El Valle de Pineta también conocido como “La Valle Verde” se encuentra en la Comarca de Sobrarbe, provincia de Huesca, dentro de la comunidad autónoma de Aragón, es de origen glaciar, en el circo del valle se encuentra el Macizo de Treserols (tres hermanas) con 3 picos de 3000 metros de altitud, Monte Perdido (3355 m.), Cilindro (3328 m.) y el Pico Añisclo (3263 m.). Dentro de este circo las aguas del Ibón de Marboré caen en forma de cascadas y forman el nacimiento del río Cinca, rodeadas de abetos y hayas. Este valle que recorremos tiene 14 km desde Bielsa hasta el Circo de Pineta, allí se encuentra el Parador Nacional de Bielsa. Este valle es uno de los cuatro que integran el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Patrimonio de la humanidad) y uno de los más majestuosos del Pirineo.
GPS: 42.679656, 0.084920
Por Bielsa pasan dos ríos, el Cinca y el Barrosa. Es una villa medieval que durante la Guerra Civil quedó arrasada casi completamente tras los bombardeos incendiarios de uno de los bandos contendientes, en lo que se conoció como “La bolsa de Bielsa”.
Para llegar al Valle de Pineta deberemos tomar en Bielsa la carretera HU-6402 en dirección a Javierre, luego alcanzamos el Embalse de Pineta. Este embalse fue construido en 1920 y tiene una presa de 12 metros de alto, recoge las aguas del río Cinca, previamente retenidas en el ibón represado de Marboré, a las que se le añade las derivadas del barranco del río Real, a través de la acequia del Cinca. Por medio de una conducción, el agua alimenta la central hidroeléctrica de Lafortunada. Viendo la belleza que tiene, imagino que en otoño debe de ser un paisaje precioso.
Ascendemos por el valle y llegamos a una zona en la que a nuestra izquierda entre los abetos veremos la Cascada Castiecho.
Finalmente, llegaremos a la Ermita de Nuestra Señora de Pineta, se encuentra en el lado derecho de la carretera, tiene planta rectangular, construida en mampostería y cantos rodados, fue reconstruida en el siglo XVII. La puerta es adintelada con un arco de descarga. En el dintel lleva grabada la fecha 1800. En la jamba izquierda hay una cruz y en la derecha un pájaro con un pan en el pico. Al lado de la ermita hay una fuente (sin agua) y aquí comienza la ruta de los Llanos de Larri que es una de las más cortas y sencillas del Parque Nacional. Frente a ella hay unas bordas que son unas construcciones para guardar el ganado.
A pocos metros de la ermita veremos el Parador de Bielsa y el circo que cierra el valle con sus cascadas, en esas cumbres se encuentra la frontera con Francia. En invierno se podrán admirar las cascadas cubiertas de hielo y escaladores ascendiendo por ellas. En el año 1968 se inauguró el Parador Nacional de Turismo, después fue renovado y ampliado en 2002. Su construcción tiene forma de refugio de montaña y es de piedra y madera. Tiene 4 plantas y 39 habitaciones.
Regresamos a Bielsa y aquí seguimos la Autovía A-138 que en pocos kilómetros nos lleva hasta el Túnel de Bielsa-Aragnouet. Fue construido en 1970 y puesto en servicio en 1976, tiene una longitud de 3070 metros. Dispone de semáforos en las entradas para evitar que se crucen dos camiones, así que se puede hacer un poco larga la espera. A la salida del túnel en la parte francesa el paisaje cambia completamente, nos encontramos el Valle de Aure que pertenece a departamento de Hautes-Pyrénées en la región francesa de Midi-Pyrénées. Veremos una explanada y a la derecha del túnel tenemos la cascada del Río Nère.
Descendemos por la carretera que va pegada al Cañón de Neste de Saux. Vemos a nuestra derecha la cascada del Arroyo de Catchet que trae las frías aguas del Lago de Catchet hasta el Río Nère.
El Valle de Aure está lleno de pueblos de piedra con techos de pizarra entre las montañas con pastos verdes. Una belleza. Al final del valle podremos ver a nuestra izquierda el Valle de la Géla. En él vemos el pueblo de Le Plan. Nosotros solo llegamos un poco más abajo, a Aragnouet.
En Le Plan está la Capilla de Notre Dame de l'Assomption de estilo románico, visible desde la carretera. Llamada también, Capilla de los Templarios o Capilla de los Caballeros de Malta. El hospital de peregrinos que existía dependía de los Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén. Proporcionaba ayuda y vigilancia a los caminantes que utilizaban los pasos entre los dos países en el Camino de Santiago. A este hospital se le añadió la capilla que hoy vemos que es del siglo XII.
