lunes, 20 de julio de 2020

Parque de Castrelos

El Parque de Castrelos y el Pazo Quiñones de León se encuentran en Vigo (Pontevedra). Es el parque más grande de Vigo con 220.000 m². Hoy la entrada viene cargada de fotos. GPS: 42.214506, -8.727114


Fue donado a la ciudad por el Marqués de Alcedo (1858-1936), dueño del mismo. En él podemos encontrarnos con un auditorio al aire libre, un lago artificial y el Pazo-Museo Quiñones de León, que integra un jardín inglés, un jardín francés y una rosaleda.


El jardín histórico del Pazo de Castrelos data de finales del siglo XIX, la realización de su diseño fue ordenado por el marqués de Alcedo y María de los Milagros Elduayen VIII marquesa de Valladares. Su localización es adyacente al pazo, sobre un terreno de labranza prominente, aunque no el más elevado de todo el predio.


El jardín palaciego llegado hasta hoy es el resultado de la transformación de la primitiva huerta colindante al propio pazo, dando respuesta a una exigencia de mejora de la calidad de vida y como signo de un escalón social diferenciado. Los señores se podían permitir el abandono productivo de un pedazo de huerta y darle otro uso, sirviendo como ornamental y de disfrute.


La autoría del diseño y construcción de los jardines es desconocida, no obstante, cabe subrayar que, la influencia de las corrientes jardineras vigentes en esa época en la comarca de Vigo, no solo era “portuguesa”, sino también, francesa y belga acreditado, este hecho, por el asentamiento de familias de larga tradición jardinera como los “Turc” y los “Philippot”.

Naranjo amargo (Citrus Aurantium)

En el recinto ajardinado se pueden considerar cinco sectores bien diferenciados que facilitan su estudio y descripción: jardín de acceso, rosaleda, jardín francés, jardín inglés y bosquete.


El conjunto de pazo, museo y jardines está declarado Bien de Interés Cultural y disfruta de la máxima protección que la legislación española y gallega le otorgan a un elemento del patrimonio cultural. La entrada en todos estos espacios es libre y gratuita.


El jardín de acceso se localiza frente a la fachada principal del pazo. Está limitado lateralmente por una edificación de servicios y por la capilla, mientras que en el lado opuesto por un conjunto de almenas y garita de carácter decorativo.


El trazo es sencillo. Se compone de una rotonda central abrazada por dos parterres semicirculares limitados en los extremos por una alineación de cítricos –naranjos-, y en la cabecera de entrada por dos palmáceas. Sobre la rotonda central se sitúa una fuente circular en un plano inferior -levemente enterrada- para no alterar la perspectiva del edificio principal.


El jardín francés está situado en la zona central de los jardines, de planta rectangular, constituye una continuación del edificio del pazo y se encuentra a su mismo nivel. La característica principal de este estilo de jardinería es la geometría de su trazado, tiene una gran dependencia de las edificaciones, a las que complementa y de las que es prolongación. Sus perspectivas se dominan de un solo vistazo, le otorgan una elegancia y una grandiosidad propias. El frecuente empleo de ciertas técnicas, como los recortes y las tallas, hace que se hable de ellas como de una escultura vegetal. Es un jardín que quiere mostrar el triunfo del hombre sobre la naturaleza.


En el jardín del centro se observa lo que es un jardín regular neoclásico: tres ejes cruzan el jardín en sentido longitudinal -uno de ellos denominado Paseo de los Escudos-, y perpendicularmente a estos otros tres, dividiendo el conjunto en seis figuras simétricas. En este sentido, cabe destacar el diseño realizado con el Buxus sempervirens -boje- al lado del pazo, viene a ser una variante más complicada del anterior, no un laberinto como parece y mismo a veces se le llama.


El equilibrio y la estabilidad, al ser todas las especies de hoja perenne y de crecimiento bastante uniforme -las palmeras-, y en otros casos controlados -los setos de bojes-, no permiten los desarrollos silvestres y caprichosos que se pueden observar en la rosaleda. Este estilo de jardines se alejan de lo espontáneo y siguen, por el contrario, una estructura geométrica.


Un mirador ideal para tener una excelente vista de este jardín son las salas del piso superior del museo en sus ventanas orientadas al sur.

Fuente en el Paseo de los Escudos

El jardín inglés. Este estilo de jardinería coincide en su nacimiento con el romanticismo, en el siglo XVIII, y valora, en contraste con el francés, el jardín por sí mismo, como continuidad poco modificada del paisaje natural. Las líneas y las plantaciones no vienen impuestas por una ordenación racional. Son jardines de grandes dimensiones, con vastas praderas y árboles de gran tamaño.


Con la excepción de la doble hilera de camelias que comunica con la entrada al jardín francés y al pazo, se observa en este jardín un ejemplo de estilo no simétrico, subjetivo y sentimental, que rechaza las normas cartesianas más clásicas. El diseño de este jardín es un simple “green” alrededor de un estanque central (presidido por una maqueta a escala del edificio del pazo), salpicado de notables especies arbóreas con crecimiento libre. Las formas naturales de algunos pequeños árboles, nacidas sin planificación, dan cuenta de lo dinámico que puede llegar a ser un jardín fuera de la concepción formal de este. Este jardín de planta rectangular se encuentra en un plano inferior del jardín francés. Destaca su aislamiento delicado y hermoso, acentuado por la potencia de los muros que lo delimitan. En el fondo, el grupo de magnolias son el componente sombrío y bucólico de este jardín.


En la parte final del jardín, sobre un estanque, está una estatua del siglo XVII, “La fuente de Neptuno”, situada antiguamente en la Puerta del Sol de Vigo.


Aquí cerca del estanque podemos ver el Helecho arbóreo o Dicksonia antarctica es originario de Nueva Zelanda y su nombre es en honor del botánico James Dickson. Es un helecho de crecimiento lento que suele alcanzar algo más de 5 metros de alto, aunque pudiera alcanzar los 15 metros. Sus frondes (hojas) tienen un precioso color verde y llegan a medir de 2 a 6 metros.


Las praderías Concepción Arenal. Ocupan una superficie de algo más de 2 hectáreas, es el ámbito más alejado del edificio noble. Con orientación norte-sur, se organiza en tres áreas unidas por un eje que las recorre en toda la longitud. Este espacio ajardinado, está concebido para la observación -desde un plano elevado- de la parte más formal de los jardines. Vivero: La superficie lindante con el paseo de los eucaliptos, y que formaba parte del antiguo vivero de los jardines del pazo, se transformó en la actualidad en el jardín sensorial o de aromáticas.

Estos eucaliptos fueron plantados en el año 1872.

Praderas de Concepción Arenal: Organizada en varios recintos acotados, destaca la pradera-mirador, separada del jardín sensorial por un seto vegetal de Camelia japónica, en su cabecera norte está finalizada por la antigua balconada de la vivienda que la escritora y feminista poseía en Vigo, por tal motivo esta sección se llama así. Finalmente en una cota inferior limitada por la propia solana, muro de cierre del jardín y acequia de arroyo se extiende una pradera con frutales, paseo de magnolias de hoja caduca y esculturas de artistas gallegos y portugueses. Este espacio es utilizado por los visitantes como área de ocio.


Al final de la zona del vivero y pegada a los eucaliptos se encuentra una antigua cancha de tenis que data de la introducción de este deporte en Galicia cuando en la ría fondeaban barcos ingleses. También un original palomar sobre una roca.


La concejalía de Patrimonio Histórico de Vigo inició la catalogación de las 23 piezas distribuidas por los jardines históricos y el exterior del recinto palaciego, que pertenecen a distintos periodos de adquisición. El recorrido comienza con un busto del Marqués de Alcedo, realizado por Rodríguez Bonome (Santiago, 1901-Francia, 1995), dedicado al último propietario del pazo y benefactor de la ciudad. Continúa con piezas de diversa procedencia, como “La fuente de San Antonio”, realizada en mármol o el relieve en granito de “Santo Domingo de Guzmán”, las más antiguas y de autor desconocido, ligadas a la historia del pazo. Estatua de “Néptuno” documentada en 1719. Pertenecía a la fuente que fue desmontada en 1861 en la actual Porta do Sol para abrir la Travesía de Vigo. La galería heráldica, situada en el muro interior del jardín. La “Virgen María”, una talla en granito del siglo XVIII, que procedente de la capilla de Santa Rita.


La Rosaleda es un pequeño paseo con rotondas y esculturas. A lo largo del camino se trazan una serie de arcos por los que crecen los rosales. Al final del mismo encontraremos la imagen de una virgen.


Se encuentra a la izquierda del jardín francés. Arranca de un cenador cubierto con una pérgola de madera, que era el antiguo invernadero.


El Pazo de Quiñones de León. Su origen se remonta al antiguo Pazo de Lavandeira, construcción levantada hacia 1670, años después de la fundación del mayorazgo por el capitán Juan Tavares en 1665 (como recoge el escudo de armas de la fachada principal). Esta familia permanece en la propiedad hasta el siglo XVIII en que dejará paso a los Montenegro y a comienzos del XIX al marquesado de Valladares.


A finales del siglo XIX la finca y el pazo son heredados por doña María de los Milagros Elduayen, VIII Marquesa de Valladares, y su esposo Fernando Quiñones de León, Marqués de Alcedo, quienes emprendieron una importantísima reforma del edificio. El temprano fallecimiento de la marquesa hizo que el pazo pasase a manos de su hijo Fernando, IX Marqués de Valladares. En 1918 este perece sin descendencia dejando como heredero a su padre y como usufructuaria vitalicia a su esposa, Mariana de Wythe. Será su padre quien el 12 de diciembre de 1924 done al pueblo de Vigo la propiedad, condicionando su donación a que se dispusiesen en él un museo y un parque público.


Con anterioridad a 1680 los propietarios del pazo poseían un oratorio privado dedicado a Nuestra Señora de la Soledad que permaneció activo en una sala del pazo a lo largo del siglo XVIII. No existía una construcción específica de capilla y el lugar de culto y enterramiento de los señores del pazo no era otro que la iglesia de Santa María de Castrelos, a corta distancia de la vivienda, donde poseían un lugar de privilegio en el altar mayor. En 1853 se construirá la capilla anexa a edificio principal bajo la advocación de la Virgen del Carmen. Permanecía cerrada y solo se oficiaba en ella cuando los marqueses se hallaban en el pazo.


Hoy es un museo inaugurado el 22 de julio de 1937. En la planta baja del pazo se conserva la ambientación de antigua residencia de los marqueses donantes del pazo con mobiliario y decoración de época y la exposición permanente de pintura europea de los siglos XVII y XVIII legada por Policarpo Sanz. La colección cuenta con algunas piezas relevantes de pintura clásica italiana, holandesa, flamenca, española y francesa de los siglos XV al XIX del legado de Policarpo Sanz. Además de poseer colecciones de arte también dispone de un espacio dedicado a la arqueología donde se hace un recorrido desde el paleolítico hasta la edad media.



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