Riaño

Riaño es un municipio de la provincia de León a 95 kilómetros de la capital. Cuando hablamos de Riaño lo hacemos del Nuevo Riaño urbanizado a partir de 1980 en el paraje de Valcayo para acoger a vecinos afectados por las expropiaciones habidas con la puesta en marcha del embalse. GPS: 42.975716, -5.007798

El antiguo pueblo de Riaño se halla debajo del puente (según una lugareña, la antigua farmacia está justo debajo del séptimo pilar, probablemente comenzando a contar desde la izquierda). Fue inundado para construir un pantano artificial. La montaña de la izquierda es el pico Gilbo. Fotografía: Óscar Ibáñez Fernández. Licencia Genérica Atribución/Compartir-Igual 3.0

La localidad de Riaño está ubicada en plena cordillera Cantábrica. Un espacio bastante extenso que se ha protegido bajo la figura de Parque Regional Picos de Europa, la antesala del archiconocido Parque Nacional Picos de Europa. Un espacio natural impresionante cubierto por las aguas embalsadas de los ríos Esla y Yuso.

Riaño ha sido un municipio marcado por la gran catástrofe medioambiental que supuso la construcción del embalse. Que no os engañe su belleza abrumadora. Bajo las aguas de la presa, inaugurada en 1987, desaparecieron valles frondosos, una gran biodiversidad y la historia de 9 pueblos. Siete localidades completamente sumergidas y 2 de ellas desaparecidas parcialmente. Anciles, Escaro, Burón, La Puerta, Huelde, Pedrosa, Riaño, La Vegacerneja y Salio.

El embalse de Riaño es el más grande de todos los embalses construidos por el Estado en la cuenca del Duero, tiene una capacidad de 651 millones de metros cúbicos de agua. El muro de hormigón que, en forma de bóveda, retiene las aguas del Esla tiene una longitud de 337 metros y se alza casi 100 desde el suelo. El embalse de Riaño tiene más de 100 kilómetros de costa.

La iglesia de Nuestra Señora del Rosario es un templo católico situado desde 1987 en la localidad de Riaño. Originalmente, la iglesia se encontraba en el pueblo de La Puerta. La iglesia es de construcción románica y se remonta al siglo XIV, siendo la cabecera aún más antigua, del siglo XIII. En el interior, el templo se divide en una nave principal de planta rectangular flanqueada por dos ábsides, uno en un lateral y el otro en la cabecera opuesta a la fachada principal. Al fondo de la nave principal, más alta y espaciosa, se encuentra un coro de madera. De ambos ábsides destaca el situado en la cabecera, ya que en él se pueden observar pinturas góticas en excelente estado de conservación y, por tanto, difíciles de ver en España. Dichas pinturas se descubrieron durante el traslado de la iglesia desde La Puerta hacia su ubicación actual, ya que hasta entonces habían estado cubiertas con cal, lo cual era una manera habitual de desinfectar durante la Edad Media.

En la entrada del pueblo, en el espacio dedicado al "recuerdo", esta escultura vanguardista esta formada por una estructura de hierro que sujeta las campanas de los pueblos que quedaron sumergidos bajo las aguas del embalse. Se llama "El silencio de las campanas".

El hórreo de Salio se trasladó desde este pueblo al Nuevo Riaño. Es un hórreo leonés a dos aguas, de pequeño tamaño y compuesto por madera, tejas y piedra de la zona. Debido a su sencillez, se estima que tiene una gran antigüedad. Los hórreos han formado parte del paisaje de la Montaña de Riaño desde hace cientos de años. Según el Catastro del marqués de la Ensenada de finales del siglo XVIII los ejemplares en la Comarca superaban los mil ejemplares. Actualmente su número ronda los 140.

Agua, montaña y cielo infinito. Riaño se abre ante nuestros ojos perfilando el horizonte con un macizo de cumbres de roca caliza. Un rinconcito leonés que rebosa belleza y atractivos para disfrutar de una visita sosegada.

La visita a Riaño nos lleva al llamado Paseo del Recuerdo. Una senda peatonal de un kilómetro de extensión que bordea la orilla del pantano. Lo bonito de este camino es que podemos observar varios paneles informativos con explicaciones e imágenes del pasado de este valle antes de la construcción del embalse.

El paseo finaliza junto al embarcadero de Riaño. Desde hace algunos años, el Ayuntamiento ha adquirido un barco para que los visitantes recorran las aguas de su pantano en busca de los recovecos más escondidos de sus orillas montañosas. Se trata de un recorrido próximo a los 20 kilómetros con una hora de duración en las que podemos contemplar las impresionantes verticales de caliza tan propias de la cordillera Cantábrica. El barco se adentra por lugares inaccesibles por cualquier otro medio, por lo que resulta relativamente sencillo localizar ejemplares de la fauna propia de la zona: rebecos, cabra montés, zorros, águilas pescadoras, garzas reales o somormujos. Más tímidos ante la presencia humana, las laderas de Riaño también albergan osos pardos y los protegidos urogallos. Además, durante el paseo nos obsequiarán con unas pastas de mantequilla típicas de la zona.

Desde el 26 de julio de 2019 Riaño se proclama como el Mejor Pueblo de España 2019 en el concurso realizado por Cadena Ser. Una variedad de establecimientos hoteleros, que van desde lujosos hoteles y hostales, con espléndidos servicios adaptados a todas las posibilidades económicas y la oferta desde especialidades típicas culinarias, como son la trucha y las carnes, longanizas y jamón elaborados de forma artesanal, hasta productos de primera clase en supermercados de abastecimientos, hacen de este lugar un interesante punto turístico en la zona.