Lourdes se encuentra en el suroeste de Francia, al pie de la cadena montañosa que separa a Francia de España, en el departamento de Altos Pirineos, en Occitania. Se la considera como el cuarto lugar de peregrinación católica del mundo después del Vaticano, la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en Ciudad de México y la Basílica de Nuestra Señora de Aparecida en Brasil. Su fama se debe a las apariciones de la Virgen María en 1858.
GPS: 43.096685, -0.055116
Además de ser un lugar con un gran patrimonio religioso, es una ciudad histórica y debido a su gran oferta hotelera sirve como base para hacer excursiones como la del Pic du Midi de Bigorre a 2.877 metros de altitud, el Puente de España o el Circo de Gavarnie.
Cada año, unos 6 millones de visitantes de múltiples países visitan Lourdes, donde una niña llamada Bernadette Soubirous vio a la Virgen aparecer 18 veces en una gruta cercana al río Ousse. La acompañaban su hermana Toinette y su amiga Jeanne Abadie. Desde entonces, el lugar atrae a miles de fieles en busca de los milagros del agua bendita de un manantial, que supuestamente cura a los enfermos. A día de hoy se tiene constancia de que en Lourdes se han realizado 7.000 prácticas curativas, de las que 69 se consideran milagrosas.
Dentro del recinto hay 22 lugares de culto. Entre ellos, la famosa Gruta de Massabielle, donde, bajo las indicaciones de la Virgen, Bernadette descubrió una fuente de agua milagrosa. La Basílica de San Pío X o la Basílica de Notre-Dame du Rosaire. Los peregrinos tocan la roca que dicen trae buena suerte y curación. A la derecha de la gruta están las fuentes donde se puede beber el agua de Lourdes.
Después de las apariciones de Lourdes se construyeron varios edificios en la zona del santuario, 3 basílicas, La Basílica de la Inmaculada Concepción, también llamada Basílica Superior y que es la más antigua, incluye una cripta y varias capillas, cada una dedicada a un santo diferente, como San Pedro, San Juan Bautista, San José, San Francisco de Asís o Santa Germaine de Pibrac. Es de un estilo gótico y fue diseñada por el arquitecto Hippolyte Durand. Tiene una aguja de 70 metros de altura y otras dos más pequeñas. La basílica se inauguró en el año 1866.
La Basílica de Nuestra Señora del Rosario, construida en estilo romano-bizantino con mosaicos venecianos. Fue ideada como pedestal y preludio de la Basílica de la Inmaculada Concepción. Fue diseñada por el arquitecto francés Léopold Amédée Hardy y terminada en el año 1899. El exterior de la cúpula está rematado por una espectacular corona y una cruz doradas, que fueron un regalo del pueblo de Irlanda en 1924.
La Basílica de San Pío X, tiene la forma del casco de un barco invertido, es una basílica subterránea y que puede albergar hasta 25.000 personas. Es un diseño del arquitecto húngaro Pierre Vago y fue terminado en 1958.
Fabio Alessandro Locati, CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons
Accedemos al santuario por la Porte Saint-Joseph (Puerta de San José), allí veremos su estatua que fue instalada en el año 1909.
En el camino que desciende a la explanada del santuario de Lourdes, a la izquierda de la marcha, se puede ver un bello monumento llamado “Salus infirmorum” (Salud de los enfermos), que es una obra maestra del escultor francés Jules Déchin, realizada en mármol de Carrara e inaugurada en el año 1912. Representa a la Virgen María inclinándose hacia un joven enfermo que la implora rodeada de un sacerdote, una enfermera y una camilla. Fue donado por la diócesis de Cambrai.
En la explanada del rosario se encuentra la Estatua de la Virgen de Lourdes, coronada, que representa a la Virgen María, tal y como fue vista por Bernadette Soubirous en la gruta de Massabielle en 1858. La Virgen se encuentra vestida de blanco y ceñida de azul. Incluye la corona, el cinturón azul, el rosario, y las rosas a los pies. Está fabricada en hierro fundido y la corona es de metal dorado. Fue creada por el escultor Josef-Ignaz Raffl en el año 1871. En la imagen, por la parte de atrás, se puede ver la Capilla de la Reconciliación y que está dedicada exclusivamente al sacramento de la reconciliación. Allí los sacerdotes de los distintos países tienen un turno de guardia para recibir a los peregrinos en su idioma.
En la otra orilla del río Ousse se encuentran las capillas de luces, que es el lugar donde los peregrinos encienden las velas y cirios. Como curiosidad indico que las ofrendas de cirios grandes que se observan en las fotografías tienen un coste de 300 € los de 35 kg y de 500 € los de 70 kg.
Pero Lourdes es mucho más que el santuario: calles que bullen de turistas, pedigüeños de oficio por todos lados, muchísimos hoteles, todo tipo de tiendas, muchas trampas para turistas, aquí se mezcla todo lo bueno y todo lo malo del turismo masivo. Fuera de estas cosas está el Lourdes histórico con su castillo y fortaleza. Este castillo fue residencia de los condes de Bigorra en los siglos XI y XII, fue una fortaleza estratégica para controlar las rutas hacia España hasta el siglo XIX. En 1590, bajo el reinado de Enrique IV, se convirtió en propiedad real. Durante los siglos XVII y XVIII, el torreón del castillo se usó como prisión para los oponentes del rey. Debido a esto, fue apodado “Bastilla de los Pirineos”.
Se sabe que el castillo es anterior al año 778, cuando fue asediado por tropas de Carlomagno. En el año 1921 se convirtió en la sede del Musée Pyrénéen (Museo de los Pirineos), donde se muestra toda la cultura pirenaica, tanto francesa como española, muebles de la época, trajes, colección de cerámica, tradiciones populares, representación de una cocina bearnesa, etc. Está clasificado como Monumento Histórico.
El Accueil Marie Saint-Frai fue la primera Accueil, la primera estructura que se dedica a la acogida y a la acomodación de los peregrinos enfermos y/o discapacitados y las Hermanas de la Congregación de las Hijas de Nuestra Señora de los Dolores han estado allí desde su fundación en el año 1874.
El Grand Hotel Moderne es un edificio construido por el arquitecto Jean-Marie Lacrampe en el año 1896. Fue un encargo de Jean Soubirous (primo de Santa Bernadette Soubirous). Recibió el nombre de “Moderne” al hecho de que en el momento de su abertura al público este era el único establecimiento de este tipo en la región que contaba con ascensor en cada planta, cuartos de baño, con agua caliente, privados para cada habitación y teléfonos en cabinas individuales. El estilo del Grand Hotel Moderne es similar al de los castillos construidos durante la época de Luis XVI. Su arquitectura barroca clásica francesa presenta en este caso muros curvos y bien trabajados. Los balcones son de piedra tallada con formas elegantes y colores brillantes. En la fachada del hotel destacan los trabajos en piedra con motivos florales y de fauna, de ángeles y de leones.
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