baños de la Encina, Castillo de Burgalimar o Castillo de Bury al Hamma. Se encuentra en una zona estratégica, justo a la entrada del valle del Río Guadalquivir y, por lo tanto, de Andalucía. Fue el califa Alhakén II (hijo del rey Abderramán III) a quien se le atribuyó su construcción a raíz de la transcripción de una lápida fundacional depositada en el Museo Arqueológico Nacional, que resultó ser originario del Castillo de Talavera de la Reina. Según la teoría tradicional omeya, los trabajos de construcción de la fortaleza se iniciaron en 9682 (año 357 de la Hégira), como lo demuestra una inscripción grabada en la puerta, cuyo original se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Según las crónicas de la época, el califa ordenó levantar varios recintos vastos fortificados de idénticas características a lo largo de todo el camino que conducía de Sierra Morena hacia Córdoba, con el fin de alojar a sus tropas (esencialmente compuestas por mercenarios magrebíes) que se dirigían hacia el Castillo de Gormaz (provincia de Soria), al norte de al-Ándalus, para llevar a cabo razias contra los reinos cristianos. No obstante, esta línea de fortificaciones no iban dirigidas a objetivos defensivos, pues el país atravesaba entonces por un largo período de paz.

Castillo de Baños de la Encina

Castillo de Baños de la Encina

Azulejo pintado

Tras diversas luchas entre cristianos y musulmanes en las que el castillo pasa de unas manos a otras repetidas veces, Fernando III reconquista el sur peninsular y así el castillo pasa a manos cristianas en 1225. El rey lo cede al arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, y su defensa y guardia es confiada a la Orden de Santiago. Poco tiempo después, Fernando III integra el pueblo de Baños de la Encina en la jurisdicción de la ciudad de Baeza, de la que dependerá hasta 1626, fecha en la que Baños de la Encina obtiene la condición de villa. En 1458, en pleno período de disputas nobiliarias en Castilla, Enrique IV cede la fortaleza a su condestable, Miguel Lucas de Iranzo. La decisión provoca el rechazo y malestar de la población, que se niega a cambiar de jurisdicción. En 1466, el regidor de Baeza toma el castillo y lo devuelve a los partidarios del rey. Es en aquella época, con la construcción de la Torre del Homenaje alrededor de uno de los bastiones originales musulmanes, cuando se modifica la fisonomía de la fortaleza. Previamente, en el siglo XIV habría sido reorganizado el espacio interior, con la edificación de un pequeño fortín sobre la plaza de armas, protegido por una muralla interior.

Castillo de Baños de la Encina

Castillo de Baños de la Encina

Azulejos junto al Castillo de Baños de la Encina

Durante la invasión napoleónica, las tropas francesas se apropian del castillo, que sufrió las consecuencias de su ocupación, y desde entonces hasta 1828, el patio del castillo serviría de cementerio parroquial. A este castillo se le conoce también como "la fortaleza de los siete reyes", puesto que en él estuvieron más o menos tiempo, Alfonso VII, Alfonso VIII, Alfonso IX, Pedro II, Sancho VII, Fernando III y Fernando el Católico. Es el segundo castillo más antiguo de Europa. Al encontrarse cerrado no pudimos visitar el interior.

Arco de los Benalúa

El Arco de los Benalúa se encuentra al lado del Castillo de Baños de la Encina. Pertenece a la entrada del patio principal de una de las caserías que llevaron a cabo durante los siglos XVI y XVIII la introducción industrial del cultivo del olivar en la campiña. Posee a un lado un arco de medio punto flanqueado por pilastras y rematado por cornisas y al otro lado presenta un arco rebajado.

Desfiladero desde el  Mirador los Órganos Despeñaperros

Mirador los Órganos Despeñaperros

 

Órganos Despeñaperros

Una de las paradas imprescindible es el Mirador los Órganos Despeñaperros. En la provincia de Jaén existen varios miradores y este es uno digno de visitar. El Parque Natural de Despeñaperros es mucho más que un lugar de paso. Es un desfiladero fascinante, un parque natural lleno de valores ecológicos y un escenario histórico donde se desató una de las más importantes batallas de la historia de España. Este monumento natural de Los Órganos es uno de los lugares más destacados de Despeñaperros. El paisaje es espectacular, donde se alzan un conjunto de enormes columnas de roca que se asemejan a los tubos de un órgano de una gran catedral. Aumenta la belleza de este paraje el contraste cromático del gris de las rocas con el intenso amarillo y anaranjado de las diferentes especies de líquenes que aquí sobreviven y el volar de los muchos buitres leonados que tienen aquí sus nidos. Hace 500 millones de años toda el área estaba cubierta por el mar, aunque con poca profundidad, por lo que fue rellenándose de arenas y arcillas traídas por los ríos que allí desembocaban desde la meseta ibérica. Fue hace 300 millones de años cuando las fuerzas de la tierra hicieron emerger estas tierras y desde entonces, la erosión del río, las lluvias y el viento han ido esculpiendo el relieve, creando hermosas formas como estos órganos. El Desfiladero de Despeñaperros ha sido lugar de asentamiento de muchas civilizaciones. En este monumento, el hombre prehistórico dejó un importante legado en forma de pinturas rupestres. Restos de otras civilizaciones, como la Íbera, se pueden contemplar en el Collado de los Jardines. Muy cerca, está la aldea de Tolosa, donde tuvo lugar la conocida como Batalla de las Navas de Tolosa, punto de inflexión en la conquista cristiana sobre el dominio musulmán. También estas tierras fueron escenario de hechos destacados en la Guerra Civil española y de la Independencia frente a los franceses.

Altar mayor de la Ermita de las Virtudes

Cúpula de la Ermita de las Virtudes

Cúpula de la Ermita de las Virtudes

Ahora cambiamos de provincia, nos encontramos en la de Ciudad Real, perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla - La Mancha. Visitamos Santa Cruz de Mudela para ver su plaza de toros y el Santuario de las Virtudes. Es un conjunto de Ermita y plaza, pues se encuentran unidas.  Este conjunto es declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1981. La ermita fue construida en tres etapas, el presbiterio y una pequeña nave, fue construida en el siglo XIV. La prolongación de la nave principal, con su espléndida techumbre mudéjar, data del siglo XV o XVI, mientras que a finales del siglo XVII principios del XVIII, se construyó y pintó todo lo demás. La verja de madera que separa la capilla mayor del resto del edificio, se construyó en el año 1707, las gradas del altar mayor, que son de mármol de las canteras de origen romano existentes en el enclave, se hicieron en el año 1699, la cúpula o media naranja fue construida en el año 1711, mientras que las pinturas se realizaron en 1715 y 1716, en ellas se representan distintas escenas de la vida de Nuestra Señora junto con símbolos del antiguo testamento como el arca de la alianza, la fuente sellada, o el huerto cerrado.

Pinturas de la Ermita de las Virtudes

Pinturas de la Ermita de las Virtudes

Pinturas de la Ermita de las Virtudes

Pila bautismal

La planta, que es de una sola nave, con dos puertas, la principal y la que da acceso a la Plaza de Toros, tiene 30 metros de largo por 7 de ancho, y en su interior destacan una espléndida techumbre mudéjar del siglo XV o XVI y una pila bautismal decorativa en la que se mezclan restos romanos, un mortero en su parte superior y, un pulvino (adorno de monumento funerario) en la inferior. El camarín se construyó en 1699. Sus pinturas fueron sufragadas por Don Bartolomé Nieto de Lamo y su esposa Doña Jerónima de Lamo Rodero y son consideradas las mejores pinturas del barroco de Ciudad Real. Las pinturas del techo son de tipo iniciático y se han atribuido a Antonio Palomino, discípulo de Lucca Giordano, en ellas se representan las tres virtudes teologales y las cuatro cardinales, en el centro se representa la coronación de Nuestra Señora. Como dato curioso observamos que al entrar la ermita se encuentra en penumbra, para fotografiar el techo tengo que emplear el flash de la cámara, por lo que pierdo calidad en las fotografías, sin él no se puede ver nada, fotografío a ciegas. Al salir observo en la pared del lateral izquierdo un monedero electrónico con un botón. Hay que meter 1 euro para poder activar la luz, ninguno de los dos disponíamos de esa moneda.

Placas en la plaza de toros

Una de las puertas de la plaza con la fecha grabada

Lado norte pegado a la Ermita

Plaza de toros

Columnas visigóticas de la galería norte

Plaza de toros

La plaza de toros tiene la particularidad de ser cuadrada, y es considerada como la más antigua de España, data al menos del año 1645. Está declarada conjunto histórico desde 1981. Destacan en ella la belleza de su cerramiento porticado, sobre zapatas de madera que descansan en pies derechos de columnas de piedra o madera, con cierta semejanza al estilo del patio de comedias de Almagro. Se cree, por investigaciones recientes, que la plaza en su inicio fue toda de galerías porticadas, siendo en el siglo XIX cuando se construyeron los graderíos de tres de sus lados. Las columnas que sostienen la galería norte son de época visigótica. Esta plaza también fue utilizada como corral de comedias, dándose allí los espectáculos de titiriteros y comediantes que pasaban por la zona de Castilla La Mancha. La plaza fue restaurada por el Ministerio de Cultura en 1984. Se celebran corridas de toros dos veces al año; el día de San Marcos (24 de abril) y la festividad de la Virgen (8 de septiembre). El color de la madera de las galerías altas, puertas y de las barreras se llama almagre  y proviene del árabe almáḡra “tierra roja”.

Estatua de Don Quijote y Sancho

Estatua de Don Quijote y Sancho

Nos dirigimos a Villarta de San Juan, dentro también de la comarca de La Mancha. El nombre Villarta de San Juan tiene origen en una antigua fortificación defensiva de la Orden de San Juan, en los cercanos Altos de Zambrana, cuyo nombre «Villa Harta», significaba villa apretada, acercada o amurallada. La población es de origen romano y se desarrolló en torno a la vía que unía Toletum con Laminio. Habíamos visto al inicio del viaje una estatua de Don Quijote y Sancho que nos quedaba del otro lado de la autovía en Villarta, así que la dejamos para el regreso. Es una estatua en la ruta literaria del Quijote, lástima que dieran con ella los grafiteros y la emborronaron con sus estupideces. De todas formas, como era ya una hora tardía y aprovechando el contraluz, las fotografías no han quedado mal del todo. Por otra parte, en Villarta hay algo muy interesante que ver, un puente romano reformado en época de Felipe II, tiene 300 m de largo por 5 de ancho con 36 ojos y dos apartaderos de grandes dimensiones. Junto a este se encuentra otro de finales del siglo XVIII.

Molinos de viento de Puerto Lápice

Al día siguiente emprendemos el camino hacia Puerto Lápice. En la obra Cervantina se cita esta población en cuatro ocasiones. Debe su nombre al puerto que se forma entre la Sierra Calderina y las primeras estribaciones de los Montes de Toledo, un paso natural de la ruta comprendida entre el centro y el sur de la Península. El nombre de Puerto Lápice proviene del subsuelo sobre el que se asienta, que es de piedra lapicea (portus lapidis). La denominación más antigua del pueblo que se conoce es la de Ventas de Puerto Lápice, también llamado a veces Puerto Lápiche debido a las numerosas ventas que durante siglos dieron aposento a los viajeros en estas tierras de paso y que servían de puerta de entrada o salida hacia diferentes rutas de la comarca. Se cree que el origen de Puerto Lápice se remonta a la época de conquista romana, si bien podría ser un pueblo íbero como ocurre con la cercana Consuegra. Se supone que el emperador Trajano se alojó durante una temporada, a mediados de un viaje, en un tal Castillo del Foso, en el que se alojó el emperador Trajano durante un viaje a la zona. Sobre los restos de este castillo se construyó la Posada del Rincón, que aún se conserva y se puede visitar. En el siglo XVI, Puerto Lápice estaba formado exclusivamente por unas pocas posadas y ventas que servían para el hospedaje de los viajeros, sobre todo para los mercaderes de seda que se dirigían hacia Murcia.

Venta del Quijote

Venta del Quijote

Venta del Quijote

Venta del Quijote

Venta del Quijote

Venta del Quijote

En 1605 Miguel de Cervantes publicó la I Parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, y en el segundo capítulo de su ilustre obra el autor madrileño elige Puerto Lápice como escenario en el que iniciar las aventuras de Don Quijote “por ser un lugar muy pasajero”. Es en una de sus ventas donde el hidalgo D. Alonso Quijano será armado caballero, en una delirante ceremonia organizada por el ventero y los inquilinos. Así, Puerto Lápice logró pasar a formar parte del imaginario de la literatura universal. En 1774, Carlos III le concedió a la villa una parroquia y un juzgado. Por estos años, existían por lo menos 4 ventas, lo que demuestra la importancia que siempre ha tenido Puerto Lápice como lugar de parada y fonda en la ruta Madrid - Andalucía, pero no será hasta el año 1874 cuando Puerto Lápice se independice definitivamente de Herencia. A pesar de lograr independizarse, el municipio no dispondrá de un edificio municipal propio hasta bien entrado el siglo XX. Hasta entonces, las reuniones de la Corporación tenían lugar en las viviendas particulares de los vecinos más destacados. Puerto Lápice y su situación estratégica fue el motivo de que las tropas napoleónicas, en su invasión hacia el sur de la península durante el año 1812, causaran importantes daños en los edificios de la zona. No lograron tomarla, ya que, acorde con los registros de aquella época, los porteños lograron impedir la conquista de Puerto Lápice con su valor y empeño. Puerto Lápice es una localidad de morfología alargada en torno al histórico camino empedrado, con casas encaladas y construcción manchega que incrementa la sensación de que la zona ha sufrido un místico embrujo literario. Las ventas que dieron origen a la población mantienen aún su estructura y hasta algunas recrean en sus patios los encuentros y acontecimientos que tuvieron lugar en la obra magna de Cervantes. Seguramente estas ventas sean su principal atractivo turístico, debido a su peculiar forma de caserones enormes que rodean un patio central adornado con un pozo, con establos y con mesones. Las mejor conservadas son la Posada Dorotea Jiménez, la Venta del Rincón y la Venta del Quijote, actualmente reconvertida en un restaurante y en sala expositiva de litografías y láminas sobre el Quijote.

Plaza de la Constitución

Plaza de la Constitución

Plaza de la Constitución

Plaza de la Constitución

Plaza de la Constitución

Muy cercana se encuentra la Plaza de la Constitución, ágora de paisanos y caminantes que sorprenderá por sus soportales abiertos de madera apoyados en zapatas y pies derechos, pintados de almagre. La Plaza Mayor o Plaza de la Constitución merece una mención detallada, es una bella plaza manchega que posee dos alturas de soportales de madera pintada de color almagre. Tanto los vecinos, ancianos y jóvenes, como los visitantes se reúnen en la Plaza de la Constitución para pasear, charlar o simplemente disfrutar de la tarde. Además, es el lugar donde se celebran las fiestas locales, los bailes tradicionales y hasta funciones de teatro, ya que su forma es reminiscente de las de los corrales de comedias.

Iglesia  de Nuestra Señora del Buen Consejo y San Antón

Iglesia  de Nuestra Señora del Buen Consejo y San Antón

La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Buen Consejo y San Antón, al lado de la Venta del Quijote, templo renacentista de una única nave con crucero y un presbiterio semicircular. Fue construido en el año 1859. Su principal atractivo son sus elementos neorrománicos, como las arquivoltas de la entrada o su impresionante nave central, de más de veinte metros de largo por seis de ancho. Las vidrieras de sus muros, con sus motivos religiosos, llenan de luz y color su interior. Frente a Puerto Lápice podemos ver la Sierra de la Serranilla, en la que se encuentran tres molinos de viento que datan de 1925 y de 1953, actualmente recuperados.

Bancos con textos del Quijote

Bancos con textos del Quijote

Bancos con textos del Quijote

Bancos con textos del Quijote

Noria

Frente al Ayuntamiento (que se encuentra en la parte sur de la plaza) existen unos pequeños y bonitos jardines que rodean una antigua noria, en los bancos podemos ver y leer pasajes del Quijote.

Rincón de Puerto Lápice

Rincón de Puerto Lápice

Dibujo en azulejo

Dibujo en azulejo

Entrada a la Biblioteca Municipal

Dibujo en Azulejo

Dibujo en Azulejo

Puerto Lápice es parada obligatoria para el que circula por La Mancha, está lleno de detalles muy bonitos, casas encaladas, tranquilidad y posadas donde poder refrescarse.

Queso Manchego Artesano

No podemos marchar del lugar sin adquirir un buen Queso Manchego curado elaborado con leche de oveja de raza manchega, en la calle principal hay una carnicería que los vende artesanos con denominación de origen, una delicia.

Consuegra y el Cerro Calderico

Seguimos en la comarca de La Mancha, pero cambiando de provincia, pues nos dirigimos a Consuegra, en Toledo. El cerro Calderico (donde se encuentran los molinos de viento), sirvió de núcleo de asentamiento de poblaciones nómadas desde los tiempos de la trashumancia prehistórica. Hoy los escasos restos del viejo poblado celtíbero que han llegado hasta nosotros en el cerro (lienzos de murallas), son las pruebas de ese primer asentamiento fijo y continuo de nuestra historia, que comenzó con un castrum celtíbero allá por los siglos VI o V a.C. Este castrum serviría de asentamiento a una población estable dedicada en gran parte a la ganadería y al comercio con productos derivados. Al llegar los romanos se abandona el cerro Calderico y se construye el poblado en su base. En el periodo califal se construye una pequeña fortificación en lo alto del cerro y una mezquita. En el año 1097 se enfrentaron los cristianos y musulmanes en la Batalla de Consuegra. El resultado fue la victoria de los almorávides sobre las tropas del rey Alfonso VI, así como la muerte del hijo del Cid Campeador. La conquista cristiana se produjo en el siglo XII, pasando la región a manos de la Orden de Malta. En el Castillo de la Muela instalaron la capital del Priorato en Castilla.  Tras la Batalla de Alarcos y la Batalla de las Navas de Tolosa comenzó un proceso de repoblación. La Orden de Malta otorgó fuero a Consuegra, creando a su alrededor numerosas poblaciones dependientes de la capital del Priorato. El título de Muy Leal fue concedido tras la Guerra de las Comunidades, cuando permanecieron fieles al emperador Carlos V. El hijo de Felipe IV, Don Juan José de Austria, residió en el Castillo de la Muela como Gran Prior de la Orden Hospitalaria de San Juan. Otra Batalla de Consuegra se desarrolló durante la Guerra de Independencia, a principios del siglo XIX. Las tropas francesas vencieron al ejército comandado por el Duque de Albuquerque. Poco después se produjo la Desamortización de Mendizábal, siendo expulsada la Orden de Malta de España. El 11 de septiembre de 1891, una riada del Amarguillo causó casi 400 víctimas mortales y la pérdida de construcciones de interés histórico. En los últimos tiempos se han reconstruido todos los monumentos, gracias a eso, hoy Consuegra es una de las localidades más visitadas de La Mancha. El término “Consuegra” se deriva de la antigua ciudad preromana de Consabura que significa "la confluencia del río Sabo". Sabo sería el antiguo nombre del río Amarguillo.

Castillo de Consuegra

Castillo de Consuegra

Murallas del castillo

Murallas del castillo

Castillo de Consuegra

Castillo de Consuegra

Murallas del castillo

Con más de ochocientos años de antigüedad, el castillo de Consuegra es una fortaleza de gran singularidad y atractivo, no solo por el lugar donde se halla, desde donde se divisa La Mancha y sus molinos, sino por su rica historia y arquitectura vinculada estrechamente con la Orden de San Juan de Jerusalén. Aunque los orígenes de este castillo se remontan a una fortaleza musulmana de periodo califal (siglo X), el aspecto que apreciamos hoy en su estructura es debido a la impresionante obra de arquitectura militar que los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén pusieron en pie, tras la cesión por Alfonso VIII de la antigua fortificación y el alfoz de Consuegra a la Orden. Fueron ellos los encargados de esta fortaleza, sorprendentemente similar al Crac des chevaliers ubicado en Siria (también perteneciente a la orden hospitalaria), cuyas importantes innovaciones en su traza, como el imponente núcleo central, con 4 torres semicirculares ubicadas en el centro de cada uno de los lados del cuadrado que compone el castillo, lo dotan de un aspecto vigoroso e inexpugnable. A esto, hay que añadirle otros elementos defensivos como los muros artilleros, las antemurallas o bragas, las troneras, los merlones y hasta cuatro portones de acceso. En su interior cuenta con un interesante sistema de abastecimiento de agua, conserva la prisión prioral, así como la capilla, la sala de archivos y quizá la estancia más importante: la sala capitular. El castillo, como todos los monumentos y edificios, sufrió transformaciones, reformas y restauraciones, los usos se adaptaron a las necesidades y cambios sociopolíticos del momento. Vivió su esplendor durante los siglos XIII y XV y, aunque continuó habitado, fue sufriendo un paulatino, pero inexorable proceso de abandono hasta su definitivo ocaso con la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX. Finalmente, tras la voluntad y perseverancia de los habitantes de Consuegra, el castillo fue restaurado poco a poco con el fin de devolverlo a su antiguo esplendor. Se le ha calificado como uno de los castillos mejor conservados de Castilla - La Mancha.

Molino de viento de Consuegra

Molino de viento “Bolero”

Molino de viento “Bolero” y pueblo de Consuegra

Molino de viento “Bolero” y pueblo de Consuegra

Molino de viento de Consuegra

Molino de viento de Consuegra

Molino de viento “Sancho”

Molino de viento “Sancho”

Símbolo de Consuegra y de La Mancha, los molinos de viento coronan el cerro Calderico dibujando una estampa absolutamente única. Universales gracias al Quijote, es imposible pararse frente a ellos sin imaginar las andanzas del hidalgo y visualizar un Cervantes inspirado que, buen conocedor de la zona, quiso plasmarlos en su novela. Hay pocas imágenes tan asombrosas y gráficas como contemplar uno de los conjuntos molineros más grandes y mejor conservados de España. Enclavados en lo alto del cerro para aprovechar mejor las corrientes de aire que otorgan las elevaciones, estos doce gigantes han vigilado desde lo alto el devenir de Consuegra y sus gentes. Algunos, con una antigüedad que se remonta al siglo XVI, han sido absolutamente vitales e imprescindibles para el desarrollo de la comarca, pues la ausencia de corrientes constantes de agua (La Mancha proviene del árabe y puede tener una traducción similar a “tierra seca”) impedían el establecimiento de molinos fluviales. Esto, unido a la gran producción cerealista de la zona, desembocó en la necesidad de instalar ingenios industriales que pudiesen facilitar la transformación del trigo u otros cereales en harinas y piensos.

Molino de viento de Consuegra

Molino de viento de Consuegra

Molino de viento de Consuegra

Molino de viento de Consuegra

Molino de viento de Consuegra

Molino “Espartero”

Molino de viento de Consuegra

De los trece molinos que había originalmente, se han recuperado 12, que son los que se puede disfrutar hoy en la localidad. Cada uno con nombre propio, muchos están dedicados a temática manchega, otros, en cambio, evocan capítulos del Quijote. Su historia es también el empeño de un pueblo volcado en la recuperación de su pasado a través del patrimonio, patrimonio que ha dejado de ser exclusivamente consaburense para formar parte de todos los que lo visitan a diario. Subiendo el cerro, los primeros molinos que encontramos son: Mambrino, Bolero, Vista Alegre, Sancho y Mochilas. En “Bolero”, reconvertido en tiendecita, puedo comprar unos botellines de agua fría que me saben a gloria y charlar un poco con el simpático propietario mientras me ofrecía un trocito de queso Manchego. Sobrepasando el Castillo de la Muela están: Alcancía, Cardeño, Chispas, Caballero del Verde Gabán, Rucio, Espartero y Clavileño. Cinco conservan la maquinaria en funcionamiento: Bolero, Espartero, Mochilas, Rucio y Sancho, y algunos propietarios muestran el interior y su mecanismo abonando una entrada. En el molino Rucio se hacen moliendas todos los días, como parte de visitas guiadas en compañía del molinero. Junto a Rucio está el molino Caballero del Verde Gabán, convertido en gastromolino.

Plaza Mayor de Tembleque

Molinos de viento de Tembleque

Molinos de viento de Tembleque

Molinos de viento de Tembleque

Molinos de viento de Tembleque

Molino de viento de Tembleque

Molino de viento de Tembleque

Molino de viento de Tembleque

Seguimos en la provincia de Toledo, ahora en Tembleque, población que conserva una de las plazas mayores más hermosas de la Mancha. La historia de Tembleque está ligada a la de la ciudad de Toledo. Por su situación geográfica, se asocia la villa de Tembleque al territorio carpetano, romanizado a partir del 193 a. C. año en que es conquistada Toletum (Toledo). Con el declive de Roma, la región será ocupada por los visigodos y en el 711 por los ejércitos musulmanes; tras la toma de Toledo por Alfonso VI, en 1085, fue conquistada por las tropas cristianas y puesta bajo el dominio de Consuegra. Hacia 1183, el rey Alfonso VIII dona Consuegra y todo su territorio a la orden de San Juan de Jerusalén. Tras la batalla de las Navas de Tolosa, el prior de la Orden de San Juan de Jerusalén en 1241 le concede la Carta Puebla. En 1509 la Reina Juana le otorga la condición de Villa. El principal atractivo de la villa es su Plaza Mayor, declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico. Es una edificación característica de la Mancha, cuadrada, con pórticos de columnas de granito y corredores en la planta superior, con soportales y ornamentación realizada en madera. Es una típica plaza del siglo XVII, de la época de Cervantes, diseñada para cumplir una doble función, la pura urbanística y centro de la vida de la población y la de plaza de toros, por lo que los corredores en sus dos alturas superiores son abiertos. En uno de los lados está el Ayuntamiento, construido en 1654; el acceso principal está cubierto por dos torrecillas a cuatro aguas.

Molino de viento de Tembleque

Molino de viento de Tembleque

Molino de viento de Tembleque

Molinos de viento de Tembleque

Molino de viento de Tembleque

Molinos de viento de Tembleque

Esquema de un molino de viento de La Mancha
 A las afueras, en una colina, podemos ver dos molinos de viento restaurados de finales del siglo XVI y otro en ruinas. Se puede llegar hasta ellos en coche sin problemas. Como vemos tienen cuatro largas aspas que llegan a medir 11,5 metros. El esqueleto es de forma enrejada de madera que luego se cubre con una lona para que el aire las pueda mover. Desconocemos porqué el mástil de estos molinos está aserrado. Ese mástil sale del tejado, del lado opuesto a las aspas y se apoya en una estructura en el suelo para poder manejarlas. Sujetándolo con las manos o ayudándose del asno que tiene el molinero, este largo palo lograba girar el tejado y, de este modo, situar las aspas del modo más idóneo para que el viento pudiese moverlas con la mayor fuerza y velocidad posible. Debemos de suponer que han sido serrados por estar el lugar fuera de vigilancia, aunque podrían haber sido fijados de forma definitiva y así evitar que cualquiera pudiera manipularlos, en vez de mutilar este importante patrimonio.

Castillo de Puñoenrostro

Castillo de Puñoenrostro

Visitamos el Castillo de Puñoenrostro que se encuentra en Seseña, provincia de Toledo. Este castillo fue defensor del caserío de Puñoenrostro, despoblado desde fecha remota. Está fechado en el siglo XIV y fue cedido por Enrique IV a Diego Arias de Ávila, su contador y secretario. Nombrados condes de Puñoenrostro sus sucesores bajo Carlos I, en 1862 lo vendieron con su dehesa. Subsiste este original edificio, del que la torre del homenaje es la mayor parte de su construcción. Además del ancho foso que le rodea, excavado en el cerro, y de un antemuro muy destruido ya, es un cuerpo cuadrado de unos 40 metros de lado, con un recinto exterior de casi 7 metros de anchura. Doce tienen de alto las murallas, ya sin coronamiento, unidas en las esquinas con cuatro torres circulares cuyo remate, algo saliente, apoya sobre originales canes cuadrados. El acceso principal ubicado al este. La puerta, que tuvo puente levadizo, se abre al sur entre dos cubillos. En este acceso había un puente levadizo que ahora ha sido sustituido por uno fijo, sobre el foso que rodea al castillo. Al lado opuesto está la torre mayor, que sobresale siete metros fuera del recinto principal y que se eleva, cuadrada y recia, protegida por cubillos en los ángulos, 35 metros nada menos, por dieciocho de lado. Una hilera de canes, en gran parte desaparecidos, sustentaban un almenaje volado. El interior se arruinó también, excepto bóvedas en los pisos de la torre; quedan, también, tres caballerizas subterráneas. El nombre hace referencia a la crueldad de los Condes con sus vasallos, a los que trataban a golpes o a la rudeza de los mozos que habitaban en el castillo y sus continuas disputas. A puñadas. Es de propiedad privada e incomprensiblemente no se puede visitar al permanecer siempre cerrado. El castillo catalogado como Bien de Interés Cultural debería abrirse al público cuatro días al mes de forma gratuita en cumplimiento de la legislación regional en materia de Patrimonio Cultural.

Castillo de Arévalo

Castillo de Arévalo

Castillo de Arévalo

Castillo de Arévalo

Ahora nos encontramos en el Castillo de Arévalo (Ávila). Recordar la historia de este castillo supone viajar a lo largo de más de 600 años por la historia de España. Baluarte defensivo del siglo XV, sus muros y estancias sirvieron largos años como residencia de nobles, prisión e incluso cementerio. Abocado al olvido, su destino cambiaría radicalmente cuando en 1952 se decidió instalar en el recinto un granero para el Servicio Nacional del Trigo, que permaneció en funcionamiento hasta 1977. Desde entonces, la vinculación del edificio con la Administración ha hecho posible su rehabilitación y consolidación, otorgándole nuevas funciones como museo de cereales, centro de reuniones y, actualmente, como centro expositivo. Edificado a mediados del siglo XV por orden de Don Álvaro de Zúñiga, Duque de Arévalo, la fortificación se levantó sobre los restos de una puerta del recinto amurallado de la villa de Arévalo del siglo XII. Su importancia arquitectónica se encuentra en su avanzado diseño, considerado modelo de transición entre los castillos medievales y las fortalezas defensivas de siglos posteriores. Posiblemente, se trata de la primera estructura de Castilla de estilo mudéjar, reconocible como tal por su planta pentagonal irregular, similar a una punta de flecha o baluarte. En su estructura destaca el tamaño de las cañoneras, del que no existe ejemplo alguno en otro lugar de España antes de finales del siglo XV, el matacán falso corrido sobre la cornisa decorada con arquillos apuntados, la gran cantidad de huecos en las paredes para defensa y las impresionantes troneras rasantes de las almenas. Durante las excavaciones realizadas en la primera década del siglo XXI en los terrenos anexos al edificio, se documentó la existencia de importantes restos arqueológicos: una barrera artillera, un baluarte y un antiguo foso que protegían la entrada en la parte que daba al pueblo.

Vista de Arévalo

Entre los siglos XIV y XVI, la villa medieval de Arévalo fue elegida por reyes y nobles como morada o centro de negociaciones. Amurallada y estratégicamente protegida por los fosos naturales de sus ríos, ofrecía gran seguridad. En este periodo tuvieron lugar las décadas más notables de su historia, convirtiéndose en una de las villas más importantes de Castilla y un destacado foco económico, urbano y de población.

Puente y Arco de Medina

Puente y Arco de Medina

El Puente de Medina, sobre el río Arevalillo, es una de las obras civiles más destacadas de la localidad y se compone de tres arcos ligeramente apuntados de triple arquivolta, es del s. XIV. El Arco de Medina, al pie de este puente, fue levantado como arco conmemortivo, en el año 1769 y en él todavía prevalece la impronta de las construcciones mudéjares. Tiene declaración de Bien de Interés Cultural, el conjunto formado por el Puente y Arco de Medina y la iglesia de S. Miguel.

Ermita  de la Virgen del Camino

Ermita  de la Virgen del Camino

A la salida de Arévalo podemos ver la Ermita de la Virgen del Camino. Tal y como informa la inscripción que recorre el frente de este pequeño templo, la ermita erigida a la Virgen del Camino “la caminanta” fue mandada construir en el año 1530 por Miguel Sánchez, regidor de la villa, junto al camino que da acceso a esta, atravesando el puente mudéjar de Medina. Se trata de un humilladero renacentista con sencilla planta rectangular y esbelta proporción, construcción con mampostería y refuerzo de sillería en los esquinales. Sus muros quedan abiertos a base de unos singulares vanos recorridos por balaustres decorados con hojas que recuerdan modelos empleados en el castillo de Narros de Saldueña y en la salmantina Casa de las conchas. En su fiesta, celebrada el tercer fin de semana de junio, la imagen que en ella se venera se traslada en romería a la iglesia de San Juan para retornar al día siguiente. La fiesta, recuperada en 1928, es una de las más populares de la provincia. Desde 2005, y tras cinco siglos siendo una hermandad masculina, aprobó la incorporación de mujeres.

Castillo de Tiedra

Castillo de Tiedra

El Castillo de Tiedra o de los Téllez de Meneses se encuentra en esta localidad de Valladolid, perteneciente a la comunidad de Castilla y León. Está Tiedra en la comarca de los Montes Torozos, sobre un espigón dominando el valle del Duero hacia Toro. Se trata de un antiguo núcleo, con importantes restos de la Edad del Hierro y la época romana. La primera mención al Castillo de Tiedra se remonta al reinado de Sancho II de Castilla, cuando este ordena a Rodrigo Díaz de Vivar (el Cid Campeador) que se entreviste con su hermana Doña Urraca para que cediese la ciudad de Zamora a cambio de Medina de Rioseco y el infantado de Valladolid incluyendo el castillo de Tiedra. El Cid no consigue la capitulación de Doña Urraca y Sancho II se ve obligado a sitiar la ciudad de Zamora, muriendo en este sitio. En la separación de los reinos tras la muerte de Alfonso VII, Tiedra pasó a manos leonesas, pero pronto volvió a poder castellano, ya que Alfonso IX se lo entregó a Doña Berenguela en compensación tras su divorcio. En 1285 Sancho IV de Castilla donó la villa de Tiedra a Don Pedro Álvarez de Asturias, junto con otras posesiones, que heredaría su hija Teresa Pérez, que se casó con Alfonso de Meneses, por lo que finalmente Tiedra pasó a manos de la poderosa familia castellana de los Meneses. Tras la muerte del último Meneses, sin descendencia, el rey otorgó sus posesiones a la familia de los Alburquerque. Leonor de Alburquerque, se casó con el Infante Fernando de Antequera y fue la madre de los Infantes de Aragón, a quienes el rey Juan II confiscará la Villa en 1430. A mediados del siglo XV, Juan II entregó la villa a Don Pedro Girón, con lo cual pasará a formar parte de la Casa de Osuna, como confirmarán los Reyes Católicos después de la batalla de Toro en 1476. En posesión de esta familia estará hasta el siglo XIX. El ayuntamiento compró la fortaleza en el año 2004.

Primer piso del castillo

Sótano del castillo

Panel del segundo piso del castillo

Ventana del castillo

Vista de Tiedra desde la torre

Vista de los campos desde la torre

Vista de los campos desde la torre

Entrada a la torre del castillo

Detalle de la torre y muro

La estructura del castillo es muy simple, con una torre cuadrada protegida por una muralla almenada, con tres cubos en tres de sus lados, de los cuales uno se encuentra actualmente en ruinas. Parece que el castillo aprovecha en origen dos tramos de la antigua cerca (los lienzos norte y oeste). La torre, que hoy se nos muestra como una construcción exenta en el centro de la fortificación, en origen estuvo intramuros. Es de planta cuadrada, tiene una altura de 28 metros y un ancho de 11 por 9 metros. Posee una planta subterránea, otras 4 plantas, una de ellas abovedada y una azotea. Todas visitables. Parece que podría situarse en los años finales del siglo XIII o inicios del XIV, por las ladroneras superiores, la bóveda de arcos fajones y el acceso a la escalera, si bien hay autores que han sugerido la posibilidad de una mayor antigüedad para esta torre, de alrededor del año 1200.

Bóveda del recinto interior del castillo

Bóveda del recinto interior del castillo

Ventana del castillo

Panel

Entrada a la primera planta de la torre

Acceso exterior a la primera planta de la torre

Matacanes en la torre

Entrada al recinto del castillo

Puerta de entrada y puente levadizo

Al año 1200 deben corresponder las puertas de acceso, una a nivel del suelo y otra elevada. La construcción de los lienzos sur y este, aisló la torre del resto del recinto amurallado. Una inscripción en la torre sureste -Era de 1326- parece fechar en el siglo XIV esta intervención. Finalmente, la desaparición de la muralla hizo al castillo mostrarse con su aspecto actual, como una fortaleza aislada y exenta. Cobran entrada por la visita al castillo y está ambientado como atracción turística con réplicas de armaduras, soldados, reos en las mazmorras, etc.

Ruinas de la Iglesia de San Pedro

Desde la torre del castillo se pueden ver las ruinas de la Iglesia de San Pedro. Esta iglesia data del siglo XVI, con añadidos del siglo XVII. Sin embargo, la espadaña de su campanario se apoya en ménsulas que formaban parte de la muralla medieval de la villa. La Iglesia de San Pedro tenía tres naves separadas por pilares cilíndricos y arcos rebajados. El ábside estaba cubierto por una bóveda gallonada y la capilla mayor se abría con un arco de medio punto y se apoyaba en columnas toscanas. La espadaña posee dos huecos para las campanas. Ha perdido toda su cubierta y una de las naves. Se encuentra en estado de abandono.

Y Tiedra merece otra visita a mediados del mes de julio para poder disfrutar de sus campos de lavanda y lavandín. Estas explotaciones comenzaron hace 16 años buscando alternativas al cultivo del cereal. Hoy son ya más de 400 las hectáreas dedicadas a la lavanda y cada año se suma alguna más. Posee un centro de interpretación a la entrada del pueblo en el que se ofrece un recorrido por sus variedades, lugares y modos de cultivo, cómo se extraen los aromas o la presencia en nuestra cultura y costumbres a lo largo de la historia. En un edificio anexo una destilería dedicada a la extracción de aceites esenciales, se encuentra en las inmediaciones de extensas plantaciones de lavandas, contando además en su instalación con un campo de ensayo de variedades.

Y así damos por finalizado nuestro viaje que nos trae de regreso a Galicia. Muchas veces viajamos a lugares fuera de España sin darnos cuenta de que no conocemos bien nuestra tierra, nuestro patrimonio y nuestra historia.