domingo, 17 de marzo de 2024

Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

Mahanaim, según la biblia, es el nombre dado por Jacob a un lugar en la ribera oriental del Jordán, donde encontró a ángeles de Dios, que formaban aproximadamente dos cohortes. La ubicación del lugar es imprecisa. Pero les vengo a hablar de la finca hotel Mahanaim sita en Montenegro -  Quindío (Colombia)

GPS: 4.547235, -75.731655

Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

Bloque de habitaciones en Finca Hotel Mahanaim

Es un lugar para descanso y relajación, de tipo cristiano, pero no solamente es para cristianos, para todo aquel que quiera pasar unos días de descanso en un bello entorno.

Entrada de la Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

Campo de fútbol y zona de juego para niños

Zona de juego para niños

Dispone de muchos servicios tales como piscina, cancha de fútbol, cancha de baloncesto, zona de juegos con billares, ping-pon, juegos de mesa, zona de juegos para niños con columpios, toboganes, etc. Restaurante, tienda, Wi-Fi, salón de eventos, etc.

Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

En esta zona de Montenegro existen muchas fincas campestres, esta es un poco diferente, no se venden bebidas alcohólicas, aunque las toleran siempre que se respete la tranquilidad del lugar. Lo que hace el lugar especial es su belleza en muchos rincones con espacios muy bien cuidados y una atención permanente.

Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

Bonitos detalles en la Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

Por las mañanas sirven a la mesa los desayunos en el comedor. Durante todo el día hay disponibilidad de café en autoservicio.

Bloque de habitaciones en Finca Hotel Mahanaim

Bonitos detalles en la Finca Hotel Mahanaim

Bloque de habitaciones en Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

Finca Hotel Mahanaim

La distribución de las habitaciones se encuentra en bloques separados. Las habitaciones cuentan con baños y duchas con toallas, productos de aseo, etc.

Finca Hotel Mahanaim

Zona de juegos, billares, ping-pong, etc.

Bloque de habitaciones en Finca Hotel Mahanaim

Bloque de habitaciones en Finca Hotel Mahanaim

Bloque de habitaciones en Finca Hotel Mahanaim

Si por el día es bonito, al atardecer muestra la belleza de sus colores e iluminación. Sin duda volvería a escoger este lugar para pasar el fin de semana.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Monasterio de Alcobaça, villa medieval de Ourém, Monasterio de Batalha y Praia do Furadouro

 

Vista del monasterio de Santa María de Alcobaça

Alcobaça (Alcobaza en español) se encuentra a 100 kilómetros a norte de Lisboa entre los ríos de Alcoa y Baça. Aquí se encuentra el Monasterio de Santa María de Alcobaça. Ha sido declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en el año 1989 y una de de las Siete Maravillas de Portugal en el año 2007.

GPS: 39.548254, -8.979440

Fachada de la iglesia de Santa María de Alcobaça

Vista del monasterio de Santa María de Alcobaça

Fachada de la iglesia de Santa María de Alcobaça

El Monasterio fue fundado en 1153 por órdenes de D. Afonso Henriques (Alfonso I de Portugal), el primer rey de Portugal, para cumplir un voto que había realizado a San Bernardo tras recuperar Santarém de manos moras en el año 1147. Tras su construcción, el rey confió tanto el monasterio como varias tierras de cultivo de sus alrededores a los monjes del Císter. Su construcción se erigió en el año 1178, pero los monjes no fueron instalados hasta 1223, cuando el monasterio ya se había convertido en uno de los más ricos y poderosos de Portugal. Se cree que en aquella época en el monasterio vivían 999 monjes. Sufrió una parcial destrucción durante el terremoto de Lisboa de 1755 y el saqueo de las tropas napoleónicas de 1811.

Vista del monasterio de Santa María de Alcobaça

Pórtico y rosetón de la iglesia de Santa María de Alcobaça

La iglesia constituye el primer ejemplar gótico portugués. Casi toda su fachada fue modificada en los siglos XVII y XVIII, salvo el pórtico principal y el rosetón, que conservaron su diseño original. Destacan sus dimensiones, 106 metros de largo, 23 metros de ancho y 20 metros de altura en las bóvedas de la nave central. Su construcción se inspiró en la abadía cisterciense francesa de Clairvaux – Claraval.

Nave central de la iglesia de Santa María de Alcobaça

En el crucero de la Iglesia se encuentran las tumbas de Dom Pedro y Dona Inês. Dos monumentos de estilo gótico flamígero, esculpidos en piedra caliza blanda, que fueron diseñados en 1811 por los soldados franceses del general conde Drouet d’Erlon.

Tumba de Don Pedro I

La tumba de Don Pedro I se encuentra ubicada en el brazo derecho del crucero de la iglesia, bajo una estatua yacente. Dicha tumba describe en sus caras laterales la vida de San Bartolomé, santo protector del rey.

Tumba de Inês de Castro

Tumba de Inês de Castro
 
La tumba de Inês de Castro se encuentra en el brazo izquierdo del crucero, y se muestra sostenida por seis ángeles, la imagen yacente descansa sobre un sepulcro cuyas cuatro caras son coronadas por un friso con los escudos de Portugal y de la familia de los Castro. En los laterales se evocan escenas de la vida de Cristo; en la cabecera de la tumba se exhibe una crucifixión en la que destaca la Dolorosa al pie de la Cruz. La cara de los pies es adornada por un interesante Juicio Final, donde se muestra a la izquierda a los muertos levantando las losas de sus tumbas para asistir al juicio; a la derecha los condenados se precipitan en las fauces de un monstruo que simboliza el infierno.
 
 
Detrás de Dom Pedro I y de Doña Inês de Castro se encuentra una historia de amor, un amor prohibido puesto que Inês era dama de compañía de la esposa de Dom Pedro, Doña Constança Manuel. A pesar de su casamiento, el infante tenía encuentros románticos con Inês en los jardines de la Quinta das Lágrimas (Coimbra). Tras la muerte de Doña Constança en 1345, Dom Pedro vivió maritalmente con Inês, lo que acabó por enfrentarlo con su padre, el rey D. Afonso IV, que condenaba vehementemente la relación, y provocó una fuerte reprobación de la corte y del pueblo. Durante años, Pedro e Inês vivieron en los Paços de Santa Clara, en Coimbra, con sus tres hijos. Pero la censura creciente a la unión por parte de la corte presionaba constantemente a D. Afonso IV, que finalmente ordenó asesinar a Inês de Castro en enero de 1355. Loco de dolor, Pedro lideró una rebelión contra el rey, sin perdonar nunca el asesinato de su amada. Cuando finalmente subió al trono en 1357, D. Pedro ordenó capturar y matar a los asesinos de Inês, arrancándoles el corazón a uno por el pecho y a otro por la espalda, lo que le valió el apodo de "el Cruel". Posteriormente, jurando que se había llegado a casar en secreto con Inês de Castro, D. Pedro le otorgó su reconocimiento como reina de Portugal. La leyenda admitida por la tradición, pero no probada por la historia, cuenta que el rey Pedro tomó el cadáver de Inês, en estado de descomposición avanzada, y lo colocó en el trono obligando a su corte a coronarla y a todos los allí presentes a que le besaran la mano como gesto de pleitesía. Suntuosos fueron los funerales que se hicieron a Inês; su cuerpo descansa en el Monasterio de Alcobaça, depositado en un túmulo de mármol blanco, con una efigie coronada que Pedro había hecho preparar de antemano, y cerca de la cual hizo erigir su propia sepultura. Dispuso que los túmulos de ambos se tocaran los pies: quería que el día de la resurrección, al levantarse, su primera imagen a contemplar fuera la de Inês.
 
Río Alcoa en uno de los lados del jardín del amor

Jardín del amor

Río Baça en uno de los lados del jardín del amor

El jardín del amor se encuentra en la confluencia de los ríos Alcoa y Baça, se trata de un espacio de ocio para recordar un amor inmortal. Cuenta la leyenda que vivían en esta región una pareja de novios que se amaba perdidamente. Ella se llamaba Baça y él Alcoa. Un día el chico recibió la visita de una extraña figura que le hizo cambiar su carácter y manera de vivir. Se volvió extremadamente ambicioso, al punto de dejar a Baça. Ésta lloró tanto que vio como sus lágrimas formaban un arroyo. El joven Alcoa, al enterarse de eso, le entró una terrible inquietud y, debido a su remordimiento, lloró noche y día, tanto que se transformó en rio, en las noches de luna murmuraba: – ¡Baça, amor mío! ¡Te lo ruego, perdóname! Baça lo perdonó y aquí mismo se juntó con Alcoa, desaguando en el lado izquierdo, en el lado del corazón. Se comenta que en ciertas noches todavía se oyen murmullos apasionados en las aguas del río.

Tronos de Pedro e Inês y Biblioteca Municipal de Alcobaça

Tronos de Pedro e Inês y Biblioteca Municipal de Alcobaça

Otro rincón bonito en el jardín del amor

En el jardín del amor y dando la espalda a la Biblioteca Municipal de Alcobaça se pueden ver los tronos de Pedro e Inês, esculpidos en piedra por Thierry Ferreira y Renato Silva que simbolizan el amor de Pedro e Inês. Ideados para que los enamorados puedan sacar fotografías en ellos.

Câmara Municipal de Alcobaça

Câmara Municipal de Alcobaça

Cerca del Mercado Municipal de Alcobaça podemos ver el chalet de la familia Oriol Pena. Mandado construir por Francisco Xavier Oriol Pena en el año 1890, este edificio tan bonito fue proyectado por el arquitecto suizo Gerard Van Kricken. Hoy el edificio es propiedad del Ayuntamiento de Alcobaça donde tiene su sede.

Vista de Ourém

Vista de Ourém

Vista de Ourém

Ourém es una ciudad portuguesa que pertenece al distrito de Santarém, nos encontramos en el centro de Portugal. Según la leyenda, la ciudad de Ourém debe su nombre a una historia de amor: Durante la Reconquista, un cruzado español, Gonzalo Hermínguez, capturó a la hija del poderoso señor musulmán de Alacer do Sol. Esta cautiva, bellísima, se llamaba Fátima, como la hija de Mahoma. Gonzalo Hermínguez y su cautiva pronto se enamoraron el uno del otro y Fátima se convirtió libremente al catolicismo. Fue bautizada bajo el nombre de Ouranea (de donde procede el nombre de la ciudad de Ourém) y se celebró el matrimonio. Fátima murió en la flor de la vida. Gonzalo Hermínguez, inconsolable, se metió a monje en la abadía cisterciense de Alcobaça, fundada por San Bernardo. Rápidamente esta abadía obtuvo un pequeño priorato en la montaña vecina y el Hermano Hermínguez fue enviado allí. Él dedicó sus esfuerzos a hacer venir junto a él los restos de su amada Fátima; el lugar tomó su nombre y desde entonces se llama Fátima.

GPS: 39.643815, -8.591034

Puerta gótica de entrada en Ourém

Puerta gótica de entrada en Ourém

Es una ciudad en la que quedan restos medievales en su casco antiguo, tiene dos puertas de acceso de estilo gótico, nosotros accedemos por la llamada Porta da Vila.

Fuente gótica en Ourém

Al lado de esta puerta de entrada veremos una fuente gótica del siglo XV, fue construida por orden del cuarto Conde de Ourém, es de planta cuadrada y está adornada por dos arcos en ojiva. La estructura está rematada en el frente por una fuente sobre la que están esculpidas las armas del Conde Don Afonso.

Pelourinho de Ourém

Dejamos a un lado la Iglesia Matriz de Ourém, a la que volveremos luego y nos dirigimos hasta el Terreiro de Santiago que es el punto más alto de la villa medieval. En el camino nos encontraremos con la Plaza del Pelourinho, aquí podemos ver un Pelourinho o picota que es donde se hacía justicia a los delincuentes, es del año 1620.

Torres de Ourém

Palacio del Conde D.  Afonso IV

Seguimos ascendiendo y ya podemos encontrar las torres y el palacio del Conde. Lo mandó construir D. Afonso IV Conde de Ourém para que fuera su residencia oficial. Es un conjunto compuesto por una torre central que sería la residencia y dos torreones defensivos.

Estatua de D. Nuno Álvares Pereira

Terreiro de Santiago con la estatua y el castillo

Después de la residencia y subiendo unas escaleras llegaremos al Terreiro de Santiago que es el lugar más elevado de esta Villa, antiguamente aquí se encontraba una iglesia con ese nombre, hoy además del Castillo veremos un espacio verde con una estatua de D. Nuno Álvares Pereira, el Santo condestable “Protector de Portugal”, es considerado el estratega militar más brillante de la historia de Portugal, del que hablaré más adelante en la visita a Batalha.

Castillo de Ourém

Castillo de Ourém

El castillo de Ourém es una de las obras de arquitectura militar más innovadoras del s. XV en Portugal. Construido por orden del Conde de Ourém, nieto de D. Nuno Álvares Pereira, el castillo posee una estructura compacta con sistemas de defensa activos modernos, incluyendo dos grandes torres de planta pentagonal que funcionan como baluartes y ofrecían mayor resistencia al tiro de mortero.

Castillo de Ourém

Castillo de Ourém
 
El castillo fue conquistado a los moros de forma definitiva en 1136, D. Afonso Henriques donó Ourém a su hija, la infanta Doña Teresa. La antigua fortificación musulmana habría sido reconstruida en los primeros tiempos de la nacionalidad portuguesa, ya que la primera referencia a un castillo de planta triangular en lo alto del monte se remonta a 1178.
 
 
Después de ver el Castillo de Ourém descendemos hasta la La Iglesia Colegiada de Nuestra Señora de las Misericordias o Iglesia Matriz construida en 1450. El templo original fue destruido durante el terremoto de 1755, y la estructura actual fue reedificada a finales del siglo XVIII. De la estructura original sólo permanece la cripta.
 
Tumba del  Conde de Ourém y Marqués de Valença

Tumba del  Conde de Ourém y Marqués de Valença

La cripta o Capilla del Marqués fue fundada en el siglo XV y en ella se encuentra el mausoleo de Alfonso de Braganza y Pereira, Conde de Ourém y Marqués de Valença que fue el primogénito de Alfonso I. Fue gran impulsor del desenvolvimiento de Ourém, sede de su dominio nobiliario, en al siglo XV, habiendo introducido mejorías significativas en el castillo de la villa, construyendo los torreones que constituirán la residencia del conde anexos a la fortificación medieval, creando así dos edificios distintos que lleva a la población de Ourém a denominarlas como "Os Castelos" (Los Castillos). Tales construcciones, de trazo medieval, ya denotan influencias moriscas e italianas, fruto de los viajes de Alfonso. En la tumba realizada por el escultor Diogo Pires, o Velho se puede ver grabado el epitafio: “Aqui jaz o ilustre principe Dom Afonço marquez de Valença, conde de Ourem, e primogenito de Dom Afonço duque de Bragança, e conde de Barcelos, e neto de el Rey Dom João da glorioza memoria, e do virtuozo, e de grandes virtudes Dom Nuno Alvres Pereira condestable de Portugal, que faleceo em vida de seu padre, ante de lhe dar a dita herança; de que era herdeiro, o qual foi fundador desta igreja em que jaz; cuja fama, e feitos hoje este dia florecem: finou-se a vinte e nove dias de Agosto do Anno de Nosso Senhor Jezu Christo de mil e quatrocentos e sesenta annos”.

Plaza del Monasterio de Santa Maria da Vitória

GPS: 39.658357, -8.826058

Batalha (Batalla en español) se encuentra en el distrito portugués de Leiría y esta villa fue fundada por el rey João I, juntamente con el Monasterio de Santa Maria da Vitória, para agradecer el auxilio divino concedido en la victoria de la batalla de Aljubarrota el 14 de agosto de 1385 contra los castellanos. Esta batalla se dio en el campo de San Jorge en los alrededores de la villa de Aljubarrota, entre las localidades de Leiría y Alcobaza en el centro de Portugal.

Estatua ecuestre del condestable Don Nuno Álvares Pereira

Estatua ecuestre del condestable Don Nuno Álvares Pereira

Al llegar a Batalha lo hacemos a la Plaza del Monasterio de Santa Maria da Vitória y allí nos vamos a encontrar con la estatua ecuestre del condestable Don Nuno Álvares Pereira, es una obra del escultor portugués Leopoldo Neves de Almeida realizada entre 1966 y 1968. Don Nuno Álvares llamado el Santo condestable “Protector de Portugal”, fue un religioso, militar y aristócrata portugués del siglo XIV, que luego sería canonizado por el papa Benedicto XVI y conocido como San Nuño de Santa María. Es considerado el estratega militar más brillante de la historia de Portugal. Hizo construir a costa suya numerosas iglesias y monasterios, entre los que se encuentran el Convento del Carmen de Lisboa y la iglesia de Santa María de la Victoria, en Batalha.

Estatua ecuestre del condestable Don Nuno Álvares Pereira

Estatua ecuestre del condestable Don Nuno Álvares Pereira

Don Nuno Álvares era dueño de una enorme fortuna, era Condestable de Portugal, es decir, comandante en jefe del ejército, 38.º mayordomo mayor del reino, 7.º conde de Barcelos, 3.º conde de Ourém y 2.º conde de Arraiolos. En el año 1423 repentinamente cedió todos sus bienes y se volcó a la vida religiosa ingresando en la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo. A pesar de haber sido el colaborador más cercano del rey Juan I de Portugal, eligió el rango más humilde: fraile donado, y se dedicó al servicio de la Iglesia y de los pobres cumpliendo con ese mandato hasta su muerte.

Contrafuertes y gárgolas del Monasterio de Batalha

Detalles del Monasterio de Batalha

Detalles del Monasterio de Batalha

Como ya he mencionado el Monasterio de Santa María de la Victoria o Monasterio de Batalha, fue fundado por D. João I en agradecimiento a la Virgen por la victoria ante las tropas castellanas en Aljubarrota, que en 1385 le aseguró el trono y la independencia del Reino de Portugal. El primer maestro de obras que figura en los documentos es Afonso Domingues, autor de la traza general del monasterio, con iglesia y claustro en el que distribuían, canónicamente, la sala capitular, el dormitorio, la cocina y el refectorio. Como sucede en estas grandes obras el constructor inicial no las verá terminadas, a la muerte de  Afonso Domingues le sucede el Maestro Huguet y después muchos más. Los trabajos de construcción duraron dos siglos y participaron 15 arquitectos.

Sala Capitular del Monasterio de Batalha

Tumba del soldado desconocido

Soldados haciendo guardia en la tumba del soldado desconocido

Durante el terremoto de 1755 el monasterio sufre grandes daños y con la Invasión Francesa el tercer claustro es incendiado y finalmente demolido, con sus sillares utilizados para la construcción del Ponte da Boutaca de Batalha. A partir de 1921 su Sala Capitular es elegida para acoger la tumba al Soldado Desconocido de la I Guerra Mundial. En esta sala pudimos contemplar el cambio de guardia. Esta sala es la dependencia más importante del monasterio después de la iglesia, con acceso mediante un gran arco ojival flanqueado por dobles ventanas góticas.

Fachada occidental del Monasterio de Batalha

Fachada occidental del Monasterio de Batalha

El Monasterio es declarado Monumento Nacional, en 1980, fue convertido en museo y está integrado en la Lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1983. La fachada occidental presenta tres cuerpos rectangulares, correspondientes a las tres naves interiores, separados por contrafuertes que culminan en pináculos, y con todo el perfil rematado por una balaustrada decorativa. A la derecha le fue añadido el cuerpo de la Capela do Fundador (Capilla del Fundador).

Portada de la fachada del Monasterio de Batalha

La portada, con un rico programa iconográfico, se organiza mediante arco apuntado compuesto por seis arquivoltas en las que aparece toda la Corte Celestial. Las dos primeras exteriores muestran vírgenes, mártires, confesores, papas, obispos, etc. En las dos siguientes se distribuyen los reyes de Judá, antepasados de la Virgen María, profetas y patriarcas, anunciadores de la Venida de Cristo. Finalmente, las dos últimas están plagadas de ángeles músicos, los más cercanos a la Divinidad, que ocupa el tímpano, con Cristo en Majestad, entronizado, bajo dosel, vestido como emperador, bendiciendo con la mano derecha, con el globo del mundo en la izquierda y rodeado de los Evangelistas con sus signos del Tetramorfos. Todo el conjunto está rodeado de otro arco conopial que contiene una Coronación de la Virgen rematado por un pináculo flanqueado por los escudos de los fundadores, D. João I (Juan I) y D. Filipa de Lencastre (Filipa de Lancaster), que se repiten a lo largo de todo el conjunto monástico en túmulos, claves de bóvedas, ventanas, paredes, el púlpito del refectorio, vidrieras y pinturas murales. La representación se completa con la los Apóstoles de las jambas.

Portada del crucero sur del Monasterio de Batalha

Portada del crucero sur del Monasterio de Batalha

El templo cuenta con otro acceso en el crucero sur, con portada atribuida a Afonso Domingues de cuatro arquivoltas apuntadas, decoración arcaizante y los blasones de los fundadores.

Nave central desde los pies

La nave central presenta las arcadas sobre pilares cruciformes, el cuerpo de ventanas y la cubierta de bóvedas de crucería, con una decoración vegetal en las claves. Mide 80 metros de longitud y 22 de ancho. Se eleva esta nave central a 32,5 metros desde el suelo.

Tumba de D. João I y D. Filipa de Lencastre

Tumba de D. João I y D. Filipa de Lencastre

Capilla del Fundador

Cruzando la puerta de entrada a la derecha podemos ver la Capela do Fundador, obra que quiso añadir D. João I para que tuviese carácter funerario. Se terminó en el año1433. Primero recibió la sepultura de los fundadores, el propio rey y su esposa, D. Filipa de Lencastre, y después fueron incorporándose los restos de sus hijos los infantes D. Pedro, D. Henrique, D. João y D. Fernando, que junto con D. Duarte, el heredero de la corona y único de ellos no enterrado en este ámbito porque para ello eligió levantar las Capelas Imperfeitas, de las que luego hablaré. El sepulcro de los fundadores es un gran túmulo apoyado en ocho leones y decorado con relieves de santos, escenas bíblicas y la cruz de la orden de la Jarretera, de la que el rey era miembro, en la cabecera, y sobre el que aparecen los dos yacentes cogidos de la mano, él con armadura y ella con manto y una biblia, cubiertos por baldaquino y con los escudos de armas, sus divisas, “Por bem” y “Il me plet” respectivamente, e inscripciones en latín resumiendo sus méritos.

Arcas funerarias del oeste de la Capela do Fundador

Túmulos de los Infantes

Daniel VILLAFRUELA, CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons

En las paredes se suceden los arcosolios de los hijos. En el testero sur, de izquierda a derecha, se encuentran: el infante D. Fernando “el Santo”, Maestre de la Orden de Avis; el infante D. João, Maestre de la Orden de Santiago y su esposa, D. Isabel de Barcelos, el único con un relieve en el tímpano, con una Crucifixión; el infante D. Henrique “el Navegante”, duque de Viseu y Maestre de la Orden de Cristo, el único con estatua yacente; y el infante D. Pedro, duque de Coimbra y regente del reino durante la minoría de edad de D. Afonso V, junto su esposa, D. Isabel de Urgell. Las sepulturas cuentan con frontales con los escudos de los príncipes, conformando uno de los primeros y más decorados conjuntos de heráldica familiar de este calibre en Portugal, de influencia anglosajona. A comienzos del siglo XX el rey D. Carlos I mandó realizar las tres arcas funerarias neogóticas en el lado oeste de la capilla, donde fueron trasladados los restos de: D. Afonso V “el Africano”, nieto de D. João I, y su esposa, D. Isabel de Coimbra; el hijo de ambos, D. João II “el Príncipe Perfecto”; y el heredero de éste último, el infante D. Afonso, muerto precozmente en 1491 al caerse de un caballo.

Retablo del pintor José Sobral de Almada Negreiros

En la pared norte de la Capela do Fundador se puede ver una exposición que se inauguró en el año 2020 con 15 obras que componen un retablo imaginado por el pintor José Sobral de Almada Negreiros que incluyen varias pinturas primitivas (de los siglos XV y XVI), los icónicos Paneles de S. Vicente. El retablo tiene más de 10 metros de altura, esta exposición finalmente se quedó ubicada en la Capilla del Fundador y sin duda, embellece el lugar.

Claustro del Monasterio de Batalha

Panda sur del Claustro Real, con el cuerpo de la iglesia sobresaliendo en altura por detrás

Claustro del Monasterio de Batalha

Claustro del Monasterio de Batalha

Claustro del Monasterio de Batalha

El Claustro Real es un diseño del primer maestro, Afonso Domingues, tiene su antecedente en el de la Sé de Oporto. Adosado a la nave del Evangelio, cuenta con siete tramos por panda, abierto al jardín central con arcos apuntados, con cubiertas de crucería de nervios asentados en semicolumnas con capiteles de decoración vegetal y contrafuertes exteriores rematados por pináculos. Durante los reinados de D. João I y, sobre todo, de D. Manuel, el vuelo de los arcos se decoró con un fino reticulado manuelino plagado de motivos vegetales, cruces de Cristo y esferas armilares.

Capelas Imperfeitas del Monasterio de Batalha

Capelas Imperfeitas del Monasterio de Batalha

El panteón del Rey Duarte (Eduardo I de Portugal), hijo de  D. João I es conocido como Capelas Imperfeitas (Capillas Inacabadas), fue diseñado teniendo en cuenta una lectura rigurosa del testamento de D. João I, pero no llegaron a terminarse. Fueron iniciadas en 1434 dirigidas también por el Maestro Huguet, cuatro años después fallece el Rey Duarte dejándolas incompletas. Tienen un atrio y planta octogonal rodeada de siete capillas radiales separadas por pequeños cuerpos triangulares, y se cree que a la muerte del rey sería el propio maestro Huguet el que paralizara las obras, quizá incapaz de encontrar una solución para la cubierta de un espacio tan majestuoso.

Capelas Imperfeitas del Monasterio de Batalha

Capelas Imperfeitas del Monasterio de Batalha

Durante el reinado de D. Manuel, con el maestro Mateus Fernandes encargado de las obras del monasterio entre 1490 y 1555, se intentó la conclusión de la obra, lográndose cerrar las capillas radiales mediante bóvedas con claves esculpidas que identifican a sus destinatarios e incorporándose la imponente portada, hoy considerada una de las manifestaciones más tempranas del arte manuelino, algo distorsionada con la adición, ya en el reinado de D. João III de un balcón italianizante atribuido a Miguel de Arruda datada de 1533. La capilla en eje axial con la portada manuelina se destinó al rey D. Duarte, aunque sus restos y los de su esposa, D. Leonor de Aragón, no fueron depositados hasta la década de 1940.

Esculturas en la Playa de Furadouro

Playa de Furadouro

Playa de Furadouro

Playa de Furadouro

Barca de pesca de xávega en una rotonda

Para terminar esta visita de fin de semana lo hacemos en la Praia do Furadouro que se encuentra a 5 kilómetros de Ovar. Se trata de un arenal abierto al Atlántico con fuerte oleaje, durante nuestra visita el arenal era prácticamente inexistente debido a la fuerte borrasca y había varias zonas acordonadas por el peligro que ofrecía. En esta playa cuando el tiempo lo permite es posible contemplar el arte de la xávega. Los pescadores se lanzan al océano para hacer sus capturas mediante un método muy popular en la costa lusa y que ha permanecido casi invariable a lo largo de los años. En torno a las 5:30 horas de la madrugada, una barca de madera en forma de media luna se adentra en el Atlántico en torno a un kilómetro para extender una red formando un círculo. Previamente se han dejado los cabos en la orilla. Pasada una hora aproximadamente, dos tractores empiezan a tirar de los cabos para arrastrar la red hacia la arena. Ese momento se produce normalmente en torno a las 7:30 horas, por los que hay que madrugar para contemplarlo. Antiguamente la xávega se realizaba con bueyes. Las embarcaciones son fuertes con una proa más elevada capaz de resistir los envites de las olas que en esta zona del Atlántico son muy agresivas.

GPS: 40.876284, -8.674934