viernes, 16 de junio de 2023

Aínsa

 

Imagen del Pico Cotiella desde Aínsa

Aínsa – Sobrarbe o como aquí se la conoce en aragonés L’Aínsa – Sobrarbe es una población de la Comarca de Sobrarbe en la provincia de Huesca que pertenece a la comunidad autónoma de Aragón. Está en la confluencia de dos ríos, el Cinca y el Ara. Y es un punto de partida del turismo que visita el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural Posets-Maladeta y el Parque Natural de la Sierra  los Cañones de Guara. La villa tiene dos partes bien diferenciadas, la parte baja a orillas de los ríos que es la zona moderna y la parte alta donde se encuentra el castillo y la villa medieval.

GPS: 42.418487, 0.134982

Imagen del Río Cinca y al fondo el Pico Cotiella

Imagen del Río Cinca

Imagen de Calle de Aínsa

No se puede hablar de Aínsa sin hacerlo de la Cruz de Sobrarbe. En el año 724 se data la leyenda de la Cruz de Sobrarbe. Los cristianos que han huido del dominio musulmán se reúnen en Aínsa y acometen la reconquista. Las tropas cristianas, dirigidas por el que luego sería rey Garci Ximénez consiguen ganar la batalla gracias a la aparición, sobre una carrasca, de una cruz de fuego, que les dio coraje para recuperar la ciudad. La victoria es conmemorada todavía en nuestros días con la fiesta bianual de “La Morisma”. La cruz sobre la carrasca es símbolo del Sobrarbe y aparece en uno de los cuarteles del escudo de Aragón. A 1,5 km partiendo desde el estacionamiento del castillo se accede a la Cruz Cubierta que es un pequeño templete circular construido en 1655. En su interior hay un altar y entre columnas se encuentra la figura de la carrasca con la cruz.

GPS: 42.428150, 0.129647

Imagen de la Cruz cubierta de Sobrarbe

Imagen de la Cruz cubierta de Sobrarbe

Imagen de la Cruz cubierta de Sobrarbe

La villa de Aínsa es declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1965.

Imagen de una Calle de Aínsa

La visita de la villa comienza en el estacionamiento al lado del castillo, puesto que el acceso al pueblo está restringido para los residentes. La parte más antigua de este castillo-fortaleza es la torre del homenaje, que fue construida sobre restos árabes en el siglo XI y rodeada de un recinto amurallado. Luego fue recibiendo cambios, la única puerta da a la plaza mayor, que hasta no hace muchos años estaba precedida por un foso, ahora cegado, que se salvaba mediante el correspondiente puente levadizo. Hoy en día, en la torre del homenaje se encuentra el Eco Museo Centro de Visitantes, en la torre noreste  la oficina comarcal de turismo  y en la torre sureste el espacio Geoparque de Sobrarbe-Pirineos. En el patio de armas del castillo tiene lugar durante el mes de julio  el “Festival  Castillo de Ainsa” y en septiembre la “Expo-feria de Sobrarbe”.

Imagen de Entrada al recinto del castillo de Aínsa

Imagen del Patio de armas del castillo de Aínsa

Imagen de la Torre del homenaje del castillo de Aínsa

Imagen de la Puerta de acceso a la Plaza Mayor de Aínsa

En el patio de armas del castillo se puede ver una nabata. Es una almadía que se utilizaba para transportar los maderos desde la montaña hacia el río Ebro. Las nabatas, nabateros y barranqueadores cesaron sus actividades a mediados del siglo XX, con la mejora de las vías de comunicación, la aparición de los primeros camiones y principalmente la construcción de los pantanos, que retenían el agua e impedían el paso de los nabateros. La riqueza forestal de los valles Alto aragoneses fue muy apreciada para la construcción de puentes y castillos del entorno del Valle del Ebro, los barcos de la Armada Real o para obras como el Canal Imperial de Aragón. Estas maderas eran el pino, el abeto y el haya. Durante el invierno, se trabajaba en el bosque, cortando, arrastrando y apilando la madera. En primavera, se construían las nabatas y con un caudal suficiente debido a los deshielos de las nieves, se ponía en marcha la embarcación siguiendo el cauce del río. Las nabatas eran tripuladas por tantos hombres como remos disponía la nabata, generalmente, dos en la balsa de cabecera y otros dos en la última. El recorrido era largo, pues el destino era Zaragoza o incluso Tortosa. El regreso de los nabateros se realizaba andando, pero cargados de historias (alicientes de una profesión de aventura, riesgo y valentía), así como de algún traje, telas o vestidos comprados en la ciudad.

Imagen de una Nabata

Imagen de una Nabata en 1983

Las nabatas estaban articuladas entre 3 y 6 tramos (trampos) de 8 a 12 metros de longitud cada uno. La anchura era de entre 3,5 y 4,5 metros, formados por unos quince maderos. Esto supone que las más largas podían llegar a medir 72 metros. Para la construcción de la embarcación con los propios troncos se utilizaban ramas maceradas de avellano (denominadas vergas). Desde hace más de veinte años, el tercer domingo de mayo se celebra el tradicional descenso de nabatas que, partiendo de la localidad de Laspuña, recorre el río Cinca hasta llegar a Aínsa.

Imagen del Cartel del descenso de nabatas de Laspuña-Aínsa

La Plaza Mayor de Aínsa data de los siglos XII y XIII, posee grandes dimensiones y tiene unos edificios muy bien conservados. Tiene forma trapezoidal, más estrecha en la parte oriental que la occidental, todavía conserva restos de la primera muralla, el Portal alto que da a la calle Mayor (Gonzalo I) y el actual edificio del Ayuntamiento. Lo que caracteriza esta plaza y la hace tan popular son sus porches laterales con arcos de medio punto y ojivales, todos diferentes entre ellos.

Imagen de la Plaza Mayor de Aínsa

Imagen de la Plaza Mayor de Aínsa

Imagen de la Plaza Mayor de Aínsa

Imagen de la Plaza Mayor de Aínsa

Hay dos calles que parten de la Plaza Mayor y luego se unen antes de llegar a la puerta del recinto amurallado. Recogen edificios notables y casas muy bien conservadas, abundando en ellas los hoteles y restaurantes.

Imagen de la Calle Mayor de Aínsa

Imagen de Casa solariega en Aínsa

Imagen de una Calle de Aínsa

Imagen de una Plazoleta en Aínsa

Imagen de una Plazoleta en Aínsa

La Iglesia de Santa María se construyó a finales del siglo XI y mitades del siglo XII, se trata de uno de los templos más sobresalientes de todo el Sobrarbe. Claro ejemplo del románico del Alto Aragón, destaca por su sobriedad decorativa. Es un templo de una nave de planta rectangular, dividida en tres tramos por sencillas pilastras adosadas a la pared, terminada en su cabecera por un ábside semicircular y a sus pies se sitúa el coro alto, al que se accede desde la torre. Adosado a la iglesia encontramos el claustro, de planta irregular, con tres lados románicos y dos góticos, datados en los siglos XIV – XV.

Imagen de la Iglesia de Santa María

Imagen de la Iglesia de Santa María

Imagen de la Iglesia de Santa María

Imagen de la Iglesia de Santa María

En sus comienzos, Aínsa estaba compuesto por un castillo mucho menor que el actual, y separado del pueblo, y un recinto amurallado formado por las calles y la iglesia de San Salvador (hoy desaparecida) y la de Santa María. Posteriormente, se amplió este entre los siglos XIV y XV, se unió al castillo, y se construyó la Plaza y varias casas en la parte baja del pueblo, surgiendo un segundo recinto amurallado. Este recinto se conserva en su mayor parte enmascarado por las viviendas que se adosaron por su cara interior. Se conservan diversos lienzos de las murallas, donde no existían edificios, en distintas partes del pueblo. Todavía podemos admirar cinco de las siete puertas que existieron en los dos recintos amurallados de la villa: Portal de Abajo, Portal de Afuera, Portal Alto, Portal de Tierra Glera y Portal del Callizo.

Imagen del Portal Alto de Aínsa

Imagen del Portal de Abajo de Aínsa

Imagen del Portal de Abajo de Aínsa

Imagen del Portal de Abajo de Aínsa

Imagen del Portal de Afuera de Aínsa

La Casa Bielsa data del siglo XVI. Tiene dos puertas, una en arco apuntado y otra con arco deprimido. Destacan también dos ventanas en el piso superior, una de ellas reconstruida parcialmente, con características similares que el resto de las casas: geminadas, en arco de medio punto, con el mainel constituido por una fina columnilla con basa y capitel troncocónicos. En la fachada tiene un escudo cuarteado en cruz que es uno de los pocos que quedan en la población. Los miradores de esta casa son los más hermosos de la villa. Aunque sus formas pueden recordarnos el estilo románico, estos ejemplos de ventanas con parteluz o ajimez son algo posteriores a la época medieval. Su función principal, al igual que otros elementos de las fachadas de las casas, es realzar su aspecto exterior para aumentar el prestigio de sus propietarios.

Imagen de la Casa Bielsa de Aínsa

Imagen de la Casa Bielsa de Aínsa

La Casa Latorre es muy similar a la casa Bielsa, tiene una puerta con arco apuntado y ventanas geminadas en la planta principal. Alberga el Museo de Oficios y Artes Tradicionales. Estaba muy interesado en visitarlo, pero en estas fechas solo abre sábados y domingos.

Imagen de la Casa Latorre de Aínsa

El Arco del Hospital cruza la calle del Hospital, entre la iglesia y el edificio que sustituyó al antiguo Hospital de peregrinos. Es un pasadizo cubierto, que adopta en su parte inferior la forma de arco de medio punto, realizado en sillería. Adosado a la cabecera de la colegiata de Santa María.

Imagen del Arco del Hospital de Aínsa

Imagen del Arco del Hospital de Aínsa

































 



 

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