martes, 28 de abril de 2020

Embalse de Barrios de Luna

El embalse de Barrios de Luna es un embalse situado en la comarca leonesa de Luna. Toma su nombre del pueblo que se sitúa a los pies del muro de contención: Los Barrios de Luna. GPS: 42.848539, -5.859572


Fue inaugurado oficialmente en 1956 para poder establecer zonas de regadío en la zona del Páramo Leonés y la comarca del Órbigo. Las aguas del Luna se unen con el río Omaña para pasar a denominarse desde ese momento río Órbigo.


Dieciséis pueblos desaparecieron en el fondo del embalse: Arrévalo, Campo de Luna, La Canela, Casasola, Cosera, Lagüelles, Láncara de Luna, Miñera, Mirantes de Luna, El Molinón, Oblanca, San Pedro de Luna, Santa Eulalia de las Manzanas, Trabanco, Truva y Ventas de Mallo.


Cuenta con una presa de ochenta metros de altura, creada aprovechando una estrechez del terreno, que genera un volumen de más de 300 millones de metros cúbicos de agua, que sirven para el regadío de unas 50.000 hectáreas de principalmente maíz, remolacha y lúpulo. Los 40 km² que ocupa el embalse y su entorno están sufriendo un evolución hacia el sector turístico en el que se ofertan actividades relacionadas con el senderismo, deportes náuticos, caza, baño e incluso vela.



El embalse es cruzado por la autopista AP-66 en dirección a Asturias, en la cual está construido un puente atirantado llamado Ingeniero Carlos Fernández Casado, que es actualmente el de mayor luz de España después del puente de la Pepa de Cádiz.


La sabina de Mirantes es la sabina albar. Se reconoce por presentar hojas de tono verde oscuro a modo de escama dispuestas de manera enfrentada, formando pares que se van colocando en ángulo de 90°. La forma del árbol en su juventud es cónica desde la base por lo que el tronco se encuentra cubierto por el ramaje; no obstante, el ramoneo del ganado y el hacha del hombre han hecho que la parte inferior se desnude, lo que permite distinguir el tronco de la copa. La sabina albar aparece acompañada por la sabina rastrera, muy común en todas las zonas montañosas de la Cordillera Cantábrica.


Asociada al sabinar aparece una buena representación de especies mediterráneas, entre las que caben destacar plantas aromáticas como tomillos, lavandas, oréganos. La escasez de agua y suelo calizo han posibilitado que perdure hasta la actualidad esta formación.


Uno de los elementos más característicos del paisaje de Mallo de Luna son, como los conocen en la comarca, los Mallos, un conjunto de bloques calizos alineados que se localizan inmediatamente al sur de la localidad. El origen de esta singular disposición se debe a una combinación, casi caprichosa, de la acción de dos orogenias, responsables de las fracturas que individualizaron cada bloque; de la erosión, que elimina con mayor facilidad las rocas menos resistentes; y de los arroyos, que han enfatizado la separación entre los bloques. Los Mallos son fácilmente reconocibles desde diversos puntos del valle del Luna. Además, desde el Cuartero (valle en el que se localizan), es posible disfrutar de una magnífica panorámica del valle del Luna y del sinclinal de Alba, un importante pliegue de grandes dimensiones.



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