Monforte de Lemos

 

Monforte de Lemos pertenece a la provincia de Lugo en Galicia, se encuentra al sur de la provincia, es el pueblo más grande después de la capital de la provincia, Lugo. El nombre de Monforte deriva de la expresión latina Mons Fortis, que significa “monte fuerte” y hace referencia al monte que corona la ciudad y que fue aprovechado de forma estratégica para la construcción del castillo.

GPS: 42.519040, -7.515997

El río que cruza Monforte es el Cabe, nos encontramos en la Ribeira Sacra y aquí los tres ríos más importantes son el Miño, el Sil y el Cabe. Este río nace en la Sierra del Courel y pasa por las tierras de Monforte de Lemos hasta llegar al Cañón del Sil, donde se une al río Sil en una zona muy encañonada. Tiene una longitud de 53 Km. El entorno del río está acondicionado para pasearlo por ambos márgenes en el casco urbano, en verano se llena de barcas de alquiler.

El Puente Viejo es conocido en Monforte como “Ponte Vella”, al que también le llaman “Ponte Romana”. El puente que vemos fue construido en el siglo XVI por Pedro Rodríguez de Ramberde por orden de Catalina de la Cerda y Sandoval, VII Condesa de Lemos, viuda de Pedro Fernández de Castro y Andrade. Tiene seis arcos semicirculares, dos de ellos cubiertos por reformas posteriores.

El Conjunto monumental de San Vicente del Pino lo forman la Torre del Homenaje, el Palacio Condal y el Monasterio Benedictino, El Palacio y el Monasterio forman parte hoy del Parador de Turismo de Monforte.

La Torre del Homenaje es el símbolo representativo de Monforte, ya que puede observarse desde la lejanía por el visitante, es la torre más alta de Galicia. Fue mandada construir entre los siglos XIII y XV por Pedro Alvar Osorio, primer conde de Lemos, era el edificio más importante dentro del castillo. La torre tiene 30 metros de altura, 13 metros de lado y muros de 3 metros de grosor. La torre del Homenaje tiene varios escudos. En la cara sur está el de los Enríquez de Castro y Osorio, el castillo de tres torres y el león rampante de los Enríquez, los seis roeles de los Castro y los dos lobos andantes de los Osorio. Sobre la puerta de entrada al interior de la torre, en la cara norte, hay un escudo de pequeñas dimensiones con las armas de los Castro, los seis roeles.

A pesar de que en el momento que se reconstruye, los titulares del valle eran Pedro Álvaro Osorio y María Bazán, las armas de los Bazán no aparecen y, por el contrario, podemos observar las de los Enríquez de Castro. Una estructura que vista desde su pie impresiona y que desde sus almenas ofrece un excelente mirador de todo el valle de Lemos. La Torre y la muralla de la fortaleza medieval sufrieron importantes daños durante la Gran Guerra Irmandiña, (1467-1469) y fueron reconstruidas una vez finalizados los enfrentamientos. El interior está musealizado y cuenta con armaduras, muebles, objetos, dibujos y maquetas que recuerdan la época de su esplendor.

El Palacio Condal era la residencia señorial de los Condes de Lemos, construido en el siglo XVI y reconstruido en el siglo XVII tras sufrir un devastador incendio donde se perdieron incontables obras de arte. Los condes de Lemos fueron una de las familias nobles más importantes de España. Especial relevancia tuvo la figura del VII Conde, Don Pedro Fernández de Castro, que llegó a ser virrey de Nápoles (1610-1616) y a quien se recuerda como mecenas de Cervantes, Lope de Vega, Quevedo y Góngora. Hoy el condado de Lemos forma parte de la casa de Alba. Uno de los elementos que no se perdió en el incendio es la puerta de entrada construida en mármol de O Incio (Lugo) y coronada por dos escudos.

El Monasterio benedictino de San Vicente del Pino tiene sus orígenes en el siglo X, aunque la edificación actual se inicia en el siglo XVI. Se dice que aquí se encontraba el primitivo Castro Dactonio, asentamiento de la tribu céltica de los Lemavos, un asentamiento recogido por Plinio el Viejo y Ptolomeo. La plaza del edificio conventual es de estilo neoclásico, tanto su fachada como el claustro; la iglesia monacal consta de portada renacentista, mientras que el interior se enmarca en el gótico de transición, cubierta de bóvedas estrelladas sobre arcos agudos. En la fachada podemos ver el escudo de los condes de Lemos y encima la imagen de San Benito.

El Colegio de Nuestra Señora de la Antigua, es conocido popularmente como El Escorial de Galicia, es un impresionante edificio de estilo herreriano de los siglos XVI-XVII, con dos alas perfectamente simétricas y una iglesia central con una generosa cúpula. Su construcción fue iniciada por el cardenal Rodrigo de Castro en el año 1593. Actualmente, es el Colegio de los Padres Escolapios y alberga una singular pinacoteca en la que disfrutar de obras de El Greco (Aparición de la Virgen con Niño a San Lorenzo y Fray León meditando sobre la muerte). El colegio fue Real Seminario de Estudios hasta 1773 y germen de la Universidad, ostentando hasta siete cátedras en un momento en que apenas estaban implantadas en la provincia.

El Colegio de Nuestra Señora de la Antigua tenía una amplia superficie de terreno, rodeándolo, que le sirvió desde siempre como ayuda a la obtención de alimentos que después se utilizaban para personas y animales que en el edificio convivían. La techumbre del edificio por el año 1990 estaba bastante deteriorada y se llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Monforte, de forma que se restauraría la techumbre y a cambio se cedía una parte de los terrenos, que en aquellos tiempos estaba dedicada a viñedo, al pueblo de Monforte para disfrute de sus ciudadanos. Hoy se encuentra en este espacio cedido en 1990 un espléndido jardín llamado “Parque de Los Condes” y un amplio aparcamiento gratuito en el centro de la ciudad.

El convento de las clarisas fue fundado en el año 1622 por Catalina de la Cerda y Sandoval y Pedro Fernández de Castro, VII Condes de Lemos, enterrados en el panteón condal de este monasterio en el que Doña Catalina tomó los hábitos cuando enviudó. Este lugar hoy acoge el Museo de las Clarisas, uno de los museos de Arte Sacro más importante de toda España, gracias a la custodia que hacían estas monjas de los bienes de los Condes de Lemos, a su vez Virreyes de Nápoles. El museo cuenta con cinco salas en las que se acoge parte del importante legado artístico que ambos donaron; magníficas piezas de pintura, escultura, marfiles, textiles y objetos suntuarios, especialmente relicarios, recogidos por los Condes de Lemos durante su virreinato en Nápoles entre los años 1610 y 1616.