miércoles, 7 de julio de 2021

Furancho o Loureiro

 

Foto de letrero de furancho

Voy a intentar hacer una aproximación a la definición de estos lugares, pues me pongo en la piel de una persona que visite Galicia y le hablen de estos sitios, ¿Cómo se lo explicamos?


El Furancho en algunas zonas y/o Loureiro en otras es en principio un local, sea el bajo de la casa, sea un garaje, un edificio anexo a la vivienda, etc. El propietario que es viticultor para su propio consumo ve que tiene un excedente de vino en su propiedad y trata de dar salida a ese excedente mediante la venta, de esta manera puede sacar un extra que le va a venir muy bien para la casa y su economía. Para ello acondiciona un local con mesas y sillas y sirve el vino excedente a los visitantes de su casa. Para que no tomen el vino a palo seco ofrece una tapa con el mismo, de cortesía y también tiene otras tapas para ofrecer aparte y que cobra aparte.


Imagen de jarras de vino, cuenco y una tapa

Desde muy antiguo (más de 300 años) el viticultor para anunciar a sus vecinos que tenía un excedente de vino colgaba una rama de laurel en la entrada de su domicilio, hoy lo siguen haciendo en su mayoría y muchas veces cuando llegas a una aldea “sigues” el rastro de las ramas de laurel hasta dar con el sitio. De ahí surge el nombre de “Loureiro” (Laurel en gallego) para denominar el lugar.


Imagen de una rama de laurel en un poste y un cartel de furancho

La palabra “Furancho” desconozco su origen, pero supongo que proviene de la palabra “Furar o agujerear” pues es lo que se hace al barril para ponerle un grifo. En Galicia es muy habitual hablar de “Abillar” que es lo mismo, pues se trata de meter la “billa o grifo” en un agujero del barril cuando el vino ya se puede consumir. Así en el lenguaje de los furanchos podemos escuchar al principio de la temporada la pregunta: ¿Fulano abillaste? Lo que indicaría con su respuesta si ya ha puesto el grifo en las barricas y ha probado el vino nuevo.


Imagen del interior de un furancho

Otra cosa de Furanchos y Loureiros es que no hace muchos años no se servía la tapa de cortesía ni cualquier otra, los vecinos que acudían al furancho llevaban su propia comida, una tortilla, unos filetes empanados, unas sardinas, etc. lo que tenían y lo consumían junto con el vino del furancho. O bien llevaban los productos a consumir frescos y en el furancho se los preparaban. También no faltaba el que aportaba una gaita, un pandero o una pandereta y entonces se arrancaba con la música y aquello se convertía en una fiesta muy divertida. Hoy lo de llevar la comida se puede seguir haciendo, pero son pocos los que lo hacen.


Imagen de una tapa de oreja y de pimientos

Como siempre ha pasado, el resto de establecimientos “legales”, pagadores de impuestos, han protestado por la competencia que les suponía estos lugares y entonces aparecieron las regulaciones. La Consellería publicó un Decreto (215/2012, de 31 de octubre) para tratar de regular la actividad de los furanchos de Galicia. Y luego en el Decreto 116/2008, de 8 de mayo trataron de incluir los furanchos como un nuevo tipo de establecimiento de restauración. Por otra parte los Concellos regulan también la temporada de apertura y cierre y entregan a los productores un número de licencia. Estas regulaciones determinaron que los furanchos podrían abrir un máximo de 3 meses al año aunque normalmente a un furancho real se le acaba el vino excedente antes. El número máximo de tapas que podían ofrecer (5), etc. Invito a ver estos Decretos para leer las regulaciones.


Imagen de una tablilla con el número de licencia

Imagen de la licencia de un furancho

A día de hoy hay muchos furanchos que mantienen estas características, son quizás los que nadie menciona ni dicen donde están pues suelen trasmitirse de boca en boca. Por otra parte se desconoce el número de furanchos que hay en Galicia pues no hay un registro oficial. También hay otros que tirando del nombre de furanchos tratan de vender en un local que es una tapería, bar rural  o restaurante. La picaresca innata en el carácter de las personas da lugar a esas situaciones y ahí surge la competencia desleal con la hostelería pues ofertan innumerable número de tapas, churrascos, mariscos, postres y bebidas de todo tipo. Usted lector y visitante con su buen parecer debería saber inmediatamente en el lugar en el que se encuentra de un simple vistazo.


Imagen con los tipos de vinos y tapas de un furancho

Imagen de un cuenco y una tapa









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