miércoles, 15 de julio de 2020

A Volta dos Nove

A Volta dos Nove (La curva de los nueve) se encuentra en la curva de La Bombardera de Baredo en la carretera de Baiona a La Guardia (Pontevedra). GPS: 42.118664, -8.863511


El 15 de octubre de 1936 nueve vecinos de la comarca del Valle Miñor fueron ejecutados por un suceso ocurrido el día anterior en la localidad de Sabarís (Baiona). El asesinato de los nueve trabajadores fue un acto de venganza de las fuerzas represivas tras la muerte del falangista Luis Refojo Mariño, ocurrida la tarde anterior de las ejecuciones. Luis Refojo formaba parte de una partida que junto al cabo de la Guardia Civil Manuel González Pena y Emilio Carrera González ingresaron a tiros en una vivienda ocupada por un hombre ciego (Ventura Pérez), una mujer de 71 años (Dolores Samuelle Álvarez, “Perfecta”, que trabajaba como doméstica y lo cuidaba) y los hermanos Luis y José López Luis, “Os Ineses”, huidos de los represores, uno de ellos con el cargo de haber sido teniente de alcalde de Baiona durante la República. Una vez asesinados los ocupantes de la casa, los falangistas decidieron marchar al frontón de Vigo, convertido en una prisión, y sacaron a  nueve hombres elegidos al azar.


Después de haberlos torturado, en el kilómetro 58 de la carretera Baiona – La Guardia fueron fusilados al amanecer del día 15. La Guardia Civil dio el alto a varios vecinos que se dirigían a Baredo a buscar piedra en carros tirados por vacas, pero no pudieron impedir que escuchasen el estruendo de los disparos. Desde ese día, y desafiando a la Guardia Civil, que las borraba a diario y vigilaba, manos anónimas pintaron nueve cruces durante 40 años en el lugar donde cayeron asesinados, las autoridades las borraban, pero volvían a aparecer pintadas. Primero en el suelo y más tarde cuando se ensanchó la carretera y cubrió la cuneta, en una roca. Así es como este lugar acabó siendo conocido como A curva dos nove o A volta dos nove. Los nueve fueron arrojados a una fosa común del cementerio y el tiempo borró su rastro aunque se cree que los familiares sacaron sus restos en silencio.


Hoy en este lugar y en su memoria vemos una escultura del artista Fernando Estarque Casas junto a las cruces ahora impresas en una placa. Aquí se les rinde homenaje puntualmente cada año desde el 2005 con una ofrenda floral a cargo de una Asociación creada por los familiares de las víctimas. Los nueve eran:

Manuel Aballe Domínguez, marinero de Panxón, de 41 años. Hijo de Modesto Aballe Macaya y de Benita Domínguez Salgueiro. Casado con Antonia Rial Veiro, dejó dos hijos menores: Eugenio y Víctor.

Felicísimo Antonio Pérez Pérez, marinero de Panxón, 44 años. Hijo de Antonio Pérez Domínguez y de Rosa Pérez. Casado, sin hijos.

Elías Alejandro Gonda Alonso “O Ghonda”, labrador, de 36 años, vecino de Santa Cristina de A Ramallosa. Hijo de Ascensión Gonda Alonso. Casado con una joven de Sabarís, Angelina Veiga Ríos, dejó tres hijos menores: Isabel, Carmen y Manuel.

Manuel Francisco Lijó Pérez “O Lijó” de 34 años, natural de Corrubedo (Ribeira) aunque vivía y trabajaba como marinero en el barrio del Burgo (Baíña). Hijo de Francisco Lijó Oliveira y de Ramona Pérez Gonda, estaba casado con Eugenia Mijón Durán, vecina de Baiona. Dejaría huérfanos a cinco hijos menores de edad: Mercedes, Manuela, Maximino, Oto y Eva.

Modesto Fernández Rodríguez “O Rei Chiquito”, 47 años, marinero, vecino de Panxón, hijo de José Fernández y Dolores Rodríguez. De su matrimonio con Rosalía Rodríguez Iglesias dejaría seis hijos menores: Gloria, Lidia, Juan, Enriqueta, Jaime y Álvaro.

Fidel Leyenda Rodríguez “Tío Félix”, de 51 años, marinero de Baiona. Hijo de Eulogio Leyenda Álvarez y de Vicenta Rodríguez Míguez. Casado con Sofía Vieites Penedo, de Baíña, no dejaba hijos.

José Rodríguez González, “O Pelonio”. Hijo de Rufina Rodríguez González. Vecino de la Puerta de la Villa en Baiona. Tenía 45 años. Este marinero dejaría viuda a Clementina Freire Mosquera, de 43 años, y huérfanos a Rogelio, Manuel, José, Melitón y África.

Manuel Barbosa Durán, “O Ferreiro do Burgo”. Hijo de Alfredo Barbosa e Isabel Durán Álvarez. El más joven de los asesinados, tan sólo contaba con 30 años de edad. Mecánico, natural de Bruña, fue a vivir a Panxón tras su matrimonio con Julia Sanjuán García. Dejaría cuatro hijos huérfanos: Oulia, Mª Carmen, Mª Encarnación y Manuel.

Generoso Valverde Iglesias, hijo de Fermín y Constantina. También trabajaba como marinero y contaba, cuando segaron su vida, 37 años de edad. Natural y vecino de Panxón, casado con Aurelia Rodríguez Cabral, dejó seis hijos, todos ellos menores: Generoso, José, Germán, Vicente, Elodia y Constante.


Al lado de esta curva existe un mirador con estacionamiento desde el que tendremos unas buenas vistas y es un buen lugar para dejar el coche y visitar la escultura dedicada a los nueve.


No pude evitar “robar” esta fotografía de un transeúnte y su perro contemplando el alto de Monteferro, después de los sentimientos encontrados al estar en aquel lugar sin sentido, resultado del odio y la venganza. Con ella volví a recobrar el sosiego y me hizo pensar que aquello nunca volverá a suceder.



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