martes, 19 de mayo de 2020

Castillo de Sobroso

El Castillo de Sobroso se encuentra en Villasobroso, en el municipio de Mondariz (Pontevedra) aunque la propiedad es del municipio de Ponteareas. En una ladera del Monte Landín se encuentra un promontorio donde en su alto se erige esta fortaleza. GPS: 42.206468, -8.464501


El nombre “Sobroso”, antiguamente “Soberoso”, viene dado por el abundante número de sobreiras (alcornoques) que poblaban el lugar. La primera referencia documentada que tenemos del actual castillo de Sobroso data del siglo XII, concretamente del año 1117, cuando según, la “Historia Compostelana”, doña Urraca es cercada en esta fortaleza por su hermana doña Teresa, infanta de Portugal, y por los partidarios de su hijo, encabezados por el conde de Traba. Recluida esta en sus calabozos, la leyenda cuenta como logró huir por unos pasadizos secretos que conducían a orillas del mismo río Tea. Se conservan restos de estos pasadizos. En su huida, doña Urraca fue a Compostela en busca de la ayuda del arzobispo Gelmírez, para retornar y volver a conquistar la fortaleza.
En el interior del castillo hay un patio, unas escaleras en semicírculo y una puerta con un escudo.


En 1190 aparece en una documentación Pelayo Muniz como ocupante del castillo en nombre del rey, dado la importancia defensiva que tenía esta fortaleza en el obispado de Tui. Más tarde pasa a manos de los Soboroso hasta que en 1379 Pedro Ruíz de Sarmiento y sus descendientes reciben el señorío de Sobroso, de manos de Juan I.




En el siglo XV, Alvaro Pérez de Sotomayor se apodera de las propiedades de un descendiente de los Sarmiento, don Diego, pero poco le duraría esta posesión porque, doce años después, durante la revuelta Irmandiña (1467-1468) el castillo, como tantos otros en Galicia, fue destruido en gran parte. Pasa entonces a manos del hermano bastardo de Diego, Pedro Alvarez de Sotomayor, llamado popularmente Pedro Madruga, Conde de Camiña, quién lo reconstruye. Sin embargo, cautivo Pedro en Benavente, García Sarmiento, recupera el castillo. Liberado Pedro Madruga, vuelve a la carga hacia la codiciada fortaleza, y para ello levanta una fortificación en el cercano monte de A Picaraña, desde donde se divisaba el castillo de Sobroso. Llegó incluso a coger preso a Diego, pero sus partidarios nunca se rendirían. Pedro Madruga se retiró ante la llegada de ayuda de nobles gallegos a favor de los Sarmientos. Así don Diego, pudo terminar la reconstrucción de la fortaleza.


Con la llegada de los reyes Católicos, la fortaleza pierde el carácter bélico y pasa a ser residencia de múltiples nobles y alcaides nombrados por los condes de Salvaterra y los marqueses de Sobroso, para el control de la jurisdicción.



En 1626 García Sarmiento de Sotomayor, recibe el marquesado de Sobroso, siendo también Conde de Salvaterra. La jurisdicción de Sobroso se mantiene hasta 1835, año en que se abolen los señoríos. A partir de aquí el castillo queda en abandono, hasta que por herencia pasa a manos de los duques de Hijar. Hacia finales del siglo XIX lo adquiere el conde de Torrecedeira que lo vende a Alejo Carrera Muñoz en 1923. Este lo restaura casi en su totalidad. Ya en los años 70 el castillo está completamente en ruinas hasta que es comprado por el concejo de Ponteareas en 1981, quién en una magnífica labor de restauración, lo recupera y mantiene hasta nuestros días en forma de conjunto histórico y museo etnográfico.


La estructura del recinto tiene tres zonas, una muralla exterior, el cuerpo residencial y la torre del homenaje. La muralla exterior actual data del siglo XV y abarca 140 metros de extensión. Dentro del recinto veremos una pequeña capilla de planta rectangular y entrada en arco de medio punto. Su fachada es coronada por un pequeño campanario sin campana y por encima una pequeña cruz. A la puerta del cuerpo residencial se asciende por una escalinata y se entra por debajo de un arco apuntado. Allí encontraremos una sala donde poder comprar algún recuerdo.


Al entrar en las salas residenciales observaremos una cuidada ornamentación, con armaduras, mesas, sillas y cortinas ambientadas en la época. También veremos una serie de vitrinas de cristal que guardan en su interior trajes típicos de la zona y una variada representación de objetos y oficios comarcales. Cuando lo visitamos había una exposición “Calade que hai roupa ao sol” (Callad que hay ropa al sol) y que mostraba las ropas interiores de las distintas clases sociales.




Para entrar en la torre del homenaje de trece metros de altura, lo haremos por el exterior de estas salas residenciales. Desde aquí podemos divisar una vasta zona de la comarca del Condado y del Concejo de Mondariz.



Por esta situación privilegiada y dominante la fortaleza recibía el nombre de “chave forte” (llave fuerte) del reino de Galicia y por lo tanto su historia esta llena de conflictos por el dominio de esta fortaleza.



El entorno es muy bonito y en el interior del patio hay algún árbol frutal. En el exterior hay una senda botánica que es un trazado circular de un kilómetro donde se pueden encontrar carteles explicando las distintas especies de Galicia. En la fotografía la flor de un manzano.


En el foso pude ver una pareja de lagartos (Lacertilia) que salían a tomar el sol. Los esperé con paciencia para que se confiaran y poder fotografiarlos.



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