jueves, 21 de mayo de 2020

La Reserva Natural Valle del Cocora

El Valle del Cocora se encuentra en la cordillera central de los Andes colombianos en el departamento del Quindío, la localidad más cercana es la de Salento. Sin duda fue uno de los lugares que más me impresionó de Colombia debido a su belleza. GPS: 4.636946,-75.569590


Cocora era el nombre de una princesa quimbaya, hija del cacique Acaime, y cuyo significado es estrella de agua. El Valle de Cocora se localiza entre los cursos altos del río Quindío, a 24 kilómetros de Armenia. Debido a su altitud y a la característica especial que ocasiona el hecho de que los vientos occidentales provenientes del océano Pacífico son detenidos por la cordillera andina, el Valle de Cocora presenta un ambiente húmedo propicio al desarrollo de un ecosistema de bosque nuboso a elevadas alturas.


Este valle destaca por su fauna y su flora entre la que sobresale la palma de cera del Quindío (Ceroxylon quindiuense), las palmeras más altas del mundo, crecen hasta 60 metros y que conforma uno de los paisajes más extraordinarios y bellos de Colombia.


La base de todas las excursiones al Valle del Cocora es Salento, un pueblo muy agradable, colorido y donde está la mayoría de locales de restauración, hoteles y pensiones. Salento es balcones pintados, puertas y ventanas pintadas, maceteros, color por todos lados. En el parque de Bolívar se encuentra el templo de Nuestra Señora del Carmen.


Salento conserva el encanto de la arquitectura de la colonización antioqueña, casas coloridas y balcones adornados con flores. La calle Real empieza en la plaza y va ascendiendo hasta el mirador Alto de la Cruz. Es la calle más concurrida y que tiene las casitas mejor conservadas. Por todos lados hay tiendas de productos artesanales, artesanías en guadua, y en general, gran cantidad de artículos como ruanas, sombreros, pulseras o collares. Se le llama calle Real porque era allí donde vivían las personas más ricas e influyentes del pueblo.



En la plaza se pueden ver y también viajar al valle en los típicos yipaos (Jeeps Willys); son utilizados para la pesada carga de productos agrícolas, trasteos campesinos, y vehículo donde se transporta la mayoría de los habitantes de las veredas de la zona cafetera. Los vehículos Jeep Willys, que recorren caminos veredales de la zona cafetera, son modelos de camperos la mayoría comprendidos entre los años 1.946 y 1.956. Estos vehículos todoterrenos fueron utilizados como vehículo militar durante la segunda guerra mundial. Luego de ser importados por el Ministerio de Defensa de Colombia, rápidamente la rica y rentable industria del café que florecía por aquella época, incentivó la compra de estos vehículos por su innegable confiabilidad, fuerza y capacidad de desplazamiento en terrenos difíciles.


Desde el final de la calle Real comienzan unas escaleras (6 tramos de 40 escalones cada uno), que llevan al mirador del Alto de la Cruz desde donde se tiene una vista muy bonita de Salento y del Valle del Cocora. Es el escenario de la procesión del Viacrucis en Semana Santa.


En la calle Real pude charlar con dos paisas de Salento que visten a la manera típica de los arrieros, sombrero, alpargatas o botas de agua, la mulera al hombro, el carriel o guarniel (la maleta del arriero) y el machete a la cintura. Muy simpáticos y muy bromistas.


Por una vía pavimentada casi totalmente se accede desde Salento al Valle. Podremos ver mientras nos acercamos a esta reserva natural más de tres mil clases de plantas. El Valle del Cocora comprende alturas que van desde los 1.800 metros hasta los 2.400 metros, presentando al mismo tiempo variaciones ambientales de clima medio y frío. La temperatura baja, aún más, cuando por esta ruta se accede al Parque Nacional Natural Los Nevados.


El punto de llegada es La Truchera, donde varios restaurantes sorprenden gratamente con distintas preparaciones de trucha. Allí mismo se contrata el servicio de guías si se quiere, para las salidas ecológicas y se alquilan caballos. Hay un criadero de truchas que aquí es una comida típica. Podemos ver como se crían las truchas y sus diferentes tamaños hasta que llegan a nuestros platos. Venden unas bolsitas de comida para tirarles en las balsas.


Es una increíble mezcla de verdes en las montañas en las que las palmas de cera destacan. Es un paraíso que solo se puede ver allí y que te llama a volver. Me habían hablado antes de ir de las palmas de cera pero verlas es otra cosa, las hay por miles y es una especie de vegetación amenazada. Se llaman así porque el tronco rezuma una especie de cera que durante muchos años fue utilizada para hacer velas. Por tan extraña cualidad, y por la necesidad de preparar terrenos donde cultivar café muchas de estas palmeras fueron taladas hasta que en 1985 se decretara su protección mediante la declaración como árbol nacional de Colombia.


No puede uno irse del Valle de Cocora y de Salento sin probar sus truchas, hay muchas piscifactorías. Las preparan de muchas maneras, una de ellas es gratinada con salsa de champiñones o camarones. No olvidarse de los patacones, una auténtica delicia de plátano.



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