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Nos encontramos en Ponte Maceira, que en castellano sería Puente Manzano. Es un pequeño pueblo de poco más de 60 habitantes que está situado en la parroquia de Portor, perteneciente al ayuntamiento de Negreira, en la provincia de A Coruña. Por aquí pasa el río Tambre, uno de los más importantes de Galicia. Ha sido y es uno de los puntos clave de la ruta jacobea para los peregrinos que, una vez llegan a Santiago de Compostela, deciden continuar su camino hacia las costas de Finisterre, para lo cual, tienen que salvar este río.
GPS: 42.904675, -8.700069
El puente, conocido como A Ponte Vella (El puente viejo) se construyó entre los siglos XIII y XIV por voluntad del poder eclesiástico de Santiago de Compostela para comunicar Santiago con el litoral. En el siglo XVIII fue reformado para reparar desperfectos que provocaron algunas riadas. Está declarado como Bien de interés cultural. Tiene un tramo principal de cinco arcos de cantería y dos arcadas de aliviadero para las épocas de inundaciones. La Historia Compostelana recoge la batalla que tuvo lugar aquí entre las tropas del arzobispo de Compostela Diego Gelmírez y las huestes de uno de los más feroces feudales gallegos, Pedro Froilaz, ayo del rey, acompañado de sus hijos Bermudo y Fernando Pérez de Trava. En el puente se rodaron escenas de la película “Lobos de Arga” de Juan Martínez Moreno.




Los molinos de agua son unos de los principales atractivos de la aldea, ya que es el último molino de maquía (Maquila es la porción que le correspondía al molinero a cambio de moler grano). Hay tres molinos de agua que encontraréis fácilmente, ya que ambos se encuentran a ambos lados del puente. Uno de ellos tenía una vivienda en la parte de arriba y actualmente es un restaurante.
El Pazo de Baladrón (Palacio de Baladrón). Entre los años 1945 y 1955, el empresario y abogado Emilio Manuel Martínez Baladrón decidió levantar este bonito pazo, dejándose llevar por las reminiscencias de un estilo modernista. En el interior del pazo se rodó la película “El menor de los males” de Antonio Hernández. Este es uno de los pazos que componen la ruta de los 3 pazos de Negreira, junto con el Pazo de Albariña y el Pazo do Cotón del que hablaré más adelante.
La capilla de San Blas se encuentra al final del puente, también conocida como capilla del Carmen. Fue construida en el siglo XVIII y posteriormente en el siglo XIX se le incorporó un ábside semicircular neorrománico. En la fachada se puede ver el escudo de la orden de los carmelitas descalzos.
La aldea de Ponte Maceira presume de ser uno de los enclaves más auténticos, mejor conservados y con mayor encanto de la Galicia rural. La estética de sus calles empedradas, las casas de piedra blasonadas, sus balcones colgados hacia el río, cruceros, hórreos y la belleza de su entorno aumentan la categoría de esta aldea.
Iglesia románica de Santa María del Portor. Se encuentra en el pueblo de este nombre. Originariamente, fue un priorato benedictino dependiente de San Martín Pinario (Santiago de Compostela). Se trata de una iglesia levantada a finales del siglo XII. Su fachada y la torre datan del siglo XVII. Hoy solo se conserva la iglesia, habiendo desaparecido el resto de dependencias monásticas. El edificio tiene una nave rectangular con tres puertas de entrada. El muro norte del ábside se divide en dos paños con sendos arcos ciegos. La cornisa está decorada con arquillos apoyados sobre canecillos esculpidos.
Pazo do Cotón. Este pazo fue una fortaleza medieval con forma de ciudadela almenada y se encuentra en Negreira (A Coruña). Fue construido en el siglo XIV como castillo, pero sufrió grandes reformas en el siglo XVII. En él destacan las majestuosas torres almenadas, así como la pasarela de piedra y galería que atraviesa la calle principal de la villa para acceder a la capilla de San Mauro. Esta calle principal fue un antiguo camino real. La galería tiene una triple arcada almenada, balustradas y miradores que conectan el pazo con la capilla de San Mauro. En sus orígenes, el pazo perteneció a los Luaces y Mariño de Lobeira, que ejercían señorío sobre la villa de Negreira hasta que, a mediados del siglo XIX, traspasaron la propiedad a la familia Pardo de Vera Fabeiro, actuales dueños del pazo.
La capilla de San Mauro es del siglo XVIII, tiene planta rectangular con tres naves y cubierta a dos aguas. Su fachada principal cuenta con una puerta de entrada adintelada y, sobre ella, una ventana rectangular con escudo heráldico. A los lados vemos dos ventanas más de sección cuadrada y balaustrada. En el lateral de la fachada hay un campanario de dos tramos con pináculos de bolas en las esquinas.


Frente a la capilla se encuentra la Plaza do Cotón y en ella se puede ver el monumento al emigrante. Es una obra del escultor Fernando García Branco, elaborada en el año 1997 en piedra y bronce. Es una obra que muestra mucha fuerza y no deja indiferente a quien la contempla, sirve de homenaje a los muchos emigrantes que tuvieron que salir de la zona en busca de una mejor vida para ellos y los suyos. Está compuesta por 4 personajes: un hombre con un pequeño hatillo que contiene sus pertenencias y que cuelga al hombro suspendido en una vara. Su rostro se muestra serio, ya que lleva la decisión de ir lejos de su hogar, dejando atrás a su mujer e hijos. Sus pies terminan en una masa sin forma a modo de raíces que lo quieren anclar a su tierra. Desde el otro lado de la pared de piedra asoma su hijo que lo agarra del pantalón, queriendo retenerlo, con un grito de desgarro, viendo marchar a su papá. Allí también está su esposa, que se queda atrás acariciando a su hijo más pequeño. Y sobre ellos el planeta tierra que representa el hogar.


Por último voy a mostrar una curiosidad en algunas de las casas de Ponte Maceira y de otras partes de Galicia, se trata de Lacenas das abellas (Alacenas de abejas). Son colmenas situadas dentro de las paredes de piedra. En la parte de la fachada hay unas pequeñas repisas con unos agujeros a modo de las piqueras, allí las abejas se posan y acceden al interior del muro de la pared. En el muro hay unos huecos de cantería cerrados con puertas de madera. Dentro de esos espacios se colocan las crucetas de palos donde las abejas fabrican los panales. Se trata de una manera de tener las colmenas en un espacio controlado que no moleste a los vecinos y tener la miel y la cera a mano.
Interior de una alacena de abejas. Karpinter. https://salines.mforos.com