viernes, 16 de septiembre de 2022

Sevilla

Torre del Oro

Sevilla se encuentra en la Comunidad Autónoma de Andalucía, en el sur de España. Se cree que la ciudad de Sevilla fue fundada por la tribu ibérica de los turdetanos que habitaban el valle del Guadalquivir, territorio que se correspondía con la antigua Tartessos. Su nombre deriva del árabe “Isbiliyya”. Su casco antiguo es el más extenso de España, con una superficie de 3,9 km². Es una de las ciudades con más monumentos catalogados en Europa, entre sus monumentos destacan la «Catedral, la Giralda, el Alcázar y el Archivo de Indias», que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.

Torre del Oro

Torre del Oro

La que hoy llamamos Torre del Oro es una torre que formaba parte de un recinto fortificado, se encuentra en el margen izquierdo del río Guadalquivir, tiene una altura de 36 metros. Cerraba el paso al barrio del Arenal mediante un tramo de muralla que la unía con la Torre de la Plata, que formaba parte de las murallas de Sevilla que defendían el Alcázar. Es una torre formada por tres cuerpos, El primer cuerpo, dodecagonal, fue construido entre 1220 y 1221 por orden del gobernador almohade de Sevilla, Abù l-Ulà. Parece que debe su nombre "Torre del Oro" a los reflejos dorados que producían los azulejos que la recubrían en su tiempo o porque el rey Pedro I guardó tesoros en ella. Su nombre en árabe era Bury al-Dahab o Borg al Azahar.  El segundo cuerpo, también dodecagonal, fue mandado construir por Pedro I el cruel en el siglo XIV. El cuerpo superior, cilíndrico y rematado en cúpula, fue construido en 1760 por el ingeniero militar Sebastián Van der Borcht. Fue declarada monumento histórico-artístico en 1931. Hoy en su interior alberga el Museo Naval.

Río Guadalquivir

Río Guadalquivir

Río Guadalquivir con el Barrio de Triana en la otra orilla

Puente de San Telmo

Puente de las Delicias

Réplica de una Nao

Réplica de la Nao Victoria

Puente del Alamillo

Puente del Alamillo

Puente de la Barqueta

Puente del Cristo de la Expiración

Puente del Cristo de la Expiración

Puente de Isabel II o Puente de Triana

El río Guadalquivir es el único río navegable de España. Este río tiene mucha importancia en la historia de España, desde aquí en 1519 Fernando de Magallanes zarpó con sus naves rumbo a Sanlúcar de Barrameda y de ahí a mar abierto emprendiendo la circunnavegación de la Tierra. Sevilla en el siglo XVI era el centro mercantil del mundo occidental, y su río la principal vía marítima de tráfico atlántico durante más de 200 años. El que visita la ciudad no puede dejar de hacer uno de los múltiples cruceros por el río, contemplando los edificios más emblemáticos que se encuentran en sus orillas y pasar por debajo de algunos de sus puentes, como la Pasarela de San Jerónimo, el Puente del Alamillo, el Puente de la Barqueta, la Pasarela de la Cartuja, el Puente del Cristo de la Expiración, el Puente de Isabel II o de Triana, el Puente de San Telmo, el Puente de los Remedios, el Puente de las Delicias o el Puente del V centenario. Al lado de la Torre del Oro hay un espacio de la primera vuelta al mundo donde se puede conocer toda la historia de esta fabulosa travesía y subirse a la réplica de la Nao Victoria 500.

Escultura de la Duquesa de Alba

El monumento a la Duquesa de Alba (Cayetana Fitz-James Stuart) se encuentra en los Jardines de la Reina Cristina, al lado del Puente de San Telmo. Es una escultura de bronce autoría del sevillano Sebastián Santos Calero, representa a la Duquesa con un mantón de Manila. Fue inaugurada en 2011. Es una de las esculturas que se encuentran en el Paseo Cristóbal Colón junto al Monumento a Miguel de Mañara, el Monumento a Curro Romero, el Monumento a María de las Mercedes, el Monumento a Antonio Mairena, el Monumento a Pepe Luis Vázquez y el Monumento a Carmen.

Palacio de San Telmo

Palacio de San Telmo

Palacio de San Telmo

Palacio de San Telmo

Al lado de los  Jardines de la Reina Cristina podemos ver el Palacio de San Telmo. Fue palacio Real, seminario y en la actualidad alberga la Presidencia de la Junta de Andalucía. La fachada principal es una de las más famosas de la arquitectura barroca- churrigueresca. Data de 1754 y es un verdadero retablo. La puerta de entrada cuenta con tres columnas por cada lado, un balcón sostenido por Atlantes. En el ático están  las imágenes de los patronos de Sevilla, San Fernando y San Hermenegildo, que guardan a San Telmo, patrón de los Navegantes.

Hotel Alfonso XIII

Hotel Alfonso XIII

Hotel Alfonso XIII

A la izquierda del Palacio de San Telmo hay un edificio muy bonito, se trata del Hotel Alfonso XIII, uno de los edificios más impresionantes de Sevilla. Su origen data de comienzos del siglo XX cuando se lleva a cabo un concurso para un hotel para la Exposición Iberoamericana de 1929. Se inauguró el 28 de abril de 1928 con una gran celebración presidida por el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia, con motivo del enlace concertado de la infanta Isabel Alfonsa con el conde Juan Zamoyski. En este evento con fines benéficos se recreó la Feria de Abril, ya que coincidió con el final de esta. Desde 1998 es Bien de Interés Cultural. El edificio es propiedad del Ayuntamiento y lo explota una cadena hotelera de lujo. Es el octavo hotel más lujoso de Europa y el 33 del mundo. En 1963 fue un escenario de la película Lawrence de Arabia.

Fachada de la Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla

Monumento dedicado a Curro Romero

La Plaza de Toros de Sevilla es propiedad de la Real Maestranza de Caballería, una corporación formada por caballeros pertenecientes a antiguas familias nobles. Se construyó en el llamado Monte del Baratillo y tanto interior como exteriormente forma un polígono irregular de 30 lados desiguales, consecuencia de una obra que duró 120 años. Frente a la facha se encuentra la Glorieta de Curro Romero, con una escultura en bronce del torero sevillano rodeada de plantas de romero. La obra es del escultor sevillano Sebastián Santos Calero, realizada en el año 2001.

Monumento a María de las Mercedes de Borbón y Orleáns

Monumento a María de las Mercedes de Borbón y Orleáns

Frente a la entrada de la Plaza de Toros, en el lado izquierdo, se encuentra el Monumento a María de las Mercedes de Borbón y Orleáns "Condesa de Barcelona", madre de Juan Carlos I. Es una figura realizada en bronce en la que aparece montada a caballo, vestida de corto y con un sombrero de ala ancha sobre una peana de mármol de Macael. La autoría de la obra es del escultor sevillano Miguel García Delgado, que se inspiró en una fotografía de María montada a lomos del caballo Vive le Roi (Viva el Rey en francés) de la que hizo sendas reproducciones más pequeñas que están una en la Zarzuela y otra en la propia Maestranza. Se colocó en el año 2008.

Archivo de Indias

El Archivo de Indias se encuentra al lado de la Catedral de Sevilla. Los Comerciantes de América, en el siglo XVI, usaban las gradas de la Catedral de Sevilla para sus transacciones. El Cabildo de la Catedral, para evitar los excesos cometidos por los comerciantes, que en ocasiones  usaban el templo para sus negocios, instaló cadenas y vigilancia en los alrededores de la Catedral. El rey Felipe II decidió en 1584 la construcción de un edificio para sede de la Lonja, que se llevaría a cabo en la misma Avenida, junto a la Catedral. Sería también sede de la Casa de Contratación, desde 1598, que se encontraba en el Alcázar, hasta el traslado de esta a Cádiz en 1717. El Archivo de Indias de Sevilla se creó en 1785 por mano del rey Carlos III, con el objetivo de centralizar en un único lugar la documentación referente a la administración de las colonias españolas hasta entonces, dispersa en diversos archivos: Simancas, Madrid, Cádiz y Sevilla. José de Gálvez, ministro de Indias, y el cosmógrafo mayor Juan Bautista Muñoz lideraron esta iniciativa. Desde entonces y en distintas remesas, se van incorporando los fondos de las principales instituciones relacionadas con las Indias hasta convertir al archivo en el principal depósito documental para el estudio de la administración española en el Nuevo Mundo y las Filipinas. Es el mayor archivo existente sobre la actividad de España en América y Filipinas, conteniendo información sobre la historia y la geografía de aquellos territorios. Cuenta con unos 43.000 legajos, con unos 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos, que ocupan más de nueve kilómetros lineales. Hay documentos de gran valor histórico: el Tratado de Tordesillas, textos autógrafos de Cristóbal Colón, Fernando de Magallanes, Vasco Núñez de Balboa, Hernán Cortés o Francisco Pizarro.

Archivo de Indias

Archivo de Indias

Los documentos más antiguos que se conservan son los colombinos. En especial las Capitulaciones de Santa Fe, que se firmaron entre Colón y los Reyes Católicos. Este documento está calificado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. España tiene once documentos con esta calificación, de los cuales cuatro están en el Archivo General de Indias (los de la embajada japonesa que visitó a Felipe III y unos vocabularios del siglo XVIII de lenguas indígenas). No son visibles para el público salvo en exposiciones temporales y se conservan en almacenes especializados como grandes cajas fuertes en condiciones físicas y ambientales que no alteran la conservación de los documentos. Se completa con una Biblioteca especializada en la Historia de América con más de 33.500 obras. En 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco junto a la Catedral, la Giralda y el Real Alcázar de Sevilla. El edificio es de estilo Renacentista Herreriano, asentado sobre un podio de planta cuadrada, con dos pisos y un amplio patio central en forma cuadrada, combinando  ladrillos rojos y elementos de piedra. En la fachada lateral, frente a la catedral, se encuentra la Cruz de los Juramentos,  donde se producían acuerdos mercantiles entre comerciantes, con un apretón de manos. En la fachada posterior, el Monumento del Triunfo formado por un templete  donde se encuentra la Virgen del Patrocinio, en  agradecimiento a los escasos daños sufrido por Sevilla durante el terremoto del 1 de noviembre de 1755, en Lisboa.

Catedral de Sevilla

Puerta  de San Cristóbal o del Príncipe

Giraldillo

La Catedral de Sevilla es el templo más fascinante de la ciudad, por su historia, su arquitectura y por la enorme colección de obras de arte que alberga. Seas o no religioso, las imponentes bóvedas góticas, el hechizo del Patio de los Naranjos, la singular Biblioteca Colombina, la torre campanario, las capillas llenas de obras de arte, junto a una excelsa iconografía que comprende pinturas, esculturas, vidrieras y delicada orfebrería hacen de la visita a la Catedral una cita imprescindible. Estamos ante uno de los mayores templos católicos del mundo, el mayor de estilo gótico. Punto de salida del camino de Santiago desde Sevilla. El acceso para visitarla se encuentra en la fachada sur, la que mira al Archivo de Indias: Puerta de San Cristóbal o del Príncipe. Hay muchas puertas más, algunas cerradas y otras reservadas al culto o a Sacristías independientes. En esta entrada hay una réplica del Giraldillo. Esta figura de 4 metros de alto está inspirada en la diosa Atenea y es la representación de la Fe Católica. Viste atuendo de guerrera y casco y porta una hoja de palma seca, signo de la resurrección y del martirio. En la mano derecha lleva un lábaro -estandarte- que es la que la hace girar marcando la dirección del viento -de ahí la palabra Giraldillo, de giro. El Giraldillo es el nombre popular que recibe la escultura de forma femenina que corona la Giralda de Sevilla. Fue realizada en 1568 por el maestro artillero y fundidor de metales Bartolomé Morel. La estatua de bronce mide 3,47 metros de altura y solo el cuerpo de la estatua pesa 1,2 toneladas. Hace las veces de veleta y representa la Fe.

Catedral de Sevilla

Puerta de la Asunción

Las obras de la Catedral se iniciaron en 1403 con el propósito, por parte de los canónigos de la Sevilla de la época, de “hacer una Iglesia que los que la vieren labrada nos tengan por locos”, según quedó recogido en la tradición oral popular hispalense. Esa bendita locura se consagró como catedral en 1507, siendo, hasta la construcción de San Pedro del Vaticano, la más grande del mundo. Actualmente, con sus 76 metros de anchura y 116 de longitud, es la catedral gótica de mayor superficie del orbe. La puerta principal es la de la Asunción, con iconografía de la Asunción de la Virgen rodeada de las figuras de los apóstoles y numerosos santos, está cerrada habitualmente.

Cuadro de San Fernando de Bartolomé Esteban Murillo

A la entrada y después de pasar el control nos encontramos con un enorme museo de pinturas, con cuadros de Murillo, Zurbarán, Valdés Leal y otros muchos maestros sevillanos. Una de las obras más valiosas que guarda la Catedral de Sevilla es sin duda este retrato de San Fernando que Murillo realiza hacia 1671, en el periodo de su plenitud artística, con motivo de la canonización del Santo Rey, aprobada por Clemente X el 4 de febrero de ese año, en cuyo proceso actuó como testigo y en cuyas fiestas participó activamente como pintor escenógrafo. Fue dejada en herencia esta pintura a la Catedral por el medio racionero Bartolomé Pérez Ortiz, primo hermano de Murillo, quien seguramente la encargó para su oratorio privado. No aparece vestido como un rey medieval, sino que va a la moda de los Austrias del siglo XVII, luciendo armadura sobre la cual porta el manto regio con brocados dorados y con la esclavina y el envés de armiño, que se cierra al centro con un broche dorado. Lleva en su mano derecha la espada, la mítica Lobera que se conserva en la Capilla Real, que simboliza su dominio sobre los musulmanes. Con su mano izquierda sostiene un orbe, símbolo de su poder terrenal que, sin embargo, al ser de color azul, hace alusión a la santidad del Rey, ya que este color simboliza la elevación del alma hacia Dios. En el pecho se vislumbra bajo el manto una cadena de oro de eslabones rectangulares con un medallón que representa a la Virgen de los Reyes. El retrato se completa con la corona que San Fernando porta como rey y el nimbo que alude a su santidad.

Cuadro de San Juan Bautista en el desierto de Francisco de Zurbarán

Hay muchas pinturas de Francisco de Zurbarán en la Catedral de Sevilla, pero este San Juan Bautista en el desierto destaca por su originalidad en la representación del Precursor. Aparece en primer plano en un paisaje lejano, con un gesto anhelante de mostrar al Cordero de Dios con su mano derecha. Esta obra está fechada en 1640. Todo en este cuadro es excepcional: la descripción de la anatomía del cuerpo del joven Bautista, el tratamiento de la túnica casi dejada caer, el pequeño cordero junto a sus plantas. El Precursor del Señor ha sido representado de muchas maneras, pero aquí aparece con una originalidad total. Solo es comparable esta figura con la imagen del Bautista, realizada por Juan de Mesa (entre 1623 y 1624), que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. En las dos obras está representado el Bautista a la misma edad aproximadamente, y en las dos resalta la fuerza de su espiritualidad de fuego que ardía en su interior.

Vidrieras

Vidrieras

Vidrieras

Vidrieras

Vidrieras

Las vidrieras del interior de la Catedral sirven para dar luz al interior. Son ciento treinta y ocho, estando bien conservadas, siendo realizadas desde el siglo XV hasta el XX. Las más antiguas son las diecisiete que cierran los vanos situados sobre las capillas laterales y nave mayor de poniente. Renacentistas son las del altar mayor, crucero, naves orientales, sobre las capillas, los accesos y los vanos de las capillas perimetrales. Barrocas la de Santa Justa y Santa Rufina, en la capilla de San Antonio y los anagramas que cierran las ventanas laterales de las capillas de San Pedro y San Pablo. La vidriera de la capilla de San Hermenegildo es la única neoclásica. Modernas la de San Fernando en la capilla de la Antigua y la del Pentecostés en la capilla Obispo de Scalas y la restaurada vidriera de la capilla de San José.

Capilla de la Virgen de la Antigua

Capilla de la Virgen de la Antigua

La Capilla de la Virgen de la Antigua es de mayor tamaño que otras capillas de la Catedral, está cerrada con una impresionante reja. Tiene un grandioso retablo de mármol del siglo XVIII presidido por pintura mural bizantina del siglo XIV. Esta Virgen es una primitiva y gran devoción de los navegantes y del pueblo sevillano. Le acompaña en el retablo las imágenes de San Joaquín y Santa Ana y sobre ellos, Cristo Salvador con los Santos Juanes, obras de Duque Cornejo, siglo XVIII. A cada lado tenemos los Sepulcros del cardenal Diego Hurtado de Mendoza, fallecido en el siglo XV, en la izquierda, y el del arzobispo Luis de Salcedo y Azcona, fallecido en el siglo XVIII, este último gran devoto de esta Virgen, por lo que financió el retablo. Bajo el altar descansa el arzobispo Gaspar de Zúñiga y Avellaneda, del siglo XVI, estando cubierto de lápidas el suelo de la capilla por la gran devoción de los canónigos a esta Virgen. Hay dos vidrieras en el interior, son del siglo XIX y XX, representa a San Fernando, obra de Virgilio Mattoni y  la lateral representa a San Eustaquio, San Hermenegildo y San jerónimo. A la entrada, una placa nos recuerda que el día 9 de septiembre de 1522, ante Nuestra Señora de la Antigua, en esta capilla de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, se postraron en rendido homenaje y agradecimiento por su protección y amparo, los dieciocho tripulantes de la Nao Victoria, que llegaron al puerto de Sevilla culminando la primera vuelta al mundo. La mayor gesta marítima de todos los tiempos. Juan Sebastián Elcano – Capitán, Francisco Albo – Piloto, Miguel De Rodas – Maestre, Juan De Acurio – Contramaestre, Martín De Judicibus – Marino, Hernando De Bustamante – Barbero, Hanse – Condestable, Diego Gallego – Marinero, Nicolao De Nápoles – Marinero, Miguel Sánchez De Roda – Marinero, Francisco Rodríguez – Marinero, Juan Rodríguez – Marinero, Anton Hernández Colmenero – Marinero, Juan De Arratia – Grumete, Juan De Santander – Grumete, Vasco Gómez Gallego – Grumete, Juan De Cubileta – Paje y Antonio Lombardo – Sobresaliente.

Órgano

Órgano

Los órganos de la Catedral, situados sobre el Coro y sobre las capillas de los alabastros, fueron reconstruidos en 1901. Dos instrumentos gemelos enfrentados. El mueble es de 1724, la decoración y esculturas son del escultor Duque Cornejo. Se interpretan simultáneamente desde el mismo teclado.

Tumba de Cristóbal Colón

Tumba de Cristóbal Colón y pintura de San Cristóbal

En la Tumba de Cristóbal Colón, el féretro es portado por cuatro Reyes representado los reinos históricos de España: Castilla, León, Aragón y Navarra. La peana es de estilo indiano azteca, simbolizando la unión de España con las tierras de América. Fue realizado por el escultor madrileño Arturo Mélida y Alinari a finales del siglo XIX. En el lateral de la puerta del Príncipe hay una enorme pintura mural manierista de San Cristóbal, obra del italiano Pérez de Alesio en el siglo XVI.

Bóvedas ojivales

La Catedral dispone de 68 bóvedas ojivales que descansan sobre 28 pilares adosados y 32 exentos.

Cúpula de la Sacristía Mayor

El interior de la Sacristía Mayor es un solemne espacio concebido en planta central que forma una cruz griega de brazos muy reducidos. Su espacio se cubre con una cúpula que descansa sobre pechinas. La cúpula se adorna con relieves dispuestos en tres anillos, que representan el Juicio Final y una escenificación de la Corte Celestial; en el anillo inferior, los Condenados. En las bóvedas aparecen representaciones de apóstoles y obispos.

Custodia Procesional del Corpus

La Custodia Procesional del Corpus es una de las más impresionantes, por su factura artística y su programa iconográfico, siguiendo las orientaciones del Concilio de Trento con la exaltación de la Eucaristía. Fue encargada por el canónigo Francisco Pacheco, en nombre del Cabildo de la Santa Iglesia Catedral, al gran orfebre que la realizó, Juan de Arfe, en 1580. Este la describió de esta manera: es la mayor y mejor pieza de plata que de este género se sabe. Es toda de plata en su color, y mide tres varas y media de alta más la cruz que la corona, y pesa 113.613 gr. La planta de la custodia es circular, y presenta cuatro cuerpos, en los que se suceden las columnas de orden jónico, corintio y romano, que ascienden por los tres primeros. En el primer cuerpo está representada la Iglesia Militante, en 36 escenas tomadas del Antiguo y del Nuevo Testamento, con la imagen de la Inmaculada en el centro. En el segundo cuerpo está el viril con el Santísimo,  y en el tercero  la Iglesia Triunfante con el Cordero en el centro. En el de más arriba la Trinidad, todo coronado por la imagen de la Fe, con la silueta de la Giralda. Esta riqueza simbólica hace de esta deslumbrante obra de orfebrería una de las primeras joyas de la Catedral de Sevilla. Juan de Arfe (1535 - 1603) perteneció a una familia de orfebres famosos, procedente de los Países Bajos, que se estableció en España desde comienzos del siglo XVI.

Sala de Ornamentos

Corona Virgen de los Reyes

El tesoro de la Catedral de Sevilla está considerado como uno de los tesoros artísticos mejor conservados en el entorno eclesiástico de España. La sala que alberga los tesoros es la Sala de Ornamentos, era la antigua contaduría de la Catedral, donde se realizaba la gestión económica. En las vitrinas se encuentra una rica colección de ornamentos sagrados desde los siglos XIII al XIX,  relicarios y orfebrería (patenas, copón, cálices, imágenes, portapaz, ostensorios, cruces, etc.) del tesoro de la Catedral. Entre los objetos destaca el estandarte de San Fernando que se cree que fue llevado por las tropas de Fernando III de Castilla en 1248 durante la conquista de Sevilla, la cruz donada por Pío V al gran Duque de Parma del siglo XVI, el Cáliz del cardenal Delgado y Venegas, una Urna y peana para el Jueves Santo del siglo XVIII, un Detalle Ostensorio donado por doña Isabel Pérez Caro del siglo XVIII, un Lignum crucis llamado de Constantino del siglo XVI, un Relicario de Felipe V de Francia y de Doña Juana de Borgoña de 1317 a 1322, una Corona Virgen de los Reyes de 1904, una Virgen con el Niño del siglo XIV o un Cuadro de La Magdalena de Artemisa Gentilleshi del siglo XVII.

Antecabildo

El Antecabildo es obra de Hernán Ruiz, del siglo XVI, se  accede desde la capilla de Mariscal, por un pasillo curvo a la Sala Capitular y por el patio del cabildo a la Sacristía Mayor. Es una pequeña sala cuadrada, con bella bóveda con casetones y paredes decoradas con las imágenes de las Virtudes. Separando los relieves de episodios del viejo Testamento, escenas del Apocalipsis y otros libros sagrados, la Torre de Babel, Moisés en la huida de Egipto, etc. Sobre las puertas  los cuatro Evangelistas y en la entrada relieves del Rey David y Salomón, obras de Juan Bautista Vázquez el Viejo, del siglo XVI.

Altar de Plata

En la cabecera del crucero derecho, delante de la Puerta de la Concepción, se encuentra el Altar de Plata, monumental y desmontable, de finales del siglo XVII, es usado para cultos extraordinarios al Santísimo Sacramento, aunque en la actualidad se expone de forma permanente. Compuesto por un Sol que representa a una gran Custodia bajo la que se encuentra la Virgen de la Granada de autor anónimo, custodiada por las imágenes en plata de San Leandro y San Isidoro de Guerrero Alcántara y Duque Cornejo, siglo XVIII. Se completa con un atril en forma de Ángel  y varios ciriales.

Retablo Mayor

Retablo Mayor

La Capilla Mayor presenta el retablo más grande de toda la cristiandad, 400 m² y 27 metros de altura, con más de 200 imágenes de santos, cuya construcción se inició en el año 1480, finalizando en 1529. Está rodeado por tres rejas de forja, frontal y laterales de estilo renacentista, con dos púlpitos, del siglo XVI. Es una de las obras más relevantes en la historia del arte, una exaltación de la iglesia, una verdadera biblia dorada, con 44 escenas de la vida de Jesús y María realizadas por numerosos artistas a lo largo de varios siglos. En el centro, de abajo a arriba, vemos sobre el altar de plata repujada la imagen sedente de la Virgen de la Sede, una obra gótica del siglo XII, en madera y cubierta de plata, procedente de la primitiva mezquita catedral.

Giralda de Sevilla

Giralda de Sevilla

Giralda de Sevilla

Giralda de Sevilla

Giralda de Sevilla

La Giralda de Sevilla es la torre campanario de la Catedral, en su día fue la torre más alta del mundo con sus 97,5 m de altura, además de ser una de las imágenes más famosas de la ciudad y de toda Andalucía. La torre está constituida por dos cuerpos diferentes aunque perfectamente unidos, mostrando un ejemplo perfecto del crisol de culturas existente en la ciudad. El cuerpo musulmán es el más antiguo, fue iniciado en 1184 por orden de Abu Yaqub Yusuf para ser el alminar de la mezquita almohade de Sevilla. Como curiosidad cabe destacar el hecho de que la Giralda no tiene escaleras, sino 35 rampas suficientemente anchas para permitir que el sultán subiera por ellas montado a caballo para ver la bella estampa que se divisa. En el siglo XVI, se añadió el actual cuerpo cristiano, el campanario que remata la torre, a cargo del arquitecto Hernán Ruiz. El siguiente cuerpo es el de las azucenas, que cuenta con cuatro jarras de azucenas de bronce, una en cada esquina. Y encima de este existe otro cuerpo más de estilo renacentista. El 29 de diciembre de 1928, fue declarada Patrimonio Nacional; en 1987, integró la lista del Patrimonio de la Humanidad.

La Giralda desde el Patio de Los Naranjos

Puerta del Perdón

Puerta del Perdón

Puerta del Perdón

Al lado del Altar de Plata hay una salida que nos conduce al Patio de los Naranjos, era primitivamente, en el siglo XII, el patio de abluciones de la mezquita almohade. Su forma es rectangular de 43 por 81 metros, en él se encuentran unos servicios públicos, una fuente, los naranjos y una tienda de recuerdos y bebidas. A lo largo de los siglos ha sufrido numerosas modificaciones, sobre todo en el siglo XVII, con la construcción en su lado oeste de la Iglesia del Sagrario y en el siglo XIX  con la nueva puerta de la Concepción. Al sur del patio  presenta  trece arcos almohades cegados, de color claro blanco Almohade,  y un gran arco central donde se encuentra la entrada primitiva al recinto árabe, hoy conocida como la Puerta del Perdón, la cara exterior hacia la calle Alemanes es de finales del siglo XII y reformada en el XVI, la cara hacia el patio es obra moderna neo almohade, presentando un tejaroz, gran tejado de madera, rematado por un reloj de sol.

Fuente de Híspalis

Fuente de Híspalis

A la Fuente de Híspalis se la conoce también como Fuente de Sevilla, esta fuente fue encargada por el Ayuntamiento al escultor Manuel Delgado Brackenbury y diseñada por Juan Bautista Míguez Roca en el año 1928. Fue instalada en la plaza en 1929, el mismo año de la Exposición Iberoamericana. La fuente tiene esculturas que representan a la ciudad. Una mujer con una túnica se encuentra sentada sobre una especie de grandes hojas de loto, sostenidas por figuras de niños desnudos, subidos a unas grandes tortugas. En el perímetro de la taza había otros cuatro niños con caracolas de las que manaba agua. En 1939 los cuatro niños (conocidos en su día como "los meones", aunque no estaban en esa posición) fueron retirados por orden del alcalde Eduardo Luca de Tena. En 2015 se realizaron unas copias del mismo tipo de piedra y fueron colocados de nuevo. El Sevilla Fútbol Club suele celebrar en esta fuente sus logros deportivos.

Antiguo Teatro Coliseo

Caminando por la Avenida de la Constitución nos encontramos con la sede de la Gerencia Provincial de la Agencia Tributaria de Andalucía, este edificio fue concebido y encargado a los hermanos Aurelio y José Gómez Millán con fines muy diferentes: primero cinematógrafo, luego teatro, El Teatro Coliseo. Estamos ante un nuevo y significativo ejemplo de la arquitectura regionalista que domina la gran arteria turística de Sevilla desde que se ensanchó y reurbanizó con vistas a la Exposición Iberoamericana de 1929. De hecho, el edificio responde a los cánones del estilo arquitectónico: ladrillo visto, trabajado y tallado de forma monumental, cerámica vidriada, hierro forjado, madera e incluso mármol. Para su inauguración el 3 de diciembre de 1931, el diseño técnico original de José Gómez Millán había sido modificado de las 2.755 butacas como cine a las 2.100 como teatro, había costado unos dos millones de pesetas y había cambiado varias veces de nombre: cine Reina Mercedes, teatro Reina Victoria en la República, su nombre final fue Coliseo España. Fue muy admirada su decoración interior, con pinturas murales costumbristas en los vestíbulos y una gran lámpara de araña de bronce y cristal. Sin embargo, el Coliseo fue vaciado en la reforma de 1975 para adaptarlo a su nuevo uso como oficina bancaria, y lógicamente no se recuperó para acoger las oficinas recaudatorias de la Junta de Andalucía.

Plaza del Cabildo

Plaza del Cabildo

La Plaza del Cabildo se encuentra en el barrio del Arenal, es una plaza interior semicircular construida en el siglo XX y adosada a la antigua muralla de la ciudad. Perteneció al antiguo Colegio de San Miguel, adscrito al Cabildo de la Catedral y fundado en el siglo XIII por Alfonso X el sabio. Es uno de los lugares más emblemáticos y tranquilos del centro, junto a la bulliciosa Avenida de la Constitución y  uno de los más recientes en incorporarse al patrimonio de la ciudad. Tiene forma semicircular. En el centro hay una fuente. En su lado curvo hay un edificio de tres plantas: las dos primeras con amplias balconadas y una serie de arcadas, decoradas por el pintor José Palomar, que se apoyan en columnas de mármol, conformando en la planta baja una galería. En el centro del edificio hay una portada central obra del arquitecto Joaquín Barquín Barrón. En la galería existen varias tiendas especializadas en numismática, filatelia y antigüedades.

Ayuntamiento de Sevilla

Ayuntamiento de Sevilla

El edificio del Ayuntamiento de Sevilla constituye una de las muestras más notables de la arquitectura plateresca en Andalucía. Durante el siglo XV, debido al descubrimiento de América y a la importancia y riqueza que va adquiriendo la ciudad, se decide crear una nueva sede del Cabildo, más amplia y de mayor calidad, y colocar el Ayuntamiento de Sevilla en la plaza de San Francisco, que era lugar céntrico y comercial. Su construcción supuso la independencia del poder civil frente al religioso. El edificio inicial ocupa el sector meridional del actual Ayuntamiento, con el “arquillo” que comunicaba con el compás del monasterio franciscano. Bien de Interés Cultural, el Ayuntamiento de Sevilla está catalogado como Monumento desde su publicación en 1931.

Edificio de La Adriática

El Edificio de La Adriática se levanta en Sevilla, en la Avenida de la Constitución, entre los años 1914 y 1922. Proyectado por el arquitecto José Espiau y Muñoz para la importante Compañía de seguros La Adriática, constituye un bello ejemplo de arquitectura ecléctica, donde se combinan elementos de ascendencia islámica con otros de estilo plateresco y otros claramente regionalistas. El edificio se construye en pleno auge constructivo de la ciudad de Sevilla con motivo de la apertura y el ensanche de la Avenida, y próximo al gran evento de la Exposición Iberoamericana de 1929. La particularidad de su situación sobre un solar de planta triangular con ángulo muy acusado sobre una manzana muy bien ubicada en la confluencia de la Avenida con las plazas Nueva y de San Francisco, es aprovechada por el genio y la creatividad de su autor para diseñar un edificio único, con unas perspectivas poco comunes en la ciudad, y con unas formas en las que predomina el estilo neomudéjar, tan presente en la ciudad de Sevilla en esta época. El elemento visualmente más potente del edificio es su logrado mirador de planta circular que presenta en la esquina, en el estrecho ángulo que forma en la confluencia entre las dos calles; un cuerpo cilíndrico de cuatro pisos con una espectacular galería de arcos sobre pórtico curvo en el segundo cuerpo, que se inspira en los antiguos minaretes árabes, y que se corona con una vistosa cúpula de azulejos vidriados policromados recuperada de la original, sustituida anteriormente por un cuerpo almenado. Además de lo conseguido de esta composición, es de admirar su esmerado estudio cromático, basado en la combinación de paños de ladrillo rojo con otros lisos en color crema; los tramos revestidos de cerámica policromada, y las franjas blancas con relieves de jarrones y grutescos.

Edificio de Telefónica

Situado en la Plaza Nueva, junto al Arquillo del Ayuntamiento, el edificio de Telefónica (1926 - 1928) es una obra clave de Juan Talavera y Heredia. La decoración toma los modelos barrocos de la Iglesia de San Luis, el Palacio de San Telmo, y la Iglesia de la Magdalena. La característica rejería de Talavera cede presencia a esta ornamentación de inspiración tomada del siglo XVIII, pero los arcos de las ventanas y el ladrillo visto se mantienen como elementos definitorios. El edificio se caracteriza por su elaborada ornamentación, constituyendo uno de los mejores ejemplos de la arquitectura neobarroca sevillana. También tiene, como nota diferencial, el acertado juego de la bicromía empleada en sus fachadas, combinando el color ocre - rojizo del ladrillo con el gris de la piedra labrada, con el que además se reviste toda la planta baja. Un elemento especialmente singular es su bello mirador, también marcado por la omnipresente bicromía, de tres cuerpos de altura y decrecientes en sección, que evoca la silueta de la Giralda. Con un primer cuerpo de base cuadrada y los dos superiores achaflanados, se abren con un solo hueco a cada lado y se rematan con bolas y pináculos, coronándose todo el conjunto con un chapitel que acaba con una veleta.

Monumento a Fernando III El Santo

En el centro de la Plaza Nueva, el corazón mismo de Sevilla, se levanta desde 1924 el monumento al rey Fernando III, conocido como El Santo. El conquistador de la ciudad en 1248, cuyos restos se conservan en la Catedral de Sevilla y se exponen a los visitantes en su onomástica, cada 30 de mayo, es además el patrón de la ciudad. El monumento consta de una estatua ecuestre realizada por Joaquín Bilbao, hermano del pintor Gonzalo Bilbao. Siguiendo la creencia popular (más que rigor científico) sobre la simbología en este tipo de representaciones, que el caballo tenga las cuatro patas en el suelo revela que el protagonista murió por causas naturales y no en batalla o por heridas sufridas en ella. Fernando de Castilla empuña en su mano derecha un cetro rematado con una cruz, mientras la espada Lobera permanece envainada a su izquierda. En la silla, se aprecia una imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos, al modo de la Virgen de los Reyes. En el pedestal sobre el que se sitúa la imagen de San Fernando se colocan cuatro esculturas de los artífices de la conquista de Sevilla. Aparecen el hijo del monarca, Alfonso X (realizada por Enrique Pérez Comendador), el Almirante Ramón de Bonifaz (obra de José Lafita Díaz), el Obispo Don Remondo (por Alfonso López Rodríguez) y el Caballero Garci Pérez de Vargas (de Joaquín Sánchez Cid).

 

Puerta del León

La llamada Puerta del León del Alcázar fue conocida tiempo atrás como Puerta de la Montería. Según aparece en la documentación del siglo XVI, llamada así por ser la puerta utilizada por el rey y sus monteros cuando salían de caza. Actualmente, "de la Montería" es el nombre que recibe el patio que precede al palacio mudéjar de Pedro I. En la Puerta del León aún puede contemplarse el azulejo con el nombre de "Puerta de la Montería". Estos azulejos fueron colocados en tiempos de Pablo de Olavide, en el siglo XVIII, identificando edificios principales de Sevilla, como podemos ver aquí o en el Archivo de Indias, donde encontramos otro con el nombre de "La Lonja", su verdadero nombre antes de convertirse en archivo. La Puerta del León la manda abrir el rey don Pedro I, para que sirviera de acceso principal al Palacio Mudéjar, que estaba construyendo en el interior del recinto y que sería su residencia. Se convierte en la primera puerta cristiana que se abría en los muros del Alcázar de Sevilla, pero la cuarta en la historia del recinto. La Puerta del León la preside un panel de azulejos con el león que le da el nombre, el cual lleva una filacteria con una misteriosa inscripción que dice "Ad Utrumque". Viene de la expresión latina "Ad Utrumque Paratus", del poeta Virgilio en La Eneida, donde el comandante griego Sinón grabó en el interior del Caballo de Troya una arenga, durante la víspera del asalto a la ciudad, para mantener alta la moral de su tropa. Con esta frase, se les decía a los soldados que no había más alternativas, era vencer o morir y que para ambas había que estar preparado. Podríamos interpretarlo, por tanto, como "Y preparado (también) para lo otro", "Preparado para cualquiera de las alternativas" o "Preparado para ambos"; Dicho en lenguaje coloquial, podríamos traducirlo como "Preparado para todo" o "Dispuesto a todo", había que estar dispuesto a ganar, pero también preparado para morir.

Balcón de Rosina

En Sevilla hay muchos rincones bonitos, si paseamos por los Jardines de Murillo, nos encontraremos con el Hotel Murillo situado en la Plaza de Alfaro. Esta plaza es uno de los lugares emblemáticos de Sevilla por su leyenda. Se trata del llamado Balcón de Rosina, que se abre desde el número cuatro de dicha plaza a los Jardines de Murillo. Se le llama así al atribuirle ser el escenario en el que se desarrolla parte de la historia del Barbero de Sevilla. Según se cuenta, esta historia, descrita por primera vez en una obra de teatro de Beaumarchais de 1775, estaría inspirado en un hecho real que habría acaecido en esta casa sevillana. El Barbero de Sevilla cuenta la historia de Rosina, una joven huérfana que estaba al cargo de un tutor de avanzada edad llamado Bartolo, que la pretendía como esposa. De ella se enamora también el joven conde de Almaviva, que sigue los consejos que su barbero Fígaro le va dando para lograr conquistar a la dama. En uno de sus episodios de cortejo, el enamorado llega a organizar una serenata con otros músicos a los pies del balcón de Rosina. La realidad es que el edificio es de finales del siglo del XIX, un siglo posterior a que Beaumarchais escribiera su Barbero de Sevilla.

Una de las entradas a los  Jardines de Murillo

Bailes de sevillanas en los Jardines de Murillo

Los Jardines de Murillo, situados a continuación del Paseo de Catalina de Ribera, están formados por pequeñas glorietas con fuentes que articulan el espacio y en el que el ladrillo y la cerámica son, junto a la increíble y maravillosa vegetación, los verdaderos protagonistas de esta céntrica sede sevillana. Los Jardines de Murillo, anteriormente conocidos como los Jardines o Huerta del Retiro, formaban parte de los Reales Alcázares de Sevilla hasta que en 1862 se donaron a la ciudad para que formaran parte de la ampliación de la Feria que en aquel entonces se celebraba en el vecino Prado de San Sebastián. Estos jardines, como los conocemos hoy día, fueron diseñados en 1915 por Juan Talavera. Será en 1918 cuando, a petición del director del periódico El Liberal, se les dé el nombre de Jardines de Murillo debido a que el pintor fue enterrado en la iglesia que estuvo en la cercana plaza de Santa Cruz. Magnolios, naranjos, ficus, damas de noche son algunas de las especies vegetales que se entremezclan con glorietas, fuentes, cerámicas y monumentos en estos extraordinarios jardines de la ciudad.

Monumento a Colón

El monumento a Colón se encuentra en el paseo de Catalina de Ribera, un camino ajardinado en el barrio Santa Cruz. El jardín existe desde finales del siglo XIX, aunque fue reformado en 1921. A su noroeste están los jardines de Murillo. Fue catalogado como Bien de Interés Cultural en 2002. La arquitectura del monumento corresponde a Juan Talavera y Heredia y la escultura a Lorenzo Coullaut Valera. Fue construido por suscripción popular, gestionada a partir de 1917 por el director del diario El Liberal, José Laguillo y Bonilla. Fue colocado en 1921. Consiste en un basamento y dos columnas de piedra. En medio de las columnas hay dos proas de carabelas. Junto con las proas hay dos cartelas, una a cada lado, con los nombres de Isabel y Fernando respectivamente. Tanto las proas como las dos cartelas están hechas de bronce. En el basamento de las dos columnas hay dos medallones de mármol, uno a cada lado, con el busto de Colón y el escudo de los Reyes Católicos respectivamente. En la parte superior hay un león con un orbe. Su altura total es de 23 m. Todo el monumento está situado sobre la pila circular de una fuente.

Plaza de España

Una de las torres de la Plaza de España

Plaza de España

Plaza de España

Plaza de España

Plaza de España

Plaza de España

Plaza de España

La Plaza de España es un espectáculo de luz y de colores. Se encuentra dentro del Parque de María Luisa, esta plaza fue diseñada por el gran arquitecto sevillano Aníbal González como espacio emblemático de la Exposición Iberoamericana de 1929. El resultado fue una plaza - palacio única en el mundo. Sus proporciones son fastuosas; cuenta con una superficie total de 50.000 metros cuadrados, convirtiéndose sin duda en la plaza más imponente de España. A lo largo de todo el perímetro de la plaza se extiende un canal de 515 metros de longitud, que puedes recorrer a bordo de una barca.

Banco de Pontevedra

Banco de Asturias

Cara de Cervantes

Plaza de España

Plaza de España

Plaza de España

Plaza de España

Plaza de España

De un extremo a otro de la plaza podemos ver los bancos de azulejos que representan a las provincias de España. Los cuatro preciosos puentes que cruzan el canal representan los antiguos reinos de España. Dos altas torres se erigen en los extremos de la plaza, confiriendo un equilibrio perfecto al conjunto. Estas torres se divisan desde toda Sevilla. La galería porticada que separa el espacio abierto de la plaza con respecto al edificio es un bonito paseo con un bello artesonado. Sus muros están decorados con medallones con caras de españoles ilustres. En esta plaza se han rodado escenas de películas como Lawrence de Arabia o el Episodio II de Star Wars: El ataque de los clones.

Monumento a Gustavo Adolfo Bécquer

Monumento a Gustavo Adolfo Bécquer

El Monumento a Gustavo Adolfo Bécquer se encuentra en una pequeña glorieta en la entrada del Parque de María Luisa. El grupo escultórico lo conforman unas figuras dispuestas en cinco lados de un pedestal octogonal.  Por una parte, nos encontramos con el busto del poeta con su fecha de nacimiento y fallecimiento. De otro lado, tres mujeres sentadas en un banco que simbolizan tres estados del amor: el «amor ilusionado», el «amor poseído» y el «amor perdido». Ellas representan la rima de Bécquer ‘El amor que pasa’:

«Los invisibles átomos del aire

en derredor palpitan y se inflaman,

el cielo se deshace en rayos de oro,

la tierra se estremece alborozada.

Oigo, flotando en olas de armonías,

rumor de besos y batir de alas;

mis párpados se cierran…¿Qué sucede?

Dime.

–¡Silencio! ¡Es el amor que pasa!»

Por último, el conjunto lo completan dos figuras de bronce. En este caso, un hombre que se retuerce de dolor simboliza «el amor herido», y un joven Cupido representa «el amor que hiere». Curiosamente, la obra parte de una iniciativa de los Álvarez Quintero, admiradores de Bécquer, que llegaron a escribir una obra de teatro (La rima eterna) para poder financiar gran parte del monumento. Junto al escultor Lorenzo Collaut Valera escogieron esta rotonda e inauguraron este homenaje al poeta romántico el 9 de diciembre de 1911. Con todo, no es de extrañar hallar flores y candados a los pies del ciprés, pues es costumbre que los enamorados depositen aquí sendos símbolos en honor al sentimiento más noble: el amor.

Capilla del Carmen

Plaza del Altozano

Plaza del Altozano

Triana es un clásico barrio sevillano situado al lado derecho del río Guadalquivir. Se extiende desde la Cartuja al norte hasta el barrio de los Remedios al sur. De carácter marinero y de gran tradición sevillana, es cuna de toreros y artistas y atrae a muchos visitantes seducidos por sus tapas, sus vistas al río, su típico mercado y sus pequeños negocios de azulejos sevillanos. La Capilla del Carmen o del puente, de principios del siglo XX, obra regionalista de ladrillo visto y cerámica, de Aníbal González. Formada por dos cuerpos unidos, un edificio bajo con una cúpula recubierta de cerámica, sobre ella hay esculturas de Santa Justa y Rufina. A su lado, una torre campanario esbelta y alta.

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