Cerca de la Plaza de Miguel Ángel podemos ver la Abbazia di San Miniato al Monte o Basílica de San Miniato al Monte. San Miniato fue el primer mártir de la ciudad. El santo llegó como eremita a Florencia sobre el año 250. Durante las persecuciones romanas contra los cristianos, fue decapitado y, según la leyenda, después de la ejecución, cogió su cabeza y se la llevó al monte donde fue enterrado. En el lugar se construyó un santuario y una capilla. En el año 1013 empezaron las obras para construir la iglesia bajo los auspicios del obispo Alibrando y siguió bajo las órdenes del emperador Enrique II. En el año 1090, el potente gremio del Arte de la Lana pagó la fachada, en estilo románico florentino, con los típicos cuadros de mármol blanco y verde. En el centro de la fachada, hay un mosaico del siglo VII que representa al Cristo en el Trono mientras bendice a la Virgen y a San Miniato.
Desde el año 1373, el complejo está habitado por los monjes Olivetanos. Se cuenta que, en el año 1530, durante el asedio a Florencia del ejército de Carlos V, Miguel Ángel protegió la torre cubriéndola con colchones. En la basílica de San Miniato hay un meridiano que es de los más antiguos de Europa. En el suelo hay un zodiaco de mármol del año 1207, sobre el que, durante unos instantes en el solsticio de verano, se ilumina por el sol la parte donde está representado Cáncer.
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Las Capillas de Los Médici se encuentran en la basílica de San Lorenzo y albergan las tumbas de 50 miembros de la familia de Médici. En el interior se encuentran la Sacristía Nueva, de Miguel Ángel, y la Capilla de los Príncipes de Buontalenti. La construcción de la Sacristía Nueva comenzó en el año 1521 y fue diseñada por Miguel Ángel bajo pedido de los papas Médici, Leone X y Clemente VII. Actualmente, es un museo estatal de Florencia.
Muy cerca de estas capillas se encuentra la Catedral de Santa Maria dei Fiore (Catedral metropolitana de Santa María de la Flor) o Duomo de Florencia. Su construcción comenzó a finales del siglo XIII bajo diseño del arquitecto y escultor florentino Arnolfo di Cambio. La catedral cuenta con una nave principal y con dos naves laterales, además de un ábside trasero. Cuando di Cambio falleció, la construcción de la catedral se postergó y fue retomada en el año 1334 por Giotto di Bondone quien diseñó el campanario. Cuando falleció, la obra fue continuada por Andrea Pisano y Francesco Talenti finalizando su construcción en el año 1359. El Campanile de Giotto di Bondone tiene 85 metros de alto y es posible subir a la cima a través de sus 414 escalones, desde donde es posible apreciar una vista maravillosa de Florencia.
A mediados del siglo XIV, los artistas florentinos dejaron de lado el estilo gótico e incorporaron el estilo romano. El aire gótico de la catedral quedó escondido detrás del mármol rojo de Siena, el blanco de Carrara y el verde de Prato. El orfebre Lorenzo Ghiberti y el escultor Filippo Brunelleschi tuvieron el privilegio de finalizar la Catedral de Florencia.
Filippo Brunelleschi esculpió las estatuas para el Duomo y diseñó un innovador proyecto para hacer de la Catedral florentina la más grande de su tiempo y para el año 1421, la base en forma poligonal ya se había completado mientras la cúpula fue terminada 15 años más tarde. La roja cúpula de la catedral fue en ese entonces la más grande del mundo, con 45 metros de diámetro y 100 metros de altura, y muy pronto se convirtió en el símbolo de Florencia. La fachada de la Catedral fue destruida a finales del siglo XVI y el arquitecto Emilio de Fabris volvió a diseñarla, realizó algunas modificaciones e incorporó mármol en diferentes colores.
Al lado de la catedral y dentro de la misma plaza, se encuentra el Battistero di San Giovanni (Baptisterio de San Juan), que destaca por sus tres conjuntos de puertas de bronce. Hasta el año 1935 todos los florentinos fueron bautizados en el Baptisterio, ya que las otras iglesias de la ciudad no tenían derecho a la pila bautismal. Fue construido en estilo románico, alrededor del año 1059. Entre los siglos XIV y XVI, se le añadieron tres puertas dobles de bronce, con estatuas de mármol y bronce sobre ellas.
En la plaza de San Juan, donde se encuentra el Baptisterio, se puede ver la Loggia del Bigallo que era utilizada para colocar a la vista del público a los niños perdidos o abandonados, por lo que era una Loggia de caridad. Fue diseñada por el arquitecto y escultor Alberto Arnoldi a mitad del siglo XIV. Para su construcción se utilizaron elegantes pantallas de mármol perforadas y bajorrelieves. En ella se pueden ver a Cristo, los apóstoles y en la cúspide una virgen con el niño. Hoy es un museo de objetos relacionados con la Confraternita della Misericordia y la Compagnia del Bigallo.
La Chiesa dei Santi Michele e Gaetano (Iglesia de los Santos Miguel y Gaetano) es uno de los ejemplos más importantes de estilo barroco en Florencia. La iglesia se remonta al siglo XI, pero fue completamente renovada al estilo barroco por el arquitecto y escultor Matteo Nigetti, en el año 1604. Su fachada, muy característica y escenográfica, es obra de los arquitectos florentinos Gherardo y Pier Francesco Silvani, que parecen haberse inspirado en las iglesias romanas.
La Piazza Santa Trinita se encuentra cerca del Puente Santa Trinidad, en ella podemos ver la Iglesia de la Santa Trinidad, el Palazzo Spini Feroni, el Palazzo Buondelmonti y el Palazzo Bartolini Salimbeni. En el centro de la plaza está la Colonna della Giustizia (Columna de la Justicia), una estructura de granito que proviene de las Termas Romanas de Caracalla. Cosimo I la recibió como regalo del Papa Pío IV, y en el año 1554 decidió colocarla en el centro de la plaza de la ciudad. En el año 1581 se colocó en su cima una estatua que representa la personificación de la Justicia, realizada en antiguo pórfido rojo y adornada con un gran manto de bronce, obra del escultor Francesco del Tadda y su hijo Romolo.
La Basilica di Santa Trinita (Basílica de Santa Trinidad) es una de las iglesias más importantes de la evolución histórica y artística de la ciudad de Florencia. Fue fundada en el siglo XI y transformada hacia el año 1250; en el siglo XIV obtuvo el título de abadía. A finales del siglo XV, tras las renovaciones debidas a la Contrarreforma que los Grandes Duques de los Médici habían promovido en las iglesias florentinas, el arquitecto Bernardo Buontalenti renovó el presbiterio y reconstruyó el convento. El complejo adquirió así un estilo sobrio e imponente. La fachada, también realizada por Buontalenti, está decorada con esculturas de Giovanni Battista Caccini.
Al lado de la Basílica vemos la Torre Gianfigliazzi, que fue construida para la familia Guelph Ruggerini y fue demolida casi por completo tras la expulsión de los Guelphs en el año 1260. Reconstruida, pasó posteriormente a la familia Fastelli y, a finales del siglo XIV, a la familia Gianfigliazzi, que siguió siendo su propietaria hasta su extinción en el año 1764.
En el año 1299, los florentinos decidieron construir un palacio donde albergar los organismos del gobierno de la república, además debía ser un edificio representativo del poder de la república y del pueblo. Arnolfo di Cambio, el arquitecto del Duomo de Florencia y de la iglesia de Santa Croce, dio inicio a esta construcción sobre las ruinas del Palazzo dei Fanti y el Palazzo dell’Essecuttore di Giustizia en Piazza della Signoria. Como sucedía con las grandes construcciones de ese entonces, se necesitaron varias generaciones para concluir la obra, sufriendo modificaciones y ampliaciones.
Cosimo I de Médici ordenó una reestructuración y decoración del edificio durante el siglo XVI para convertirlo en su residencia. Así, adquiere su aspecto actual y se convierte en el Palacio Ducal. Más tarde, Cosimo I de Médici traslada su residencia a Palazzo Pitti y el Palacio Ducal recibe el nombre de Palazzo Vecchio (Palacio Viejo), convirtiéndose en las oficinas del gobierno y el lugar donde se guardaban los objetos de valor.
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Durante su larga historia, el palacio ha sido llamado de maneras diferentes. Su nombre original era Palazzo della Signoria y fue sustituido por Palazzo Vecchio cuando la corte de los Médici se trasladó al Palacio Pitti. Actualmente, el Palazzo Vecchio es el hogar del Museo dei Ragazzi y aquí encontramos también las oficinas del Ayuntamiento y la Sala del Cinquecento que actualmente conserva su uso original. Aquí se realizan audiencias y eventos especiales.
La torre del Palacio fue construida en torno al año 1310, cuando el cuerpo del edificio estaba casi terminado. En el campanario fueron colocadas tres campanas: La Martinella, que llama a los florentinos a resguardarse, la campana del mediodía y la campana de los repiques, que es la más grande de las tres. En la parte más alta se encuentra una gran veleta (cerca de tres metros de altura) con la forma del Marzocco rampante y sosteniendo un bastón coronado por un lirio. El gran reloj ubicado a la mitad de la torre fue construido del florentino Nicolò Bernardo, pero remplazado en el año 1667 por otro, realizado por Giorgio Lederle di Augusta y montado por Vincenzo Viviani. Aún hoy sigue funcionando.
El Ponte Santa Trinita (Puente Santa Trinita) se llama así por la cercana iglesia de Santa Trinita. El primer puente de Santa Trinita lo mandó construir la familia Frescobaldi en el año 1252, de madera, y se derrumbó en el año 1259 durante un espectáculo. Fue reconstruido de piedra en el año 1333, pero una riada se lo llevó en el año 1557. Cosme I mandó al arquitecto y escultor Bartolomeo Ammannati que lo reconstruyera, con la ayuda de su maestro Miguel Ángel. Miguel Ángel estudió unos arcos elípticos. En el año 1608, para celebrar la boda de Cosme II con Magdalena de Austria, se pusieron en el puente las estatuas de la primavera, el verano, el otoño y el invierno. Durante el verano del año 1944, el ejército alemán, en retirada, hizo saltar, despiadadamente, el puente, que fue reconstruido, fiel al original, entre el año 1955 y 1958 por el arquitecto Riccardo Gizdulich.
La Basilica di Santa Maria Novella (Basílica de Santa María Novella) es el templo principal de los dominicos en Florencia. El interior de la iglesia está cuidado hasta el último detalle y en sus paredes se pueden admirar frescos que reflejan la vida cotidiana de Florencia en la alta Edad Media. Las dos obras más importantes que alberga Santa María Novella son: La Trinidad (fresco del pintor renacentista Masaccio, pionero en usar perspectiva) y el Crucifijo de Brunelleschi (su única escultura en madera).
En el siglo IX existía un pequeño oratorio dedicado a Santa María de la Viña, y sobre él se levantó, en el año 1049, la iglesia de Santa María Novella, concedida, en el año 1221, a doce frailes dominicos. La fachada de mármol se encuentra entre las obras más importantes del Renacimiento florentino. Comenzada en el año 1456, se finalizó en el año 1470.
En la Piazza di Santa Maria Novella (Plaza de Santa María Novella), además de la Basílica, se encuentran dos grandes obeliscos de mármol. Ambos apoyados en su base sobre las esculturas de cuatro tortugas de bronce. Fueron añadidos a la plaza en el siglo XVI por orden de los Médici. Estos decidieron celebrar en la Plaza de Santa María Novella carreras de carros. La finalidad de los obeliscos, además de embellecer la plaza, era la de marcar el recorrido de las carreras.
Después de visitar la ciudad, mi impresión es que para poder ver una parte de Florencia se necesita un mes completo, pues incluso los barrios menos conocidos ofrecen mucho para descubrir. Por ejemplo, la Galería Uffizi posee una de las más antiguas y famosas colecciones de arte del mundo y se necesitaría un día entero para dedicarle. Se dice que el síndrome de Stendhal es un trastorno psicosomático provocado por la exposición a la cantidad de riquezas artísticas de Florencia y estoy de acuerdo.